Un terrorista islamista que decía actuar en nombre del autodenominado Estado Islámico ha asesinado a cuatro personas en la localidad francesa de Trèbes, una de ellas un agente de las Fuerzas Especiales francesas.

El yihadista dejó un recorrido de sangre y muerte hasta tomar un supermercado Super U de esta localidad gala cercana a Carcassonnne y encerrarse en el mismo con varios rehenes. Uno de ellos era el policía asesinado, que se había cambiado voluntariamente por uno de los ciudadanos secuestrados.

Antes de ser abatido, el terrorista había gritó ¡Alá es grande" y había exigido la liberación de Salah Abdeslam (único superviviente de los atentados islamistas que tuvieron lugar en París el 13 de noviembre de 2015).

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