Baleares. Terror por la expulsión de médicos no catalanizados
José Luis Sánchez, coordinador de la asociación Actúa Baleares (Ibiza) ha enviado el informe siguiente al medio británico en Ibiza "The Ibizan". Por su indudable interés, lo reproducimos en este espacio.
La inmersión lingüística pancatalanista en Baleares
La imposición del catalán que el gobierno marxista del pacto PSOE-MES y Podemos ejerce, con Francina Armengol al frente, ha dado un nuevo paso liberticida con la normativa que impone el catalán como requisito excluyente para acceder a la sanidad pública. Una sanidad ya resentida en las islas dada la escasez de vivienda y las precarias condiciones laborales que ofrece la administración autonómica.
El caso de Manuel Velasco es sintomático: es cirujano cardiovascular, máster en cirugía cardiovascular pediátrica por la Universidad de Boston y jefe de departamento en el R. B. Hospital en Londres, pero no puede acceder a una plaza en Baleares, y ha regresado a Boston, donde valoran sus servicios tras ser rechazado por no saber catalán, esa lengua mágica que jamás curará cánceres.
Los datos en la sanidad son trágicos. El gobierno nacionalista y socialista de Baleares ha rechazado a 265 sanitarios por no acreditar el catalán. Hablamos de 160 técnicos de Radioterapia y 105 técnicos de Anatomía Patológica que no podrán trabajar ni atender a los pacientes de las islas por no acreditar un nivel determinado de catalán. En Radioterapia, de 270 profesionales presentados, solo 18 fueron admitidos. En Anatomía Patológica se presentaron 167 especialistas, 105 rechazados por no acreditar el catalán.
El “Instituto Balear de la Salud Pública" ha publicado las listas donde se han liquidado plazas a más de 400 auxiliares de enfermería expulsadas de las oposiciones por no tener el estándar que exigen de catalán.
En la enseñanza pública la situación es peor, dramática, gracias a la legislación aprobada por el Partido Popular cuando ha gobernado. Desoyendo las recomendaciones de la UNESCO y de todos los organismos pedagógicos internacionales sobre los beneficios que supone para los alumnos el aprendizaje en lengua materna, el 83% de los centros educativos públicos aplican el 100% de su horario lectivo únicamente en catalán. La ilegal y antipedagógica inmersión obligatoria en catalán domina toda la educación pública y prohíbe que los padres puedan elegir escolarizar a sus hijos en la lengua oficial de España.
El gobierno de la socialista Francina Armengol, y sus socios separatistas de MES, determinan quién es óptimo para escolarizarse o trabajar, según sus supremacistas estándares propios creados “ad-hoc” para catalanizar las Baleares.
La situación es surrealista: el catalán no es la lengua de Baleares, pero se está imponiendo políticamente a través de decretos y de millonarias subvenciones públicas. Sustituyen la lengua balear y expulsan a la lengua común de España: el español. El mallorquín, menorquín e ibicenco, modalidades del balear, está siendo sustituido por el catalán con intencionalidad política: la unidad de la lengua catalana es el instrumento para la creación de los inexistentes “paisos catalans” (Cataluña, Valencia y Baleares) bajo la idea nacionalista de “una lengua, una nación, un pueblo”, teoría popularizada en los años 30 por el partido Nazi (lebensraum, anschluss).
La necesidad de contar con el voto de los partidos nacionalistas para dar estabilidad a los diferentes gobiernos de Madrid ha posibilitado durante más de 30 años la rendición de los gobiernos de la nación a las tesis separatistas, que ya se han destapado golpistas y supremacistas.
Actualmente los partidos de la oposición al actual gobierno nacionalista no defienden la libre elección de lengua en la enseñanza ni se plantean la recuperación del mallorquín, menorquín e ibicenco. Por ejemplo, como si de una broma de mal gusto se tratara, el PP propone que los niños recién nacidos y en la guardería tengan libre elección de lengua (los que no saben hablar). Y Ciudadanos tampoco apuesta por la libre elección de la lengua en todas las etapas educativas, defiende el invento del trilingüismo en porcentajes sin dejar elegir a los padres. No tienen la voluntad política para frenar el pancatalanismo.
La única solución pasa por derogar toda la legislación catalanista que acaba con la libertad lingüística en Baleares e instar a las administraciones y a las mayorías parlamentarias a iniciar la devolución de diferentes competencias autonómicas, empezando por la de Educación y Sanidad. Las libertades y los derechos individuales, la identidad cultural balear y la unidad de España están en peligro si no se acometen urgentemente importantes reformas estructurales.
