El delincuente secesionista Puigdemont, que vuelve a ser el delincuente de Waterloo, se lo ha dejado muy claro al "presidente okupa" de España: “El tiempo de gracia se ha acabado”.

Esta lapidaria sentencia no resulta sorprendente en boca de un adalid de la fractura social, ejemplo del despropósito combinado con el buen vivir. Pero que el "presidente okupa" no reaccione ante tal amenaza es cuestión de extrema gravedad, porque esa amenaza no lo es contra su insignificante y efímera persona, lo es contra todos los españoles que él dice representar. Vaya  farsa.

En vez de eso, el "presidente okupa" se dedica a recibir (09.07.2018) al perro faldero llamado el Quim en su preciado Palacio de La Moncloa, como mostrando el trofeo conseguido, asumiendo el papel de guía jardinero y tratándole con unos honores impropios de esa marioneta esclava de la ignorancia y de un visceral odio racista. Seguro que le habrá enseñado las fabulosas comodidades y obras de arte que ahora tiene a su libre disposición, y le habrá contado lo chulo que es irse de viaje con un avión Falcon para el solo o acompañado de su mujer o amigos, como si de un jet privado se tratase, con la única condición de llevar gafas de sol en el bolsillo.

Aquí, para algunos, parece que no pasa nada, pero ocurren disparates como que tras siete años de secesionismo evolutivo el okupa de La Moncloa decide activar la reunión “bilateral”, como si hubiese un atisbo de igualdad entre los delincuentes y la alta magistratura que el debería representar. Manda a una ministra de su confianza (Meritxel) que no conoce el significado del término ridículo, y tras la reunión declara a pregunta de los periodistas (01.08.2018), que constituye un éxito el simple hecho de haberse sentado en una mesa, y yo me pregunto. Para lo que hicieron ¿por qué no lo hicieron de pie en una tasca de Madrid?, ¿por qué tuvo que ir a mostrar pleitesía a Barcelona?, ¿por qué no la hicieron con luz y taquígrafos?,¿por qué lo hicieron?

Esa mujer dice que es importante que se haya reestablecido un diálogo institucional, y se queda tan tranquila desde el convencimiento de que los españoles somos todos tontos, menos ella y el jefe que la ha nombrado, que mantiene silencio porque se le están acabando el repertorio de tonterías que decir. Los hechos son contumaces y quedan consignados en la hemeroteca, con calidad digital y para la eternidad.

La otra parte de esa bilateralidad es más sincera y lo dice con más claridad: hay que hablar de los presos políticos, de la vinculante condición de un referéndum, del derecho a la autodeterminación, y de la independencia de Cataluña. Y el Quim ya se ha encargado de dejar claro que al Rey, el Jefe del Estado español, no le quiere ver ni en pintura, aunque le pida perdón de rodillas.

Algún día sabremos los detalles de lo que secretamente prometió Sánchez a los secesionistas catalanes y vascos, y a los populistas de Podemo;, nos escandalizaremos con el precio que decidió pagar para convertirse en un "okupa" palaciego, y en el caso de Cataluña puede ocurrir que nos demos cuenta, con elevada probabilidad, que al hacerlo delinquió.

La debilidad del Ejecutivo no esta impidiendo al "okupa" gastar dinero a espuertas, un dinero que no tiene y que no es suyo sino de las siguientes generaciones, sin el visto bueno de Bruselas y con un BCE que a final de año cerrará el grifo de la compra de bonos en Europa, lo que encarecerá la financiación de la deuda española, un cifra que este sujeto no para de hacer crecer (98,8% del PIB), y no es un problema de “fetichismo del PIB”, que diría el Nobel Joseph Stiglitz, es que nuestra deuda ya es el doble del PIB, y hay consenso de analistas en que existe una burbuja planetaria de deuda, que puede estallar en cualquier momento, y que si ocurre en Europa tendrá campeón entre los damnificados: España.

Las responsabilidades pueden tener varias dimensiones y articularse en diferentes planos de nuestra organización social y jurídica. Parece que a ciertos sujetos no les preocupa incurrir en responsabilidades de tipo administrativo o penal, más grave es que a otros tampoco les preocupe asumir responsabilidades ante la sociedad en la que viven, para la que trabajan y se deben por razón del cargo que ostentan, pero es el colmo que personajes que deberían estar escribiendo páginas de la historia de nuestro querido país, la estén mancillando, mostrando una evidente y escandalosa incapacidad para ocupar esos cargos.

Él no podrá evitar anticipar las elecciones generales, lo importante es que se ha quedado a gusto con su estancia en Moncloa, que era lo que quería, y se le ve feliz y gozoso volando en Falcon. Además, el peor de los sociólogos que habitan esta tierra ya está cocinando en el CIS, y dice que todos los partidos bajan en intención de voto, excepto el PSOE, y que el líder mejor valorado es Pedro Sánchez, lo que quería oír se lo regala Félix Tezanos (recomiendo leer sus libros y repasar su biografía), pero para eso le ha nombrado y le han vuelto a dar altas responsabilidades, porque es Tezanos, desde el CIS que ahora controla,  la persona que decidirá la fecha de las próximas elecciones generales.

No obstante, todos podemos llevarnos la relativa sorpresa de que Puigdemont vuelva a mover ficha más rápidamente y adelante elecciones en Cataluña. El otoño está a la vuelta de la esquina, y la cantidad de fechas significativas se enlazarán una tras otra como una compleja red de problemas. Hace cuatro meses pronostiqué un verano caliente, y creo que lo estamos teniendo, ahora me atrevo a decir que la temperatura subirá más en otoño. El Quim se lo ha advertido en Moncloa: “Tenemos un otoño complicado usted y yo”. Y se funda “La Crida Nacional”, nuevo instrumento político del delincuente de Waterloo y enesima evolución de lo que fue Convergencia y Unió.