La gran pregunta que se hacen los españoles
¿Qué pasará el próximo 1 de octubre?, ¿Qué ocurrirá después?
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¿Que pasará el próximo día 1 de octubre en Cataluña?, ¿Qué ocurrirá en los meses posteriores a esa fecha? Pocas cosas hay seguras según los expertos consultados por La Tribuna del País Vasco, salvo una: Cataluña no será independiente, al menos en los próximos años. Como explica un experto policial que pide mantenerse en el anonimato, “solamente hay una posibilidad de que Cataluña logre la independencia. Y es por un procedimiento pactado con el Estado español que solamente podrá darse en el caso de que la extrema izquierda, incluyendo en esta categoría al PSOE de Pedro Sánchez (o similar), alcanzara una mayoría absoluta en el Parlamento y en el Senado de Madrid. Solamente este hecho improbable, pero no imposible, podría facilitar las cosas para una desanexión pactada de la región de Cataluña. Todo lo demás es palabrería, demagogia y ganas de tensar la situación hasta el punto de que estallen brotes de violencia que podrían alisar el camino para que se produjera el fenómeno antes señalado”.
@verdadesofenden, uno de los grandes referentes ideológicos del análisis de centro-derecho en las redes sociales, tampoco cree que Cataluña llegará a independizarse, ya que “la autonomía está intervenida económicamente por negarse a rendir cuentas de un dinero que no tiene y pide prestado. Pero si Rajoy asumió la rendición ante la banda terrorista ETA que en su momento orquestó Zapatero, también asumirá el inventado federalismo asimetrico que propone Sanchez como mal menor”. Será, en opinión, de @verdadesofenden, “un último navajazo a la piel de toro que nos ensarta nuestra endogámica casta política. España, la nación mas vieja de Europa, se rompería bajo el paraguas de una nueva memoria histórica cocinada ad-hoc”.
En la misma línea camina la reflexión del escritor y periodista César Vidal, que en una reciente entrevista exclusiva publicada en La Tribuna del País Vasco, explica que “Rajoy y otros que han decidido convertir España en la almoneda de sus conveniencias y querrán pactar con el nacionalismo catalán una reforma de la Constitución que permita un mayor saqueo de la mayoría por minorías desalmadas. Rajoy está permitiendo que los enemigos de España perpetren un golpe contra ella y, por lo visto, ha decidido persuadirlos vaciando más los bolsillos de los españoles y entregando el fruto del saqueo a los traidores”.
David R., experto politólogo y responsable de análisis antiterrorista en La Tribuna del País Vasco, ofrece otro punto de vista, no menos dramático. “Está escrito en el firmamento que el día 1 de octubre se va a liar, porque los secesionistas, con el Gobierno autonómico a la cabeza, van a colocar urnas en muchos puntos de Cataluña; porque muchos ciudadanos saldrán a las calles indistintamente de que haya urnas, cajas de cartón, huchas de latón, bolsas de basura, o no, y porque los radicales de la CUP y de las organizaciones juveniles anti-sistema no podrán estarse quietos y tendrán que llamar la atención a su manera. Ya lo han anunciado. También se producirá un salto cualitativo y cuantitativo, porque ocurra lo que ocurra el día 1 de octubre, el problema que han creado los secesionistas y los anarquistas no solo no se resolverá ni se aminorará, sino todo lo contrario: se amplificará y dinamizará”.
De hecho, David R. no duda en afirmar que la polarización política, tras el 1 de octubre, aumentará hasta el punto de que la fractura en las familias se consolidará, las mentiras se renovarán y actualizarán, y surgirán nuevos agravios y acusaciones contra España y los españoles. “Los españoles patriotas nos enfadaremos cada vez más y el discurso hacia un Gobierno débil se tornará más exigente y crítico. Esto afectará al panorama político español, y podría ser el detonador que activase unas elecciones generales anticipadas".
David R, además, no se olvida del punto de vista económico: “Las agencias de calificación de deuda revisarán a la baja la de Cataluña (ya lo han avisado) y eso afectará al bono español; pero la constatación de la inviabilidad de un proyecto financiero como el inexistente de los secesionistas, la creciente inseguridad jurídica y la ausencia de gestión cotidiana, acelerará la fuga de empresas (muchas de gran tamaño, que ya tienen planificado su cambio de domicilio social a otros lugares, preferentemente Madrid y Aragón; y eso repercutirá directamente en la tasa de empleo y en los niveles de riqueza de la región”.
