La vida es un carnaval
Telas, ilusión y risas. ¿Quién no se ha disfrazado nunca? La respuesta, seguramente será unánime. Una fiesta de disfraces siempre es motivo para divertirse. Sin embargo, antes se debe escoger cuál va a ser el disfraz con el que nos presentaremos a una determinada fiesta. Dentro del abanico de posibilidades, encontramos de diversos tipos: personajes de dibujos animados, youtubers o disfraces de época. Estos últimos, suelen ser los más habituales a la hora de decantarnos por un disfraz, aunque si ahondamos más en ellos, los que se llevan el gato el agua son los disfraces de la edad moderna.
Tendencias en disfraces
Vestir a los más pequeños con este tipo de vestimentas es, cuanto menos, original y divertido. Además, para ellos será sinónimo de fiesta, se alegrarán y también mejorarán su autoestima interactuando con más niños o niñas que acudan al evento. Los motivos principales por los que disfrazar a los más peques, suelen ser por el Festival del Carnaval o por cumpleaños. En ambos casos, nuestros niños deben ir con un disfraz divertido, a la vez que cómodos. En cuanto a las tendencias en este tipo de disfraces, destacamos los de medieval, egipcio o el de cavernícola. Se trata de opciones que seguro que no pasarán nunca de moda. Se trata de una elección que no destaca por su originalidad, pero sí por la forma en que los más pequeños lo lucirán. A cada uno de ellos, se les puede asignar una serie de complementos con los que reforzar la vestimenta.
Actualmente, están cogiendo una gran importancia aquellos que guardan relación con temática asiática. Así, el de geisha o el de emperatriz china, son los que más de moda están. Por otro lado, el disfraz de chino y el de samurai, también resulta una excelente opción con la que poder disfrutar con los más pequeños. Por ello, es preferible a la hora de escoger uno, que sea original y que posibilite dosis de entretenimiento. Otra de las opciones para avivar la diversión, es la de maquillar y tintar el pelo. Seguro que ellos se lo pasarán pipa viendo cómo les cambiar de color el pelo y con la posibilidad de que ellos mismos se puedan aplicar algo de colorete o de pintalabios. Al fin y al cabo, los adultos también se divierten observando cuáles son las reacciones de los niños cuando están vestidos de esta manera, además de ser una buena forma de relacionarnos con ellos y crear nuevos vínculos afectivos.
Un recuerdo único
Una vez estén vestidos y guapos, es el turno de inmortalizar el momento. Para ello, es necesario sacar el móvil o la cámara para captar estos momentos. Cuando se haya realizado esta acción, podemos compartir esos momentos con nuestros amigos y familiares para que nos digan lo graciosos y favorecidos que están. Después de todo, la vida se resume en compartir el mayor número de momentos divertidos y felices. Ahora, gracias a los disfraces podemos reforzar esta teoría y olvidarnos del estrés del día a día disfrutando con los más pequeños de la casa.
Telas, ilusión y risas. ¿Quién no se ha disfrazado nunca? La respuesta, seguramente será unánime. Una fiesta de disfraces siempre es motivo para divertirse. Sin embargo, antes se debe escoger cuál va a ser el disfraz con el que nos presentaremos a una determinada fiesta. Dentro del abanico de posibilidades, encontramos de diversos tipos: personajes de dibujos animados, youtubers o disfraces de época. Estos últimos, suelen ser los más habituales a la hora de decantarnos por un disfraz, aunque si ahondamos más en ellos, los que se llevan el gato el agua son los disfraces de la edad moderna.
Tendencias en disfraces
Vestir a los más pequeños con este tipo de vestimentas es, cuanto menos, original y divertido. Además, para ellos será sinónimo de fiesta, se alegrarán y también mejorarán su autoestima interactuando con más niños o niñas que acudan al evento. Los motivos principales por los que disfrazar a los más peques, suelen ser por el Festival del Carnaval o por cumpleaños. En ambos casos, nuestros niños deben ir con un disfraz divertido, a la vez que cómodos. En cuanto a las tendencias en este tipo de disfraces, destacamos los de medieval, egipcio o el de cavernícola. Se trata de opciones que seguro que no pasarán nunca de moda. Se trata de una elección que no destaca por su originalidad, pero sí por la forma en que los más pequeños lo lucirán. A cada uno de ellos, se les puede asignar una serie de complementos con los que reforzar la vestimenta.
Actualmente, están cogiendo una gran importancia aquellos que guardan relación con temática asiática. Así, el de geisha o el de emperatriz china, son los que más de moda están. Por otro lado, el disfraz de chino y el de samurai, también resulta una excelente opción con la que poder disfrutar con los más pequeños. Por ello, es preferible a la hora de escoger uno, que sea original y que posibilite dosis de entretenimiento. Otra de las opciones para avivar la diversión, es la de maquillar y tintar el pelo. Seguro que ellos se lo pasarán pipa viendo cómo les cambiar de color el pelo y con la posibilidad de que ellos mismos se puedan aplicar algo de colorete o de pintalabios. Al fin y al cabo, los adultos también se divierten observando cuáles son las reacciones de los niños cuando están vestidos de esta manera, además de ser una buena forma de relacionarnos con ellos y crear nuevos vínculos afectivos.
Un recuerdo único
Una vez estén vestidos y guapos, es el turno de inmortalizar el momento. Para ello, es necesario sacar el móvil o la cámara para captar estos momentos. Cuando se haya realizado esta acción, podemos compartir esos momentos con nuestros amigos y familiares para que nos digan lo graciosos y favorecidos que están. Después de todo, la vida se resume en compartir el mayor número de momentos divertidos y felices. Ahora, gracias a los disfraces podemos reforzar esta teoría y olvidarnos del estrés del día a día disfrutando con los más pequeños de la casa.