Mateusz Morawiecki, el recién nombrado primer ministro de Polonia, no se ha arredrado ante la presión que su país sufre de la mayoría de los miembros de la Unión Europea para obligarle a aceptar más inmigrantes musulmanes en su territorio, y ha sido claro sobre uno de sus objetivos principales: “ayudar a Occidente con los valores adecuados”.

Morawiecki, con una sólida educación occidental,  ya había impresionado a los inversores extranjeros como un excelente administrador de la economía más grande de los países orientales de la UE, y ahora se ha mostrado fiel al programa del partido conservador del que forma parte afirmando que desea volver a Polonia - y al resto de Europa - a sus raíces cristianas.

"Mi sueño es volver a cristianizar la UE", ha explicado Morawiecki al canal católico TV Trwam. Cuando se le preguntó sobre el riesgo de que la UE recorte la ayuda polaca por la negativa de este país a aceptar la cuota de inmigrantes impuesta por la Unión, recordó al ex presidente francés Francois Hollande: “A principios de este año, me dijo lo siguiente: 'Usted tiene valores, nosotros tenemos fondos'. Pues bien, me encantaría ayudar a Occidente con los valores adecuados".

Morawiecki, de 49 años, ha tratado de crear un caldo de cultivo favorable a los negocios en Polonia. Con este empeño, que ha cosechado numerosos éxitos, entre los que destaca la reducción del déficit presupuestario, quiere ayudar a su partido a reforzar su poder y busca disminuir la dependencia de Polonia de los grandes inversores extranjeros. Una de sus decisiones, aumentar los fondos de ayuda a las familias con hijos, ha sido clave para que su formación, Ley y Justicia, haya aumentado sus apoyos entre los votantes polacos.