Y es que la situación no tiene ningún viso de mejorar, en opinión de David R.: “Queridos españoles, vayámonos preparando, a partir del día 1 de octubre, para soportar más despropósitos, más desastres, más vergüenza, más delitos, más radicalización y más violencia. Porque según los antisistema de la CUP, después de esa fecha ‘empieza el Mambo’, que como todo el mundo sabe es un baile feroz y con ritmos sincopados, originario de… Cuba”.
José Manuel Cansino, economista, analista político y profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, también incide en la cuestión económica. "La intervención de las cuentas públicas de la Generalidad catalana por parte del Ministerio de Hacienda aún se acentuará antes del 1 de octubre. Nada hay que apunte a la que la autonomía financiera de Cataluña se recupere en un corto periodo de tiempo. Es razonable suponer que el cobro de las nóminas, el pago a proveedores o las subvenciones a los agricultores catalanes pasen a ser gestionadas por el Estado. De facto, estaremos ante una aplicación del artículo 155 de la Consitución, se invoque formalmente o no". Y el profesor sevillano, añade: "En lo demás no hay consenso para una reforma constitucional pero si se pusiera en marcha, no cabe duda de que la opinión pública es cada vez más partidaria de garantizar la igualdad en la prestación de los derechos fundamentales a través de la Administración General del Estado. Finalmente, ninguno de los aliados internacionales de España está dispuesto a reconocer a una Cataluña independiente que distorsione los difíciles equilibrios entre Europa, EEUU, Rusia y China".
El escritor y articulista Ernesto Ladrón de Guevara prefiere dar la vuelta al argumento y señalar qué es lo que se debe hacer para acabar de una vez por todas con el golpismo catalán. “Debemos exigir a los tres principales partidos llamados constitucionalistas que se pongan de acuerdo de una vez, al margen de intereses sectarios. Algunas medidas que han de acordar con carácter estructural son pactos de Estado en Educación, en políticas lingüísticas, en reforma de la ley electoral y en el fortalecimiento del Estado recuperando competencias que nunca debería haber cedido. Entre ellas están las establecidas en la Constitución –no hay que salirse de ella- como es el ordenamiento del sistema educativo, la Alta Inspección del Estado y su operatividad real, no solamente sobre el papel, un currículo unitario, con un margen no mayor de un 30% para contenidos que se refieran al contexto cultural regional; y un cuerpo de Estado único de profesorado en todos los niveles educativos. O se cumple esta tarea o no habrá nada que hacer en el crecimiento de los separatismos y en la balcanización de España. Ya es hora de haber aprendido. Repito que todo esto está amparado por la Constitución”.
J. P. D., un experto policial francés gran conocedor de los movimientos nacionalistas europeos, no duda en dibujar el panorama político en toda su crudeza: “El Estado español deber recuperar todas las competencias que ahora mantiene el Gobierno regional catalán, suspendiendo la autonomía en su totalidad y juzgando por alta traición a los líderes políticos de este Golpe de Estado contra la democracia española. Si esto no se hace así, el problema de Cataluña irá empeorando exponencialmene. Habrá más violencia, más desobediencia, más efecto contagio y más caos. En todo el país”.
Raúl González Zorrilla, director de La Tribuna del País Vasco, no tiene dudas: “Es necesario detener, juzgar y encarcelar a los líderes políticos nacionalistas y de la extrema izquierda catalana que han dado luz a esta situación golpista. Hacer esto es fundamental para comenzar a dar la vuelta a las cosas. Las leyes democráticas están para cumplirse. La chusma política, intelectual y cultural que forman los independentistas catalanes y la extrema izquierda española son, sin duda, los máximos responsables de esta situación internacionalmente vergonzosa a la que hemos llegado. Pero hay otros niveles de responsabilidad. La inacción dolosa del actual Gobierno del PP; el discurso ignorante, penoso y corrosivo de los socialistas, que con su ‘nación de naciones’ lo único que hacen es legitimar a los más bestias del lugar. Y, por supuesto, hay una gravísima responsabilidad, por omisión de funciones, en el rey Felipe VI, que ha vuelto a descubrirse como una absoluta inutilidad que refleja a la perfección lo ridículas e inanes que son las monarquías europeas en el siglo XXI. Y también habría que hablar del Ejército español, al que hay que exigir más fuerza y convencimiento y menos complejos en la defensa activa de la democracia española que se levanta, no hay olvidarlo, sobre la nación española. Menos nación es menos democracia. Y por eso estamos como estamos…”.