José Luis Sánchez, coordinador de la asociación Actúa Baleares (Ibiza) ha enviado el informe siguiente al medio británico en Ibiza "The Ibizan". Por su indudable interés, lo reproducimos en este espacio.
La inmersión lingüística pancatalanista en Baleares
La imposición del catalán que el gobierno marxista del pacto PSOE-MES y Podemos ejerce, con Francina Armengol al frente, ha dado un nuevo paso liberticida con la normativa que impone el catalán como requisito excluyente para acceder a la sanidad pública. Una sanidad ya resentida en las islas dada la escasez de vivienda y las precarias condiciones laborales que ofrece la administración autonómica.
El caso de Manuel Velasco es sintomático: es cirujano cardiovascular, máster en cirugía cardiovascular pediátrica por la Universidad de Boston y jefe de departamento en el R. B. Hospital en Londres, pero no puede acceder a una plaza en Baleares, y ha regresado a Boston, donde valoran sus servicios tras ser rechazado por no saber catalán, esa lengua mágica que jamás curará cánceres.
Los datos en la sanidad son trágicos. El gobierno nacionalista y socialista de Baleares ha rechazado a 265 sanitarios por no acreditar el catalán. Hablamos de 160 técnicos de Radioterapia y 105 técnicos de Anatomía Patológica que no podrán trabajar ni atender a los pacientes de las islas por no acreditar un nivel determinado de catalán. En Radioterapia, de 270 profesionales presentados, solo 18 fueron admitidos. En Anatomía Patológica se presentaron 167 especialistas, 105 rechazados por no acreditar el catalán.
El “Instituto Balear de la Salud Pública" ha publicado las listas donde se han liquidado plazas a más de 400 auxiliares de enfermería expulsadas de las oposiciones por no tener el estándar que exigen de catalán.
En la enseñanza pública la situación es peor, dramática, gracias a la legislación aprobada por el Partido Popular cuando ha gobernado. Desoyendo las recomendaciones de la UNESCO y de todos los organismos pedagógicos internacionales sobre los beneficios que supone para los alumnos el aprendizaje en lengua materna, el 83% de los centros educativos públicos aplican el 100% de su horario lectivo únicamente en catalán. La ilegal y antipedagógica inmersión obligatoria en catalán domina toda la educación pública y prohíbe que los padres puedan elegir escolarizar a sus hijos en la lengua oficial de España.
El gobierno de la socialista Francina Armengol, y sus socios separatistas de MES, determinan quién es óptimo para escolarizarse o trabajar, según sus supremacistas estándares propios creados “ad-hoc” para catalanizar las Baleares.
La situación es surrealista: el catalán no es la lengua de Baleares, pero se está imponiendo políticamente a través de decretos y de millonarias subvenciones públicas. Sustituyen la lengua balear y expulsan a la lengua común de España: el español. El mallorquín, menorquín e ibicenco, modalidades del balear, está siendo sustituido por el catalán con intencionalidad política: la unidad de la lengua catalana es el instrumento para la creación de los inexistentes “paisos catalans” (Cataluña, Valencia y Baleares) bajo la idea nacionalista de “una lengua, una nación, un pueblo”, teoría popularizada en los años 30 por el partido Nazi (lebensraum, anschluss).
La necesidad de contar con el voto de los partidos nacionalistas para dar estabilidad a los diferentes gobiernos de Madrid ha posibilitado durante más de 30 años la rendición de los gobiernos de la nación a las tesis separatistas, que ya se han destapado golpistas y supremacistas.
Actualmente los partidos de la oposición al actual gobierno nacionalista no defienden la libre elección de lengua en la enseñanza ni se plantean la recuperación del mallorquín, menorquín e ibicenco. Por ejemplo, como si de una broma de mal gusto se tratara, el PP propone que los niños recién nacidos y en la guardería tengan libre elección de lengua (los que no saben hablar). Y Ciudadanos tampoco apuesta por la libre elección de la lengua en todas las etapas educativas, defiende el invento del trilingüismo en porcentajes sin dejar elegir a los padres. No tienen la voluntad política para frenar el pancatalanismo.
La única solución pasa por derogar toda la legislación catalanista que acaba con la libertad lingüística en Baleares e instar a las administraciones y a las mayorías parlamentarias a iniciar la devolución de diferentes competencias autonómicas, empezando por la de Educación y Sanidad. Las libertades y los derechos individuales, la identidad cultural balear y la unidad de España están en peligro si no se acometen urgentemente importantes reformas estructurales.
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