Jon Casais
Miserable PNV
![[Img #12282]](upload/img/periodico/img_12282.jpg)
Como ha hecho a lo largo de toda su historia, el PNV quiere ser, al mismo tiempo, Gobierno y oposición, autonomista e independentista, víctima y verdugo. Ahora vuelve a intentarlo. Tras presentarse a sí mismo como un partido “responsable”, alejado de las políticas incendiarias que “otros” llevan a cabo en “otras comunidades”, y asegurar que apoyaría al PP en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2018 a cambio de algo más de 4.300 millones de euros, los nacionalistas dicen ahora que no, que ellos también se suman a la corriente incendiaria y antisistema que Puigdemont ha instaurado en Cataluña. “Tenemos que ver cómo responde el Gobierno a lo está sucediendo en Cataluña”, dicen Ortuzar y compañía y, mientras eso ocurre, no dudan en poner en peligro la enorme cantidad de dinero que, según ellos mismos, habían obtenido “del Estado” para Euskadi. El PNV se ve a sí mismo como el mediador natural entre el Gobierno del PP y la chusma golpista catalana y, de hecho, hay algunos líderes de este partido, como Joseba Iribar, que se ven como los “primos de Zumosol” de los independentistas orientales. Y, por eso, se han autoproclamado como los vigilantes del “proceso”. Cristóbal Montoro ya lo ha confirmado: este viernes no se aprobarán los Presupuestos Generales del Estado para 2018 porque el Gobierno "no tiene seguridad en los apoyos" para sacarlos adelante. Y el PNV, nuevamente, se pone a pescar en río revuelto, que es lo que mejor saben hacer los miserables.
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Como ha hecho a lo largo de toda su historia, el PNV quiere ser, al mismo tiempo, Gobierno y oposición, autonomista e independentista, víctima y verdugo. Ahora vuelve a intentarlo. Tras presentarse a sí mismo como un partido “responsable”, alejado de las políticas incendiarias que “otros” llevan a cabo en “otras comunidades”, y asegurar que apoyaría al PP en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2018 a cambio de algo más de 4.300 millones de euros, los nacionalistas dicen ahora que no, que ellos también se suman a la corriente incendiaria y antisistema que Puigdemont ha instaurado en Cataluña. “Tenemos que ver cómo responde el Gobierno a lo está sucediendo en Cataluña”, dicen Ortuzar y compañía y, mientras eso ocurre, no dudan en poner en peligro la enorme cantidad de dinero que, según ellos mismos, habían obtenido “del Estado” para Euskadi. El PNV se ve a sí mismo como el mediador natural entre el Gobierno del PP y la chusma golpista catalana y, de hecho, hay algunos líderes de este partido, como Joseba Iribar, que se ven como los “primos de Zumosol” de los independentistas orientales. Y, por eso, se han autoproclamado como los vigilantes del “proceso”. Cristóbal Montoro ya lo ha confirmado: este viernes no se aprobarán los Presupuestos Generales del Estado para 2018 porque el Gobierno "no tiene seguridad en los apoyos" para sacarlos adelante. Y el PNV, nuevamente, se pone a pescar en río revuelto, que es lo que mejor saben hacer los miserables.










