Policía autonómica golpista
Los Mossos intentaron destruir las órdenes por escrito que les obligaban a permitir el referéndum golpista del pasado 1 de octubre
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La Policía Nacional ha comunicado a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela que entre la documentación que los Mossos d’Esquadra trataron de incinerar el pasado 25 de octubre en la planta de tratamiento y selección de residuos Tersa, en Sant Adrià de Besòs (Barcelona), se han hallado órdenes de mandos intermedios sobre el operativo del 1-O, en particular instrucciones para no actuar en los colegios que ya estaban ocupados y limitarse a comunicar que el referéndum había sido ilegalizado.
La policía autonómica no pudo quemar aquellos papeles porque la comitiva (una furgoneta y dos vehículos de escolta) fue interceptada por la Policía Nacional, que necesitó de una orden firmada por Lamela para poder acceder a los documentos qu eiban a ser destridos.
Los Mossos aseguraron en un primer momento que se trataba de documentación exclusivamente burocrática de la Comisaría General de Información, con datos sobre nóminas, bajas, vacaciones otros temas menores que, al afectar a la intimidad de los agentes, se destruían de forma periódica.
Según el diario El Mundo, que ha adelantado en exclusiva esta información, podría complicar la situación procesal del exmáximo responsables de los Mossos Josep Lluís Trapero, imputado por sedición en la Audiencia Nacional. Trapero ordenó oficialmente desalojar los centros el día de la votación, en cumplimiento de las órdenes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, aunque prohibió a sus agentes el uso de la fuerza.
La Policía Nacional ha comunicado a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela que entre la documentación que los Mossos d’Esquadra trataron de incinerar el pasado 25 de octubre en la planta de tratamiento y selección de residuos Tersa, en Sant Adrià de Besòs (Barcelona), se han hallado órdenes de mandos intermedios sobre el operativo del 1-O, en particular instrucciones para no actuar en los colegios que ya estaban ocupados y limitarse a comunicar que el referéndum había sido ilegalizado.
La policía autonómica no pudo quemar aquellos papeles porque la comitiva (una furgoneta y dos vehículos de escolta) fue interceptada por la Policía Nacional, que necesitó de una orden firmada por Lamela para poder acceder a los documentos qu eiban a ser destridos.
Los Mossos aseguraron en un primer momento que se trataba de documentación exclusivamente burocrática de la Comisaría General de Información, con datos sobre nóminas, bajas, vacaciones otros temas menores que, al afectar a la intimidad de los agentes, se destruían de forma periódica.
Según el diario El Mundo, que ha adelantado en exclusiva esta información, podría complicar la situación procesal del exmáximo responsables de los Mossos Josep Lluís Trapero, imputado por sedición en la Audiencia Nacional. Trapero ordenó oficialmente desalojar los centros el día de la votación, en cumplimiento de las órdenes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, aunque prohibió a sus agentes el uso de la fuerza.