Medio centenar de policías están heridos
El Gobierno alemán reconoce que los actos violentos contra el G20 fueron “terrorismo”
![[Img #11784]](upload/img/periodico/img_11784.png)
El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, ha informado de la existencia de un vandalismo "organizado, preparado y orquestado" durante la cumbre del G20 en Hamburgo y aseguró que quienes lo protagonizaron eran "despreciables extremistas violentos, como lo son los neonazis o los terroristas islamistas”. De Maizière ha aprovechado el momento para ratificar su "total respaldo" a la actuación policial ante la "inconcebible e indignante" brutalidad de los disturbios, con participación de muchos extremistas del norte y del sur de Europa a los que tachó de "turistas de la violencia”.
"La brutalidad con la que anarquistas extremadamente violentos han actuado en Hamburgo desde el jueves es escandalosa", ha dicho De Maiziere ante los medios. En este sentido, ha afirmado que el vandalismo no tiene nada que ver con el activismo, sino que es obra de "extremistas violentos despreciables, igual que los neonazis o los terroristas islamistas". El ministro ha advertido de que quienes arrojaban objetos desde tejados prácticamente estaban "preparando un intento de asesinato".
Según explicó, se impidió la entrada en Alemania de "cientos" de personas que tenían previsto unirse a las protestas, pero se presume que muchos lograron pasar solos o en pequeños grupos y que introdujeron por separado en el país el equipamiento y el material para enfrentarse a la policía. "Calculamos que los círculos de extrema izquierda comenzaron a prepararse hace uno o dos años", señaló De Maizière, quien describió cómo muchos de los manifestantes encapuchados llevaban auriculares y aparatos para comunicarse e informarse de los movimientos de la policía.
El ministro criticó que desde círculos de izquierda se intente "entender o legitimar" lo ocurrido. "No hay nada que entender", señaló, y subrayó que "quienes queman coches y saquean supermercados" no pueden ser considerados ni manifestantes ni activistas, sino delincuentes.
Ante quienes consideran que la policía provocó la violencia al intervenir en las manifestaciones para separar a los encapuchados, De Maizière subrayó que cumplieron con un mandato legal y reveló que medio millar de agentes de seguridad resultaron heridos en los disturbios.
Según el balance realizado ayer por los responsables del operativo policial, desde dos semanas antes de la cumbre hasta su finalización resultaron heridos 476 agentes, se efectuaron 186 detenciones y 225 arrestos temporales y se dictaron 27 órdenes de detención.
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El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, ha informado de la existencia de un vandalismo "organizado, preparado y orquestado" durante la cumbre del G20 en Hamburgo y aseguró que quienes lo protagonizaron eran "despreciables extremistas violentos, como lo son los neonazis o los terroristas islamistas”. De Maizière ha aprovechado el momento para ratificar su "total respaldo" a la actuación policial ante la "inconcebible e indignante" brutalidad de los disturbios, con participación de muchos extremistas del norte y del sur de Europa a los que tachó de "turistas de la violencia”.
"La brutalidad con la que anarquistas extremadamente violentos han actuado en Hamburgo desde el jueves es escandalosa", ha dicho De Maiziere ante los medios. En este sentido, ha afirmado que el vandalismo no tiene nada que ver con el activismo, sino que es obra de "extremistas violentos despreciables, igual que los neonazis o los terroristas islamistas". El ministro ha advertido de que quienes arrojaban objetos desde tejados prácticamente estaban "preparando un intento de asesinato".
Según explicó, se impidió la entrada en Alemania de "cientos" de personas que tenían previsto unirse a las protestas, pero se presume que muchos lograron pasar solos o en pequeños grupos y que introdujeron por separado en el país el equipamiento y el material para enfrentarse a la policía. "Calculamos que los círculos de extrema izquierda comenzaron a prepararse hace uno o dos años", señaló De Maizière, quien describió cómo muchos de los manifestantes encapuchados llevaban auriculares y aparatos para comunicarse e informarse de los movimientos de la policía.
El ministro criticó que desde círculos de izquierda se intente "entender o legitimar" lo ocurrido. "No hay nada que entender", señaló, y subrayó que "quienes queman coches y saquean supermercados" no pueden ser considerados ni manifestantes ni activistas, sino delincuentes.
Ante quienes consideran que la policía provocó la violencia al intervenir en las manifestaciones para separar a los encapuchados, De Maizière subrayó que cumplieron con un mandato legal y reveló que medio millar de agentes de seguridad resultaron heridos en los disturbios.
Según el balance realizado ayer por los responsables del operativo policial, desde dos semanas antes de la cumbre hasta su finalización resultaron heridos 476 agentes, se efectuaron 186 detenciones y 225 arrestos temporales y se dictaron 27 órdenes de detención.











