La chusma secesionista, golpista y racista que ha llevado a Padro Sánchez a La Moncloa comienza a cobrarse sus deudas. Sin perder más tiempo, el Gobierno socialista ha decidido ya levantar la supervisión sobre las cuentas de la Generalidad catalana, en manos del Ministerio de Hacienda desde septiembre del año pasado y lo ha hecho, según ha explicado la portavoz del Ejecutivo, como gesto de "normalidad política" y con la confianza de que "funcionará bien". Además, "el fin de la aplicación del 155 está cerca", ha añadido Isabel Celaá, que ha precisado que, en su opinión, "no se trata en absoluto de que el Gobierno "no vaya a estar informado de las eventuales partidas que pudieran dirigirse a cuestiones catalanas".
El Gobierno de Pedro Sánchez ha dado ya instrucciones a los bancos para que la Generalidad pueda abordar los pagos que le corresponden sin necesidad de pasar por la supervisión del Ministerio de Hacienda. La ministra portavoz se ha mostrado convencida de que el Gobierno independentista catalán hará sus provisiones de gasto "con arreglo a la ley y según sus competencias".