Los límites de la tolerancia
Un comercio sueco rechaza atender a una mujer porque ésta no llevaba el velo islámico
Una mujer iraní, nacionalizada sueca, ha informado de que recientemente fue expulsada de una tienda de ropa somalí situada a pocos kilómetros de Estocolmo porque no llevaba el velo islámico.
La compradora, que según ha explicado se sintió como si se “encontrara nuevamente en Irán” cuando fue invitada a abandonar el comercio, es una conocida activista sueca llamada Soheila Fors. Según ha detallado, estaba comprando varios vestidos cuando, en un momento dado, un hombre (presumiblemente, el dueño del negocio) entró en el local y alertó a la vendedora sobre el hecho de que la clienta no portaba hijab. “La mujer se volvió hacia mí y me dijo: 'Desafortunadamente, no puedes comprar nada’".
Fors ha explicado que muchas personas en las redes sociales le han animado a que presente cargos de discriminación contra la tienda, pero ella no lo ha hecho porque, en su opinión, esto podría dar lugar a un potencial conflicto étnico entre iraníes y los somalíes en Suecia.
La compradora, por el contrario, ha abogado por realizar un boicot a los negocios que utilizan estas prácticas y ha animado a los suecos a no gastar su dinero en tiendas islamistas.
Una mujer iraní, nacionalizada sueca, ha informado de que recientemente fue expulsada de una tienda de ropa somalí situada a pocos kilómetros de Estocolmo porque no llevaba el velo islámico.
La compradora, que según ha explicado se sintió como si se “encontrara nuevamente en Irán” cuando fue invitada a abandonar el comercio, es una conocida activista sueca llamada Soheila Fors. Según ha detallado, estaba comprando varios vestidos cuando, en un momento dado, un hombre (presumiblemente, el dueño del negocio) entró en el local y alertó a la vendedora sobre el hecho de que la clienta no portaba hijab. “La mujer se volvió hacia mí y me dijo: 'Desafortunadamente, no puedes comprar nada’".
Fors ha explicado que muchas personas en las redes sociales le han animado a que presente cargos de discriminación contra la tienda, pero ella no lo ha hecho porque, en su opinión, esto podría dar lugar a un potencial conflicto étnico entre iraníes y los somalíes en Suecia.
La compradora, por el contrario, ha abogado por realizar un boicot a los negocios que utilizan estas prácticas y ha animado a los suecos a no gastar su dinero en tiendas islamistas.