La “dacha” del nietísimo ante el Valle de los Caídos
En la última pirueta del comunista Iglesias, pocos vieron lo que Víctor S. del Real: su burguesa mansión de Galapagar, comprada a un iraní vecino de la pijo-comunista farmacéutica Bescansa, tiene unas inmejorables vistas al “Valle de los Caídos”, donde 38.000 almas descansan tras aquella criminal guerra civil que buscó, proclamó y provocó el golpista Frente Popular donde militó su abuelo.
El “nietísimo” de aquel condenado a muerte goza hoy de las bondades heredadas de lo que llama “criminal régimen”, y que el Premio Nobel ruso Solzhenitsyn retrató en 1975 en el televisivo “directísimo” del fallecido José María Iñigo:
<Vuestros círculos progresistas se complacen en llamar al régimen existente “dictadura”. Yo en cambio, llevo diez días viajando por España, desplazándome de riguroso incógnito. Observo cómo vive la gente, lo miro con mis propios ojos asombrados y pregunto: ¿saben ustedes lo que quiere decir esta palabra, conocen ustedes lo que se esconde tras ese término? No, vuestros progresistas pueden usar la palabra que quieran, pero “dictadura” no. ¡Si nosotros tuviéramos las libertades que tiene ustedes, nos quedaríamos boquiabiertos, exclamaríamos que es algo nunca visto. Desde hace setenta años, no tenemos ninguna libertad>
Las bondades del “régimen” de las que se beneficia el “nietísimo” Iglesias nunca fueron casuales. Según consta en el sumario, su abuelo “organizó las milicias marxistas de Villafranca de los Barros, su pueblo natal, en unión de Margarita Nelken”. De aquellas sangrientas “proezas” no voy a extenderme, pero sabed que su condena a muerte se redujo a 30 años y solo cumplió cinco gracias a sus inmejorables amistades falangistas.
Tan buenas amistades eran que aquel “régimen genocida” del que tanto despotrica el nietísimo, vino a dar a su abuelo miliciano un privilegiado empleo de funcionario reservado solo para “los afectos al régimen” en el Ministerio de Trabajo que dirigía “El león de Fuengirola”, jefe de Falange y ministro de Trabajo, Giron de Velasco.
Cobijado por el régimen, el amigo de Falange crió al padre de Pablo, miembro del FRAP, banda comunista que asaltaba bancos, excusando su crimen con la marxista excusa de hacer la revolución en una España levantada con tesón sobre las cenizas del último intento revolucionario marxista. Octava potencia económica del mundo, sin paro, deuda pública ni criminalidad, el “régimen” impedía embargar tu vivienda, creó la Seguridad Social, 14 pagas, sanidad gratuita y desterró el analfabetismo, no así el marxista.
Detenido y procesado por terrorista del FRAP, su abogado fue el también privilegiado por el régimen ex ministro José Bono, de padre falangista. El papá, criado entre algodones del régimen, es hoy paseado por Pablito en los actos políticos de esa secta de incautas gentecillas burladas, fundada con dinero de la tiranía venezolana, que mientras saquea y explota a la gente anuncia que lucha por la gente.
En esa continua burla Podemita, Pablo no defrauda jamas: se reivindica feminista soñando latigar a mujeres periodistas, se dice LGTB besando en Cortes a diputados mientras cobra del régimen iraní que cuelga homosexuales. Quien se llama a sí mismo “macho alfa” promete también combatir el Heteropatriarcado. En fin...
La última cabriola circense de este anticapitalista patricio en demagogia marxista es hipotecaria y ha puesto el broche del descrédito ante sus bases, superando sus soflamas de patriota español, incansable luchador antifascista y combativo anticapitalista: le han soltado un manguerazo capitalista de más de medio kilo para su “dacha” desde el banco que paga todas las fianzas a la golpista y saqueadora burguesía catalana.
En contraprestación a ese apoyo, el interés acordado para tan elitista crédito fue del 0.5%, no variable sino fijo, unas inigualables condiciones que ni la casta más corrupta de la crisis inmobiliaria soñó jamás. Vaya usted a ese banco y pida esas condiciones, camarada perroflauta; se van a descojonar.
Excusan vivir en el piso VPO del obrero barrio vallecano de mamá, por un colegio “exclusivo” para sus hijos en un Ayuntamiento del PP, aunque junto a la “dacha” de los defensores de la enseñanza igualitaria haya dúplex dignísimos por el módico precio de 137.000 euros, según la web Idealista. Claro que no tienen tres habitaciones ni cuarto para el servicio doméstico, 2.238 metros cuadrados de finca, una amplia piscina y un enorme jardín para que sus amigos okupas y los #welcomerefugees practiquen sus acampadas 15-M a gusto. ¿A que sí?
Tras hipotecar sin pudor a sus familias, el tortazo electoral es inminente, y con él la desaparición de los ingresos que permiten tan oneroso chalé, cuyos gastos de piscina, jardín, agua, luz, IBI y comunidad no bajan de 1.200 euros, lo que con la hipoteca dan la friolera de 5.000€/mes. Son los de “la gente”, esa casta comunista.
Cuando su gente no les vote y tengan que trabajar, el banco embargará semejante despropósito a ellos y a sus familias, con el consiguiente victimismo anticapitalista, es de manual, lo hemos vivido. Pero para entonces, y ya sin caretas proletarias, todo se habrá consumado, la mentira anticapitalista liquidada y el ostracismo, ese futuro rincón de la historia donde habitarán junto al marxismo, arrinconados.
Con suerte, las inmejorables vistas que tienen de la santa Cruz de Cuelgamuros donde descansan las víctimas de la mentira marxista, quizás conmuevan sus conciencias y comprendan la inmensa obra social del “régimen” heredado que tanto gustan demonizar: 5 millones de viviendas no embargables, hospitales y colegios gratuitos; esos que los españoles de la Falange que lideró Girón de Velasco promovieron, aquellos generosos amigos de su abuelo.
"El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante, pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal" (Berthold F. Brecht)
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En contraprestación a ese apoyo, el interés acordado para tan elitista crédito fue del 0.5%, no variable sino fijo, unas inigualables condiciones que ni la casta más corrupta de la crisis inmobiliaria soñó jamás. Vaya usted a ese banco y pida esas condiciones, camarada perroflauta; se van a descojonar.