La Comisión Europea financia la “Propuesta de un plan de acogida de Refugiados en la provincia de Valladolid”
La Diputación de Valladolid (PP) maneja un plan para que miles de inmigrantes musulmanes ocupen las zonas rurales de la provincia
Los inmigrantes tendrían formación, vivienda, ayudas económicas y todos los derechos de un ciudadano español.
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La Diputación de Valladolid, presidida por Jesús Julio Carnero García (PP), tiene ya en sus manos el estudio que había encargado para valorar la posibilidad de introducir en la provincia a miles de inmigrantes musulmanes con el fin de que éstos ocuparan las zonas rurales vacías y despobladas del territorio.
El estudio, al que ha tenido acceso íntegramente La Tribuna del País Vasco, es una propuesta de 192 páginas desarrollada por la Asociación de Voluntariado de la Universidad de Valladolid y financiado por la Diputación Provincial de Valladolid en el marco de la Iniciativa “Rural Dear Agenda” de la Comisión Europea.
El trabajo comienza constatando que las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que la provincia de Valladolid seguirá perdiendo población durante los próximos años. “Si en la actualidad se alcanza la cifra de 523.679 personas, para el año 2031 las estimaciones nos sitúan en una población de 490.490”. Y, a continuación, losn autores de la investigación se preguntan “si es justo pensar que una buena acogida de personas refugiadas y migrantes puedan paliar este trágico problema. Esta, entre otras muchas razones, justifican sobradamente la razón de esta investigación”.
En este sentido, la “Propuesta de un plan de acogida de Refugiados en la provincia de Valladolid”, o “el Plan”, como se denomina en la investigación, “supone la formulación de una propuesta viable que contribuya a hacer realidad el doble objetivo de promover el desarrollo sostenible de la provincia y de proporcionar, desde ella, una adecuada solución al drama que sufre la población refugiada”.
Para ello, los autores de la propuesta consideran que su iniciativa, como decimos ya en manos de la Diputación de Valladolid, debe adaptarse a la legalidad vigente, “adecuando las actuaciones a las disposiciones contenidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Conferencia General de Naciones Unidas en 1948, al Estatuto de los Refugiados, aprobado en la Convención de Ginebra de 1951, al Protocolo sobre el citado Estatuto, adoptado en Nueva York en 1967, a la Constitución Española de 1978 y a la Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria”. Además, la propuesta adoptará “medidas orientadas a evitar cualquier tipo de discriminación y/o marginación hacia las personas y colectivos demandantes de asilo o que adquieran la condición de refugiados”, así como facilitará “la integración, facilitando la plena participación de las personas refugiadas en la vida política, económica, social y cultural del entorno de acogida”.
El Plan “Personas refugiadas y despoblación en la Provincia de Valladolid”, afirma expresamente tener los siguientes objetivos:
“Informar y concienciar a la población vallisoletana sobre los efectos positivos de la acogida, promoviendo la activa participación de vecinos, agentes sociales y administraciones públicas en el desarrollo de los procesos de integración”.
“Promover el desarrollo de actitudes positivas hacia las personas demandantes de asilo, fomentando la convivencia intercultural y previniendo cualquier tipo de comportamiento generador de situaciones de racismo, xenofobia o discriminación”.
“Valorar los procesos de acogida como una oportunidad para la promoción del desarrollo humano sostenible de la provincia, reconociendo su importante papel en la generación de mecanismos de desarrollo, de progreso, de empleo, de riqueza, de bienestar y de mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de Valladolid”.
“Fomentar la plena integración de las personas refugiadas y demandantes de asilo, asegurado su acceso, en igualdad de condiciones, a los bienes y servicios públicos disponibles para el conjunto de la ciudadanía”.
“Proporcionar a las personas herramientas para la mejor integración y para la participación activa en la sociedad, facilitando su acceso al conocimiento de la lengua castellana, así como de los elementos definitorios de la cultura española y de las normas democráticas de convivencia”.
