Cinismo eclesial
El Papa Francisco jalea a los sindicatos, pero los 5.000 trabajadores que dependen de él en el Vaticano no tienen ningún derecho laboral
![[Img #11709]](upload/img/periodico/img_11709.png)
Hace unos días, el Papa Francisco, intensificando su atracción demagógica por la extrema izquierda política y económica, se reunía con los sindicatos católicos y aprovechaba el acto para lanzar todo tipo de proclamas a favor de los trabajadores, para que éstos “pueden reunirse en sus agrupaciones sindicales y defender sus derechos”. Más allá de los acertadas o equivocadas de las palabras papales, éstas sí que resultan especialmente llamativas porque los 5.000 empleados que dependen directamente del Papa Francisco en la Santa Sede carecen de todos estos derechos, ya que en el Vaticano están prohibidos los sindicatos por ley. ¿Cuánto va a tardar el Papa Francisco en predicar, por una vez, con el ejemplo y permitir los sindicatos en el territorio bajo su control?
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Hace unos días, el Papa Francisco, intensificando su atracción demagógica por la extrema izquierda política y económica, se reunía con los sindicatos católicos y aprovechaba el acto para lanzar todo tipo de proclamas a favor de los trabajadores, para que éstos “pueden reunirse en sus agrupaciones sindicales y defender sus derechos”. Más allá de los acertadas o equivocadas de las palabras papales, éstas sí que resultan especialmente llamativas porque los 5.000 empleados que dependen directamente del Papa Francisco en la Santa Sede carecen de todos estos derechos, ya que en el Vaticano están prohibidos los sindicatos por ley. ¿Cuánto va a tardar el Papa Francisco en predicar, por una vez, con el ejemplo y permitir los sindicatos en el territorio bajo su control?











