Reunión de terroristas en Hamburgo
Un informe confidencial del FBI revela que la extrema-izquierda ‘antifa’ norteamericana planea atentados junto a terroristas islamistas
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Un informe confidencial del FBI ha revelado que varios miembros de grupos estadounidenses de extrema izquierda ‘antifa’ viajaron a la cumbre del G-20 de 2017 en Alemania para reunirse con líderes del autodenominado Estado Islámico y de Al Qaeda en Europa.
Según ha explicado Dailymail.co.uk , “hay una evidencia abrumadora de que existen crecientes vínculos entre los radicales estadounidenses y el Estado Islámico, así como que la extrema-izquierda mantienen contactos con otros grupos disidentes islamistas”. El periódico cita un análisis de campo realizado por el FBI y que se entregó al director interino Andrew McCabe el 11 de julio de 2017, y que se publica por primera vez en el libro “All Out War: The Plot to Destroy Trump Hardcover”, del periodista norteamericano Edward Klein.
En su documento, el FBI certifica los esfuerzos realizados por los terroristas islámicos para reclutar seguidores entre grupos violentos de extrema-izquierda de Estados Unidos, corroborando la afirmación realizada por el presidente Donald Trump tras los sucesos acaecidos el pasado verano en Charlottesville, Virginia, en el sentido de que los grupos anarquistas de izquierda son tan peligrosos como los grupos supremacistas blancos de extrema-derecha.
El verano pasado, el FBI envió un grupo de trabajo a Europa para analizar las movilizaciones masivas planificadas por grupos radicales de extrema-izquierda como “Antifaschistische Aktion” para protestar contra la asistencia del presidente Trump a una reunión de líderes mundiales del G-20. “La unidad del FBI cubrió la cita del G-20 en Hamburgo, estudió información de las autoridades locales, de la Interpol y de otras fuentes, y determinó que, como se suponía, grupos anarquistas de Estados Unidos habían viajado a Alemania para participar en actos violentos. También hay evidencias de reuniones entre estos individuos y asociados del autodenominado Estado Islámico. Existe una necesidad urgente de vigilar de cerca a las personas identificadas”.
Los agentes enviados por el FBI prestaron particular atención a un grupo de anarquistas de Oakland, una importante ciudad portuaria cercana a San Francisco y que se encuentra adyacente al campus de la Universidad de California en Berkeley, escenario de varias protestas violentas de extrema-izquierda durante los últimos meses. "Si bien ha habido un progreso militar en Iraq contra el Estado Islámico, la influencia de la milicia islamista en Europa y en todo el mundo está creciendo claramente", decía el informe confidencial del FBI. “Tres líderes claves del Grupo Oakland [se citan los nombres] se reunieron en Hamburgo con un líder de la AQAP [Al Qaeda in the Arabian Peninsula] y la AQIM [Al Qaeda in the Islamic Maghreb]. El líder de AQAP es un hombre nacido en Egipto [se cita el nombre] que es conocido por estar a cargo de las finanzas y reclutar para el grupo.
Además, hay evidencias obtenidas por confidentes que aseguran que los islamistas están ayudando al Grupo de Oakland a adquirir las armas que están buscando, principalmente equipos para fabricar bombas, armas químicas y gases tóxicos. De hecho, miembros del grupo de Oakland viajaron hasta Siria donde fueron identificados en reuniones con representantes del Estado islámico y en las que habrían hablado sobre diferentes posibilidades de cometer atentados masivos en Europa y Estados Unidos".
Un informe confidencial del FBI ha revelado que varios miembros de grupos estadounidenses de extrema izquierda ‘antifa’ viajaron a la cumbre del G-20 de 2017 en Alemania para reunirse con líderes del autodenominado Estado Islámico y de Al Qaeda en Europa.
Según ha explicado Dailymail.co.uk , “hay una evidencia abrumadora de que existen crecientes vínculos entre los radicales estadounidenses y el Estado Islámico, así como que la extrema-izquierda mantienen contactos con otros grupos disidentes islamistas”. El periódico cita un análisis de campo realizado por el FBI y que se entregó al director interino Andrew McCabe el 11 de julio de 2017, y que se publica por primera vez en el libro “All Out War: The Plot to Destroy Trump Hardcover”, del periodista norteamericano Edward Klein.
En su documento, el FBI certifica los esfuerzos realizados por los terroristas islámicos para reclutar seguidores entre grupos violentos de extrema-izquierda de Estados Unidos, corroborando la afirmación realizada por el presidente Donald Trump tras los sucesos acaecidos el pasado verano en Charlottesville, Virginia, en el sentido de que los grupos anarquistas de izquierda son tan peligrosos como los grupos supremacistas blancos de extrema-derecha.
El verano pasado, el FBI envió un grupo de trabajo a Europa para analizar las movilizaciones masivas planificadas por grupos radicales de extrema-izquierda como “Antifaschistische Aktion” para protestar contra la asistencia del presidente Trump a una reunión de líderes mundiales del G-20. “La unidad del FBI cubrió la cita del G-20 en Hamburgo, estudió información de las autoridades locales, de la Interpol y de otras fuentes, y determinó que, como se suponía, grupos anarquistas de Estados Unidos habían viajado a Alemania para participar en actos violentos. También hay evidencias de reuniones entre estos individuos y asociados del autodenominado Estado Islámico. Existe una necesidad urgente de vigilar de cerca a las personas identificadas”.
Los agentes enviados por el FBI prestaron particular atención a un grupo de anarquistas de Oakland, una importante ciudad portuaria cercana a San Francisco y que se encuentra adyacente al campus de la Universidad de California en Berkeley, escenario de varias protestas violentas de extrema-izquierda durante los últimos meses. "Si bien ha habido un progreso militar en Iraq contra el Estado Islámico, la influencia de la milicia islamista en Europa y en todo el mundo está creciendo claramente", decía el informe confidencial del FBI. “Tres líderes claves del Grupo Oakland [se citan los nombres] se reunieron en Hamburgo con un líder de la AQAP [Al Qaeda in the Arabian Peninsula] y la AQIM [Al Qaeda in the Islamic Maghreb]. El líder de AQAP es un hombre nacido en Egipto [se cita el nombre] que es conocido por estar a cargo de las finanzas y reclutar para el grupo.
Además, hay evidencias obtenidas por confidentes que aseguran que los islamistas están ayudando al Grupo de Oakland a adquirir las armas que están buscando, principalmente equipos para fabricar bombas, armas químicas y gases tóxicos. De hecho, miembros del grupo de Oakland viajaron hasta Siria donde fueron identificados en reuniones con representantes del Estado islámico y en las que habrían hablado sobre diferentes posibilidades de cometer atentados masivos en Europa y Estados Unidos".