Es el país del mundo que hace medio siglo dio origen al periodismo sensacionalista más amarillo y escandaloso; es, junto con Francia, el país europeo donde más atentados islamistas se han cometido y donde la amenaza yihadista es más fuerte; es el país europeo donde más se han incrementado en los últimos meses los ataques con ácido, cometidos generalmente por agresores originarios de Oriente Medio o del continente africano, y los delitos con arma blanca; es el país que se enfrenta a un Brexit que nadie quería en un principio, que posteriormente muchos quisieron y que ahora nadie quiere nuevamente… pero, según el Gobierno de Theresa May, el problema de Gran Bretaña son… las “noticias falsas”.

Por este motivo, el Ejecutivo conservador ha puesto en marcha una unidad militar para combatir la desinformación o “fake news” propagadas “por potencias extranjeras”, según ha anunciado un portavoz que, además, ha explicado que esta nueva "unidad de comunicaciones para la seguridad nacional" se dedicará a luchar contra las informaciones engañosas promovidas "por agentes estatales y otros". "Vivimos en una era de noticias falsas y narrativas contrapuestas", dijo.

"El Gobierno responderá con un mayor y mejor uso de las comunicaciones de seguridad nacional para abordar estos desafíos complejos e interconectados", declaró el representante gubernamental.
La nueva unidad, prosiguió, aglutinará recursos de inteligencia, defensa y comunicaciones ya disponibles y su misión será "disuadir de forma sistemática a los adversarios".