Tienen un coste de 158 millones de euros
Badajoz y Lanzarote, bases de los primeros grandes drones del Ejército español
![[Img #12533]](upload/img/periodico/img_12533.png)
Con casi un año de retraso sobre el plan previsto, el Ejército español dispondrá en los próximos meses de los cuatro drones MQ-9 Reaper que encargó en 2015 por un valor total de 158 millones de euros.
Los aviones controlados a remoto tendrán su base principal en Talavera la Real (Badajoz) y como base de despliegue secundaria el Aeródromo Militar de Lanzarote, situado a pocos kilómetros de Arrecife, la capital de la isla canaria.
Cada dron Reaper, para obtener su máxima utilidad, necesita que en las estaciones móviles de tierra se encuentren un piloto y un operador de sistemas (sensores de radar e infrarrojos).
Los drones MQ-9 Reaper, que están fabricados por la empresa General Atomics, llevan tiempo siendo muy utilizados por países como Francia, especialmente en el Sahel, y también por Fuerzas Aéreas de Italia, Reino Unido, Holanda y, por supuesto, Estados Unidos.
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Según la información facilitada tras el Consejo de Ministros en el que se autorizó la compra de este equipamiento, las posibles operaciones en las que estos drones del Ejército español podrían verse involucrados atendiendo a “la naturaleza asimétrica de los nuevos conflictos” son, entre otras, las siguientes:
1. Realizar, tanto en el entorno terrestre como marítimo, misiones de reconocimiento, vigilancia, designación de objetivos, evaluación táctica de daños y relé de comunicaciones.
2. Misiones de apoyo en combate y en batallas de guerra electrónica.
3. Misiones de detección de amenazas NBQR (nuclear, biológica, química o radiológica).
4. Detección de IED (artefactos explosivos improvisados) desde el aire.
5. Apoyo al salvamento y rescate aéreo.
![[Img #12533]](upload/img/periodico/img_12533.png)
Con casi un año de retraso sobre el plan previsto, el Ejército español dispondrá en los próximos meses de los cuatro drones MQ-9 Reaper que encargó en 2015 por un valor total de 158 millones de euros.
Los aviones controlados a remoto tendrán su base principal en Talavera la Real (Badajoz) y como base de despliegue secundaria el Aeródromo Militar de Lanzarote, situado a pocos kilómetros de Arrecife, la capital de la isla canaria.
Cada dron Reaper, para obtener su máxima utilidad, necesita que en las estaciones móviles de tierra se encuentren un piloto y un operador de sistemas (sensores de radar e infrarrojos).
Los drones MQ-9 Reaper, que están fabricados por la empresa General Atomics, llevan tiempo siendo muy utilizados por países como Francia, especialmente en el Sahel, y también por Fuerzas Aéreas de Italia, Reino Unido, Holanda y, por supuesto, Estados Unidos.
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Según la información facilitada tras el Consejo de Ministros en el que se autorizó la compra de este equipamiento, las posibles operaciones en las que estos drones del Ejército español podrían verse involucrados atendiendo a “la naturaleza asimétrica de los nuevos conflictos” son, entre otras, las siguientes:
1. Realizar, tanto en el entorno terrestre como marítimo, misiones de reconocimiento, vigilancia, designación de objetivos, evaluación táctica de daños y relé de comunicaciones.
2. Misiones de apoyo en combate y en batallas de guerra electrónica.
3. Misiones de detección de amenazas NBQR (nuclear, biológica, química o radiológica).
4. Detección de IED (artefactos explosivos improvisados) desde el aire.
5. Apoyo al salvamento y rescate aéreo.




