Josele Sánchez, director de La Tribuna de Cartagena, no es menos contundente. “Se ha utilizado la manipulación del pensamiento con varias generaciones de catalanes a través del control de la educación y de los medios de comunicación, tanto públicos como privados. Así las cosas, el veneno inyectado contra España, corre por la sangre intelectual y emocional de los catalanes. Decía José Antonio (refiriéndose a la Revolución de Asturias del 34) que las revoluciones primero se sofocan y después se averigua las causan para que no vuelvan a suceder. Sofocar esta revolución implica, necesariamente, aplicar con toda la dureza que sea necesaria el artículo 155 de la inservible Constitución Española. Regenerar la salud moral e intelectual de todo un pueblo va a resultar mucho más complicado. La ley –como los tanques- sirve para sofocar sediciones. Sólo la pedagogía y un sugestivo proyecto nuevo de vida en común podrán cambiar la forma de ser, sentir y actuar del pueblo de Cataluña”.
Entre los consultados, el escritor y periodista Iñaki Ezkerra es uno de los pocos que mantiene la confianza en el Gobierno central para volver a encarrilar el desaguisado. “El 1-O me preocupa, pero me preocupa más lo que suceda en el día después y en los meses siguientes. Creo que, por su temple, Rajoy es el bombero perfecto para apagar ese incendio. El problema es que los bomberos necesitan algo más que temple. En este país hacen falta una verdadera política de Estado y un eficaz sistema anti-incendios nacionalistas, así como una verdadera pedagogía democrática, que no se ha hecho en 40 años. Dicho esto, no hay más opción que cerrar filas en torno al Gobierno. Lo contrario es ayudar al secesionismo”.
Javier García Isac, periodista y director de Radio Ya, resume perfectamente el dilema al que se enfrenta el país: “No me preocupa tanto lo que sucederá el día 1, si no lo que sucederá el día 2. Puigdemont solo tiene dos posibilidades después de la celebración de la butifarrada, o da marcha atrás y convoca, de forma muy indignada y airada, elecciones autonómicas anticipadas, o declara de forma unilateral la independencia de Cataluña. En ese caso Rajoy no tendrá más remedio que suspender la autonomía”.
¿Que pasará el próximo día 1 de octubre en Cataluña?, ¿Qué ocurrirá en los meses posteriores a esa fecha? Pocas cosas hay seguras según los expertos consultados por La Tribuna del País Vasco, salvo una: Cataluña no será independiente, al menos en los próximos años. Como explica un experto policial que pide mantenerse en el anonimato, “solamente hay una posibilidad de que Cataluña logre la independencia. Y es por un procedimiento pactado con el Estado español que solamente podrá darse en el caso de que la extrema izquierda, incluyendo en esta categoría al PSOE de Pedro Sánchez (o similar), alcanzara una mayoría absoluta en el Parlamento y en el Senado de Madrid. Solamente este hecho improbable, pero no imposible, podría facilitar las cosas para una desanexión pactada de la región de Cataluña. Todo lo demás es palabrería, demagogia y ganas de tensar la situación hasta el punto de que estallen brotes de violencia que podrían alisar el camino para que se produjera el fenómeno antes señalado”.
@verdadesofenden, uno de los grandes referentes ideológicos del análisis de centro-derecho en las redes sociales, tampoco cree que Cataluña llegará a independizarse, ya que “la autonomía está intervenida económicamente por negarse a rendir cuentas de un dinero que no tiene y pide prestado. Pero si Rajoy asumió la rendición ante la banda terrorista ETA que en su momento orquestó Zapatero, también asumirá el inventado federalismo asimetrico que propone Sanchez como mal menor”. Será, en opinión, de @verdadesofenden, “un último navajazo a la piel de toro que nos ensarta nuestra endogámica casta política. España, la nación mas vieja de Europa, se rompería bajo el paraguas de una nueva memoria histórica cocinada ad-hoc”.
En la misma línea camina la reflexión del escritor y periodista César Vidal, que en una reciente entrevista exclusiva publicada en La Tribuna del País Vasco, explica que “Rajoy y otros que han decidido convertir España en la almoneda de sus conveniencias y querrán pactar con el nacionalismo catalán una reforma de la Constitución que permita un mayor saqueo de la mayoría por minorías desalmadas. Rajoy está permitiendo que los enemigos de España perpetren un golpe contra ella y, por lo visto, ha decidido persuadirlos vaciando más los bolsillos de los españoles y entregando el fruto del saqueo a los traidores”.
