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Miércoles, 17 de Enero de 2018 Tiempo de lectura:

Qué ocurre con las cuentas bancarias que quedan olvidadas

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El abandono y olvido de cuentas bancarias acarrea ciertas consecuencias de las que conviene ser consciente.


En este artículo, vamos a explicarte qué sucede con este tipo de cuentas, así como qué tipo de medidas debes tomar para evitar problemas.
 

El problema de las cuentas abandonadas y olvidadas
 

Cuentas infantiles abandonadas
 

Una de las costumbres más frecuentes en nuestro país es la apertura de una cuenta de ahorro infantil, en el momento en que nace un hijo o cuando aún es un niño. El objetivo no es otro que canalizar el ahorro de aquellas aportaciones que puedan hacer nuestros familiares, de forma que, llegado el momento, dispongamos de una pequeña liquidez para afrontar nuestros estudios y la emancipación. El problema es que, a veces estas cuentas pueden quedar en el olvido por falta de uso.


Cuentas asociadas abandonadas
 

Éste es tan sólo uno de los múltiples ejemplos que dan lugar al abandono de una cuenta. Piensa, por ejemplo, en la apertura de una cuenta corriente con el mero propósito de contratar algún tipo de producto de ahorro interesante, como pudiera ser un depósito a plazo fijo o una cuenta remunerada.
 

Si nuestra relación con la entidad bancaria no tiene mayor desarrollo que ése, es posible que la cuenta quede olvidada con el paso del tiempo y, con ella, los ahorros que hubiéramos depositado.


Finalmente, también debemos aludir a las cuentas asociadas cuya apertura se produjo para que sirvieran como instrumento para el pago de las cuotas de un préstamo o hipoteca. Una vez finalizó el contrato, es posible que el gestor bancario no nos recordara que teníamos una cuenta bancaria abierta con aquel propósito, y ésta quede abandonada indefinidamente.
 

El mayor peligro de las cuentas asociadas consiste en que, a menudo, están exentas del pago de comisiones, siempre y cuando se mantenga la vinculación con el producto al que están asociadas. El problema comienza cuando dicho producto se extingue. Si no tomamos medidas, podrían comenzar a cobrarnos comisiones sin que nos diéramos cuenta.
 

Recomendaciones básicas para evitar olvidarse de una cuenta bancaria
 

En primer lugar, debes disponer de un registro completo de todas las cuentas corrientes que hayas abierto, así como el propósito de dicha cuenta.
 

Dicho registro debería estar en un documento físico o digital al que tengamos fácil acceso, y revisemos con frecuencia. Esto, además, nos permitirá mantener un control más estricto de nuestro patrimonio.
 

Por otro lado, el Banco de España recomienda que todas aquellas cuentas bancarias que no vayan a ser utilizadas, sean cerradas inmediatamente, en lugar de dejarlo para más adelante o mantenerlas abiertas por si, en el futuro, surge la oportunidad de volver a utilizarlas.
De hecho, muchas entidades intentarán convencerte de que mantengas la cuenta bancaria abierta. No en vano, el número de cuentas corrientes es una de las métricas utilizadas para supervisar la evolución de una oficina.

 

Ten en cuenta que una cuenta corriente puede generar comisiones o cuotas de mantenimiento, que irán mermando nuestros ahorros, pese a que no realicemos actividad alguna.
 

Además, y si te sirve de aliciente, las entidades suelen tener incentivos para atraer a nuevos clientes. Si ya dispones de una cuenta bancaria –aunque esté en desuso- no serás considerado como nuevo cliente y, por tanto, no podrás beneficiarte de las ofertas, regalos y demás incentivos que el banco utilice.
 

Cómo afectan las comisiones a una cuenta bancaria abandonada
 

Tal y como adelantábamos en el anterior apartado, el cargo de comisiones puede suponer la reducción paulatina de los ahorros que tuviéramos depositados en nuestra cuenta corriente.
 

Con el paso del tiempo, dichos ahorros podrían verse reducidos a cero y, para cuando nos demos cuenta, no podremos hacer nada.
 

Una vez el saldo de la cuenta llegue a cero, el código de buenas prácticas bancarias establece que no se aplique ninguna comisión, o lo que es lo mismo, no es posible que nuestra cuenta se quede en descubierto como consecuencia del cobro de comisiones.
 

Cuentas bancarias abandonas a largo plazo
 

De acuerdo con la legislación actual, aquellas cuentas bancarias que hayan carecido de movimiento por parte del titular durante un periodo superior a 20 años, se considerarán abandonadas. En ese momento, pasarán a ser propiedad del Estado.
 

Con el objetivo de salvaguardar los intereses del titular o sus herederos, el banco tiene la obligación de notificar la inminente declaración de abandono a su titular con una antelación de, al menos, 3 meses antes de se cumpla el plazo máximo. Así mismo, deberá asegurarse de que, efectivamente, no se ha producido movimiento alguno durante los últimos 20 años.
 

En definitiva, el abandono de una cuenta bancaria puede suponer la pérdida de nuestros ahorros. Esto puede tener lugar como consecuencia de la aplicación progresiva de comisiones, o bien mediante la usurpación por parte del Estado, una vez han transcurrido 20 años de inactividad.
 

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