En octubre, una nueva ley entrará en vigor en Alemania que impondrá enormes multas a las redes sociales si no suprimen los contenidos ilegales, incluyendo el discurso de odio. Esta ley obligará a las empresas más grandes – las que tengan más de dos millones de usuarios alemanes - a eliminar cualquier tipo de discurso de odio “obviamente ilegal” dentro de las 24 horas posteriores a su publicación. En el caso de comentarios cuya “ilegalidad” no es evidente a la primera vista, las compañías como Facebook e Instagram tendrán siete días para considerar el asunto y, si es apropiado, borrar los mensajes. El incumplimiento de estos plazos podría acarrear multas de hasta 50 millones de euros.

La ley no introduce cambios en cuanto a lo que se considera discurso de odio en Alemania y tampoco crea nuevos delitos. La disposición simplemente cita secciones del Código Penal alemán que enumera los diferentes formas del discurso ilegal en línea. Las categorías van desde "la formación de organizaciones terroristas" hasta conceptos mucho más vagos como "la difamación de religiones, asociaciones religiosas e ideológicas".
 

Los partidarios de la ley, y el gobierno alemán, argumentan que la nueva norma obligará a las empresas de medios sociales a actuar proactivamente contra el discurso de odio. Sin embargo, según los críticos del nuevo reglamento, los plazos cortos, junto con las multas muy elevadas, empujarán a las redes sociales a ser demasiado cautelosas y eliminar enormes cantidades de contenido, incluso materiales que son perfectamente legales.