Tras varias reuniones secretas con Pedro Sánchez
Mariano Rajoy ofreció a Carles Puigdemont la ruptura territorial de España si no declaraba la independencia de Cataluña
![[Img #12414]](upload/img/periodico/img_12414.png)
Según ha podido saber La Tribuna del País Vasco, desde el pasado verano han sido varias las ocasiones en las que Mariano Rajoy se ha reunido en secreto con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, buscando acordar una propuesta conjunta que ofrecer a Carlos Puigdemont con el fin de que éste se mostrara decidido a poner fin a su Golpe de Estado secesionista.
Si hace ahora algo más de diez años, el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero no dudó en romper el dibujo territorial español ofreciendo a la banda terrorista ETA la unificación del País Vasco y Navarra con el fin de que los criminales declararan una alto el fuego, ahora ha sido Mariano Rajoy quien, con el aval de Pedro Sánchez, ha vuelto a poner contra las cuerdas el equilibrio territorial de España haciendo llegar al máximo representante de la Generalidad, a través de varios mediadores eclesiales, una propuesta difícil de rechazar por parte de éste:
Ventajas fiscales para Cataluña similares a las que el País Vasco y Navarra mantienen a través de sus respectivos y privilegiados conciertos económicos.
Reconocimiento de Cataluña como una “nación” dentro de la nación española, definición imposible en sus términos pero que desde hace varios meses viene defendiendo el PSOE de Pedro Sánchez.
Posible presencia de Cataluña en algunos organismos internacionales.
Garantía al Gobierno catalán de que el Estado se hará cargo indefinidamente del déficit en las pensiones que tiene la región.
Según ha podido saber La Tribuna del País Vasco, en principio la propuesta de Rajoy fue bien recibida por el entorno golpista de Puigdemont, aunque, finalmente, fueron dos los factores que contribuyeron a que éste rechazara las dádivas y se lanzara a la proclamación de la independencia para Cataluña: por una parte, la presión de la CUP y de la extrema izquierda política que apoya a la Generalidad para que se llegara hasta el final y, por otro lado, la necesidad de que en España se necesitara un referéndum para aprobar los cambios constitucionales ofrecidos por duo socialdemócrata PP-PSOE. El miedo a que los ciudadanos se mostraron reacios a aceptar las extraordinarias ventajas concedidas a Cataluña hizo que Puigdemont no dudara en seguir adelante en su camino hacia el más absoluto de los fracasos.
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Según ha podido saber La Tribuna del País Vasco, desde el pasado verano han sido varias las ocasiones en las que Mariano Rajoy se ha reunido en secreto con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, buscando acordar una propuesta conjunta que ofrecer a Carlos Puigdemont con el fin de que éste se mostrara decidido a poner fin a su Golpe de Estado secesionista.
Si hace ahora algo más de diez años, el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero no dudó en romper el dibujo territorial español ofreciendo a la banda terrorista ETA la unificación del País Vasco y Navarra con el fin de que los criminales declararan una alto el fuego, ahora ha sido Mariano Rajoy quien, con el aval de Pedro Sánchez, ha vuelto a poner contra las cuerdas el equilibrio territorial de España haciendo llegar al máximo representante de la Generalidad, a través de varios mediadores eclesiales, una propuesta difícil de rechazar por parte de éste:
Ventajas fiscales para Cataluña similares a las que el País Vasco y Navarra mantienen a través de sus respectivos y privilegiados conciertos económicos.
Reconocimiento de Cataluña como una “nación” dentro de la nación española, definición imposible en sus términos pero que desde hace varios meses viene defendiendo el PSOE de Pedro Sánchez.
Posible presencia de Cataluña en algunos organismos internacionales.
Garantía al Gobierno catalán de que el Estado se hará cargo indefinidamente del déficit en las pensiones que tiene la región.
Según ha podido saber La Tribuna del País Vasco, en principio la propuesta de Rajoy fue bien recibida por el entorno golpista de Puigdemont, aunque, finalmente, fueron dos los factores que contribuyeron a que éste rechazara las dádivas y se lanzara a la proclamación de la independencia para Cataluña: por una parte, la presión de la CUP y de la extrema izquierda política que apoya a la Generalidad para que se llegara hasta el final y, por otro lado, la necesidad de que en España se necesitara un referéndum para aprobar los cambios constitucionales ofrecidos por duo socialdemócrata PP-PSOE. El miedo a que los ciudadanos se mostraron reacios a aceptar las extraordinarias ventajas concedidas a Cataluña hizo que Puigdemont no dudara en seguir adelante en su camino hacia el más absoluto de los fracasos.




















