Los servicios de inteligencia franceses encontraron entre los empleados locales de las embajadas de Francia en el Reino Unido y Catar a varias personas relacionadas con los movimientos yihadistas.

En Catar, los agentes de seguridad locales mantenían relaciones preocupantes con movimientos cercanos al Estado Islámico, mientras que en Londres había un trabajador administrativo radicalizado. "Tenemos un problema real con los empleados locales", reconoció un diplomático francés en el reportaje de "Le Canard Enchaîné". "Se han tomado medidas muy fuertes para sensibilizar al personal sobre cualquier tipo de radicalización. Las discusiones con los servicios de inteligencia locales antes de habilitar al personal local, se han intensificado", anunció Agnès Romatet-Espagne, la portavoz del Quai d' Orsay.

Jean-Yves Le Drian, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, obtuvo 67 millones de euros para reforzar la seguridad de las representaciones francesas en el extranjero.