Marea
Una marea atraviesa el Mare Nostrum siendo su destino el llamado Viejo Continente y en concreto la otrora llamada Hispania.
Decenas de barcas, pateras y barcazas de todo tipo arriban a nuestras costas descargando a miles de africanos en edad productiva y reproductiva. No son refugiados, no huyen de guerras; abandonan sus países de origen para vivir en régimen de todo incluido, no tienen la menor intención de trabajar, solamente de beneficiarse de nuestro maltrecho Estado de Bienestar, logrado con el trabajo, el sudor y los impuestos de los nativos, los autóctonos, los españoles.
Cuentan con la complicidad de las llamadas ONG's algunas de ellas pertenecientes a la Open Society, propiedad del siniestro magnate Soros, y también con la aparición efímera de algún titiritero del mundo del espectáculo amén de algún deportista de élite aburrido al estar paradas las competiciones en época estival.
La gente de a pie está escandalizada y harta de esta situación y, a día de hoy, lo comenta "sotto voce".
Hace unos días, una jauría, una manada de seiscientos asaltantes africanos, atacó de forma muy violenta a los servidores públicos, guardias civiles, que protegen la frontera. La agresividad de esas gentes va en aumento y debemos estar preparados para lo peor.
El Gobierno de turno debe tomar cartas en el asunto, se trata de una emergencia nacional que algunos no ven y no dejan ver, siendo evidente que de seguir por estos derroteros tendremos en España un Viktor Orbán, un Matteo Salvini o un Sebastian Kurtz pero a la española quien extirpará este cáncer camino de metástasis, pero el mal habrá causado estragos.
Estamos a tiempo de evitar la tragedia, no podemos estar inermes. Manos a la obra.
Francisco Javier Sáenz Martínez. (Lasarte-Oria)
Una marea atraviesa el Mare Nostrum siendo su destino el llamado Viejo Continente y en concreto la otrora llamada Hispania.
Decenas de barcas, pateras y barcazas de todo tipo arriban a nuestras costas descargando a miles de africanos en edad productiva y reproductiva. No son refugiados, no huyen de guerras; abandonan sus países de origen para vivir en régimen de todo incluido, no tienen la menor intención de trabajar, solamente de beneficiarse de nuestro maltrecho Estado de Bienestar, logrado con el trabajo, el sudor y los impuestos de los nativos, los autóctonos, los españoles.
Cuentan con la complicidad de las llamadas ONG's algunas de ellas pertenecientes a la Open Society, propiedad del siniestro magnate Soros, y también con la aparición efímera de algún titiritero del mundo del espectáculo amén de algún deportista de élite aburrido al estar paradas las competiciones en época estival.
La gente de a pie está escandalizada y harta de esta situación y, a día de hoy, lo comenta "sotto voce".
Hace unos días, una jauría, una manada de seiscientos asaltantes africanos, atacó de forma muy violenta a los servidores públicos, guardias civiles, que protegen la frontera. La agresividad de esas gentes va en aumento y debemos estar preparados para lo peor.
El Gobierno de turno debe tomar cartas en el asunto, se trata de una emergencia nacional que algunos no ven y no dejan ver, siendo evidente que de seguir por estos derroteros tendremos en España un Viktor Orbán, un Matteo Salvini o un Sebastian Kurtz pero a la española quien extirpará este cáncer camino de metástasis, pero el mal habrá causado estragos.
Estamos a tiempo de evitar la tragedia, no podemos estar inermes. Manos a la obra.
Francisco Javier Sáenz Martínez. (Lasarte-Oria)