“Generar condiciones que posibiliten el adecuado desarrollo profesional y la inserción laboral de las personas refugiadas, como medio para el logro de su propia autonomía y para la construcción de un proyecto de vida independiente”.
“Implicar a las personas refugiadas en la articulación del progreso social, humano y económico del entorno, mediante la adopción de actitudes y compromisos de solidaridad, cooperación y ayuda mutua que contribuyan al desarrollo comunitario”.
Para conseguir estos objetivos, el “Plan de Acogida de Refugiados en la Provincia de Valladolid” contempla la puesta en marcha de múltiples acciones concatenadas entre sí, y “secuenciadas en torno a las diferentes etapas que caracterizan a un complejo proceso de asentamiento, proceso que se inicia con la llegada de las personas y que culmina con la conquista de su plena inclusión social. En consecuencia, las actuaciones previstas en el desarrollo del Plan se presentan de manera ordenada para cada una de las fases del citado proceso”.
Recepción y acogida
En la fase denominada “Actuaciones de Recepción y Acogida”, el plan apela a la “sensibilización e información sobre el alcance, importancia y significado del acogimiento de personas refugiadas entre la población de las diferentes zonas de asentamiento”. En esta fase inicial, también se tratará de elaborar “protocolos y adopción de compromisos orientados a la construcción de un clima de convivencia, de respeto, de paz social y de desarrollo local”. Tales compromisos deben ser asumidos tanto por “las administraciones públicas y la ciudadanía en su conjunto como por las personas refugiadas”, y habrán de desarrollarse “los servicios básicos, para dar una rápida (y provisional) respuesta a las necesidades inmediatas de alojamiento, alimentación, vestido, aseo, salud y educación de las personas”.
Asentamiento
El “Plan de Acogida de Refugiados en la Provincia de Valladolid” prevé dotar de “vivienda y/o alojamiento a las personas o familias refugiadas, utilizando los recursos existentes en el entorno local”. Además, se adecuarán las redes de servicios sociales, sanitarios y educativos, para la integración, en sus prestaciones, de los nuevos grupos de población asentada” y, por supuesto, se implantará “un sistema de ayudas económicas de emergencia para la satisfacción inicial de las necesidades básicas”.
La Diputación de Valladolid, presidida por Jesús Julio Carnero García (PP), tiene ya en sus manos el estudio que había encargado para valorar la posibilidad de introducir en la provincia a miles de inmigrantes musulmanes con el fin de que éstos ocuparan las zonas rurales vacías y despobladas del territorio.
El estudio, al que ha tenido acceso íntegramente La Tribuna del País Vasco, es una propuesta de 192 páginas desarrollada por la Asociación de Voluntariado de la Universidad de Valladolid y financiado por la Diputación Provincial de Valladolid en el marco de la Iniciativa “Rural Dear Agenda” de la Comisión Europea.
El trabajo comienza constatando que las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que la provincia de Valladolid seguirá perdiendo población durante los próximos años. “Si en la actualidad se alcanza la cifra de 523.679 personas, para el año 2031 las estimaciones nos sitúan en una población de 490.490”. Y, a continuación, losn autores de la investigación se preguntan “si es justo pensar que una buena acogida de personas refugiadas y migrantes puedan paliar este trágico problema. Esta, entre otras muchas razones, justifican sobradamente la razón de esta investigación”.
En este sentido, la “Propuesta de un plan de acogida de Refugiados en la provincia de Valladolid”, o “el Plan”, como se denomina en la investigación, “supone la formulación de una propuesta viable que contribuya a hacer realidad el doble objetivo de promover el desarrollo sostenible de la provincia y de proporcionar, desde ella, una adecuada solución al drama que sufre la población refugiada”.