David R., experto politólogo y responsable de análisis antiterrorista en La Tribuna del País Vasco, ofrece otro punto de vista, no menos dramático. “Está escrito en el firmamento que el día 1 de octubre se va a liar, porque los secesionistas, con el Gobierno autonómico a la cabeza, van a colocar urnas en muchos puntos de Cataluña; porque muchos ciudadanos saldrán a las calles indistintamente de que haya urnas, cajas de cartón, huchas de latón, bolsas de basura, o no, y porque los radicales de la CUP y de las organizaciones juveniles anti-sistema no podrán estarse quietos y tendrán que llamar la atención a su manera. Ya lo han anunciado. También se producirá un salto cualitativo y cuantitativo, porque ocurra lo que ocurra el día 1 de octubre, el problema que han creado los secesionistas y los anarquistas no solo no se resolverá ni se aminorará, sino todo lo contrario: se amplificará y dinamizará”.
De hecho, David R. no duda en afirmar que la polarización política, tras el 1 de octubre, aumentará hasta el punto de que la fractura en las familias se consolidará, las mentiras se renovarán y actualizarán, y surgirán nuevos agravios y acusaciones contra España y los españoles. “Los españoles patriotas nos enfadaremos cada vez más y el discurso hacia un Gobierno débil se tornará más exigente y crítico. Esto afectará al panorama político español, y podría ser el detonador que activase unas elecciones generales anticipadas".
David R, además, no se olvida del punto de vista económico: “Las agencias de calificación de deuda revisarán a la baja la de Cataluña (ya lo han avisado) y eso afectará al bono español; pero la constatación de la inviabilidad de un proyecto financiero como el inexistente de los secesionistas, la creciente inseguridad jurídica y la ausencia de gestión cotidiana, acelerará la fuga de empresas (muchas de gran tamaño, que ya tienen planificado su cambio de domicilio social a otros lugares, preferentemente Madrid y Aragón; y eso repercutirá directamente en la tasa de empleo y en los niveles de riqueza de la región”.
Y es que la situación no tiene ningún viso de mejorar, en opinión de David R.: “Queridos españoles, vayámonos preparando, a partir del día 1 de octubre, para soportar más despropósitos, más desastres, más vergüenza, más delitos, más radicalización y más violencia. Porque según los antisistema de la CUP, después de esa fecha ‘empieza el Mambo’, que como todo el mundo sabe es un baile feroz y con ritmos sincopados, originario de… Cuba”.
José Manuel Cansino, economista, analista político y profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, también incide en la cuestión económica. "La intervención de las cuentas públicas de la Generalidad catalana por parte del Ministerio de Hacienda aún se acentuará antes del 1 de octubre. Nada hay que apunte a la que la autonomía financiera de Cataluña se recupere en un corto periodo de tiempo. Es razonable suponer que el cobro de las nóminas, el pago a proveedores o las subvenciones a los agricultores catalanes pasen a ser gestionadas por el Estado. De facto, estaremos ante una aplicación del artículo 155 de la Consitución, se invoque formalmente o no". Y el profesor sevillano, añade: "En lo demás no hay consenso para una reforma constitucional pero si se pusiera en marcha, no cabe duda de que la opinión pública es cada vez más partidaria de garantizar la igualdad en la prestación de los derechos fundamentales a través de la Administración General del Estado. Finalmente, ninguno de los aliados internacionales de España está dispuesto a reconocer a una Cataluña independiente que distorsione los difíciles equilibrios entre Europa, EEUU, Rusia y China".
El escritor y articulista Ernesto Ladrón de Guevara prefiere dar la vuelta al argumento y señalar qué es lo que se debe hacer para acabar de una vez por todas con el golpismo catalán. “Debemos exigir a los tres principales partidos llamados constitucionalistas que se pongan de acuerdo de una vez, al margen de intereses sectarios. Algunas medidas que han de acordar con carácter estructural son pactos de Estado en Educación, en políticas lingüísticas, en reforma de la ley electoral y en el fortalecimiento del Estado recuperando competencias que nunca debería haber cedido. Entre ellas están las establecidas en la Constitución –no hay que salirse de ella- como es el ordenamiento del sistema educativo, la Alta Inspección del Estado y su operatividad real, no solamente sobre el papel, un currículo unitario, con un margen no mayor de un 30% para contenidos que se refieran al contexto cultural regional; y un cuerpo de Estado único de profesorado en todos los niveles educativos. O se cumple esta tarea o no habrá nada que hacer en el crecimiento de los separatismos y en la balcanización de España. Ya es hora de haber aprendido. Repito que todo esto está amparado por la Constitución”.