Para ello, los autores de la propuesta consideran que su iniciativa, como decimos ya en manos de la Diputación de Valladolid, debe adaptarse a la legalidad vigente, “adecuando las actuaciones a las disposiciones contenidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Conferencia General de Naciones Unidas en 1948, al Estatuto de los Refugiados, aprobado en la Convención de Ginebra de 1951, al Protocolo sobre el citado Estatuto, adoptado en Nueva York en 1967, a la Constitución Española de 1978 y a la Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria”. Además, la propuesta adoptará “medidas orientadas a evitar cualquier tipo de discriminación y/o marginación hacia las personas y colectivos demandantes de asilo o que adquieran la condición de refugiados”, así como facilitará “la integración, facilitando la plena participación de las personas refugiadas en la vida política, económica, social y cultural del entorno de acogida”.
El Plan “Personas refugiadas y despoblación en la Provincia de Valladolid”, afirma expresamente tener los siguientes objetivos:
“Informar y concienciar a la población vallisoletana sobre los efectos positivos de la acogida, promoviendo la activa participación de vecinos, agentes sociales y administraciones públicas en el desarrollo de los procesos de integración”.
“Promover el desarrollo de actitudes positivas hacia las personas demandantes de asilo, fomentando la convivencia intercultural y previniendo cualquier tipo de comportamiento generador de situaciones de racismo, xenofobia o discriminación”.
“Valorar los procesos de acogida como una oportunidad para la promoción del desarrollo humano sostenible de la provincia, reconociendo su importante papel en la generación de mecanismos de desarrollo, de progreso, de empleo, de riqueza, de bienestar y de mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de Valladolid”.
“Fomentar la plena integración de las personas refugiadas y demandantes de asilo, asegurado su acceso, en igualdad de condiciones, a los bienes y servicios públicos disponibles para el conjunto de la ciudadanía”.
“Proporcionar a las personas herramientas para la mejor integración y para la participación activa en la sociedad, facilitando su acceso al conocimiento de la lengua castellana, así como de los elementos definitorios de la cultura española y de las normas democráticas de convivencia”.
“Generar condiciones que posibiliten el adecuado desarrollo profesional y la inserción laboral de las personas refugiadas, como medio para el logro de su propia autonomía y para la construcción de un proyecto de vida independiente”.
“Implicar a las personas refugiadas en la articulación del progreso social, humano y económico del entorno, mediante la adopción de actitudes y compromisos de solidaridad, cooperación y ayuda mutua que contribuyan al desarrollo comunitario”.
Para conseguir estos objetivos, el “Plan de Acogida de Refugiados en la Provincia de Valladolid” contempla la puesta en marcha de múltiples acciones concatenadas entre sí, y “secuenciadas en torno a las diferentes etapas que caracterizan a un complejo proceso de asentamiento, proceso que se inicia con la llegada de las personas y que culmina con la conquista de su plena inclusión social. En consecuencia, las actuaciones previstas en el desarrollo del Plan se presentan de manera ordenada para cada una de las fases del citado proceso”.
Recepción y acogida
En la fase denominada “Actuaciones de Recepción y Acogida”, el plan apela a la “sensibilización e información sobre el alcance, importancia y significado del acogimiento de personas refugiadas entre la población de las diferentes zonas de asentamiento”. En esta fase inicial, también se tratará de elaborar “protocolos y adopción de compromisos orientados a la construcción de un clima de convivencia, de respeto, de paz social y de desarrollo local”. Tales compromisos deben ser asumidos tanto por “las administraciones públicas y la ciudadanía en su conjunto como por las personas refugiadas”, y habrán de desarrollarse “los servicios básicos, para dar una rápida (y provisional) respuesta a las necesidades inmediatas de alojamiento, alimentación, vestido, aseo, salud y educación de las personas”.
Asentamiento
El “Plan de Acogida de Refugiados en la Provincia de Valladolid” prevé dotar de “vivienda y/o alojamiento a las personas o familias refugiadas, utilizando los recursos existentes en el entorno local”. Además, se adecuarán las redes de servicios sociales, sanitarios y educativos, para la integración, en sus prestaciones, de los nuevos grupos de población asentada” y, por supuesto, se implantará “un sistema de ayudas económicas de emergencia para la satisfacción inicial de las necesidades básicas”.