J. P. D., un experto policial francés gran conocedor de los movimientos nacionalistas europeos, no duda en dibujar el panorama político en toda su crudeza: “El Estado español deber recuperar todas las competencias que ahora mantiene el Gobierno regional catalán, suspendiendo la autonomía en su totalidad y juzgando por alta traición a los líderes políticos de este Golpe de Estado contra la democracia española. Si esto no se hace así, el problema de Cataluña irá empeorando exponencialmene. Habrá más violencia, más desobediencia, más efecto contagio y más caos. En todo el país”.
Raúl González Zorrilla, director de La Tribuna del País Vasco, no tiene dudas: “Es necesario detener, juzgar y encarcelar a los líderes políticos nacionalistas y de la extrema izquierda catalana que han dado luz a esta situación golpista. Hacer esto es fundamental para comenzar a dar la vuelta a las cosas. Las leyes democráticas están para cumplirse. La chusma política, intelectual y cultural que forman los independentistas catalanes y la extrema izquierda española son, sin duda, los máximos responsables de esta situación internacionalmente vergonzosa a la que hemos llegado. Pero hay otros niveles de responsabilidad. La inacción dolosa del actual Gobierno del PP; el discurso ignorante, penoso y corrosivo de los socialistas, que con su ‘nación de naciones’ lo único que hacen es legitimar a los más bestias del lugar. Y, por supuesto, hay una gravísima responsabilidad, por omisión de funciones, en el rey Felipe VI, que ha vuelto a descubrirse como una absoluta inutilidad que refleja a la perfección lo ridículas e inanes que son las monarquías europeas en el siglo XXI. Y también habría que hablar del Ejército español, al que hay que exigir más fuerza y convencimiento y menos complejos en la defensa activa de la democracia española que se levanta, no hay olvidarlo, sobre la nación española. Menos nación es menos democracia. Y por eso estamos como estamos…”.
Josele Sánchez, director de La Tribuna de Cartagena, no es menos contundente. “Se ha utilizado la manipulación del pensamiento con varias generaciones de catalanes a través del control de la educación y de los medios de comunicación, tanto públicos como privados. Así las cosas, el veneno inyectado contra España, corre por la sangre intelectual y emocional de los catalanes. Decía José Antonio (refiriéndose a la Revolución de Asturias del 34) que las revoluciones primero se sofocan y después se averigua las causan para que no vuelvan a suceder. Sofocar esta revolución implica, necesariamente, aplicar con toda la dureza que sea necesaria el artículo 155 de la inservible Constitución Española. Regenerar la salud moral e intelectual de todo un pueblo va a resultar mucho más complicado. La ley –como los tanques- sirve para sofocar sediciones. Sólo la pedagogía y un sugestivo proyecto nuevo de vida en común podrán cambiar la forma de ser, sentir y actuar del pueblo de Cataluña”.
Entre los consultados, el escritor y periodista Iñaki Ezkerra es uno de los pocos que mantiene la confianza en el Gobierno central para volver a encarrilar el desaguisado. “El 1-O me preocupa, pero me preocupa más lo que suceda en el día después y en los meses siguientes. Creo que, por su temple, Rajoy es el bombero perfecto para apagar ese incendio. El problema es que los bomberos necesitan algo más que temple. En este país hacen falta una verdadera política de Estado y un eficaz sistema anti-incendios nacionalistas, así como una verdadera pedagogía democrática, que no se ha hecho en 40 años. Dicho esto, no hay más opción que cerrar filas en torno al Gobierno. Lo contrario es ayudar al secesionismo”.
Javier García Isac, periodista y director de Radio Ya, resume perfectamente el dilema al que se enfrenta el país: “No me preocupa tanto lo que sucederá el día 1, si no lo que sucederá el día 2. Puigdemont solo tiene dos posibilidades después de la celebración de la butifarrada, o da marcha atrás y convoca, de forma muy indignada y airada, elecciones autonómicas anticipadas, o declara de forma unilateral la independencia de Cataluña. En ese caso Rajoy no tendrá más remedio que suspender la autonomía”.