El Gobierno de Merkel denuncia la "xenofobia"
Indignación en Alemania por el asesinato de un carpintero alemán de 35 años a manos de un sirio y un iraquí
La muerte en extrañas circunstancias de un carpintero alemán de 35 años ha desencadenado una ola de protestas en Alemania contra la presencia de inmigrantes ilegales extranjeros. Ocurrió en la ciudad de Chemnitz, de unos 250.000 habitantes, en el estado de Sajonia, a unos 30 kilómetros de la frontera con la República Checa. La policía describió el crimen como un “altercado entre personas de diferentes nacionalidades”. En la disputa se vieron involucradas varias personas, de diversas procedencias, entre ellos un sirio y un iraquí, de 23 y 22 años, respectivamente, detenidos como presuntos autores materiales de la muerte a cuchilladas del hombre y a los que se imputa homicidio.
Lejos de condenar la muerte violenta de un alemán, Angela Merkel ha calificado este martes de “intolerable incitación xenófoba”, alimentada por la crispación ante ese crimen y ha denunciado lo que considera “una campaña de desinformación ultraderechista en las redes sociales”. Sin lugar a dudas, si se hubiese consternado tanto tras los atentados islamistas que han sacudido su país en los últimos años, tal vez la situación que hoy vive Alemania sería distinta.
La situación creada refleja una “nueva dimensión de la disposición a la violencia”, acrecentada por la “difusión de mentiras” , explicó el ministro del Interior del ‘Land’ (estado federado) de Sajonia, Roland Wöller, a raíz de lo ocurrido en Chemnitz este domingo, cuando unos 800 alemanes de origen se lanzaron a la calle a protestar contra el luctuoso suceso.
Tanto la portavoz como el titular de Interior del ‘Land’ apelaron a la colaboración ciudadana para localizar a los responsables de estas protestas, al tiempo que pedían “moderación” y “prudencia” ante las nuevas convocatorias realizadas en relación a lo ocurrido.
La Policía local reforzó sus dispositivos ante dos concentraciones de signo distinto junto a la estatua de Karl Marx (símbolo de Chemnitz, que en tiempos de la Alemania comunista se llamó Karl-Marx Stadt), una a favor de los refugiados y otra de signo identitario, convocadas a través de las redes.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, condenó por su parte cualquier tipo de “acoso” contra extranjeros y declaró que “en Alemania no hay espacio para tomarse la justicia por su mano, para grupos que quieren propagar el odio en las calles, para la intolerancia y para el extremismo”.
“Lo que sabemos es que en Chemnitz una persona fue asesinada y eso es terrible”, señaló el portavoz, al tiempo que subrayó que corresponde a la policía esclarecer lo ocurrido, como corresponde a un Estado de derecho cuando tiene lugar un delito.
El diputado de Alternativa para Alemania (AfD) Markus Frohnmaier había llamado abiertamente a los ciudadanos el domingo a través de su cuenta de Twitter a protestar por lo sucedido.
Chemnitz, como el resto de Sajonia y el conjunto del este de Alemania, es zona de fuerte implantación para esa formación, que en las elecciones generales del año pasado se alzó en esa parte del país con un 22%, casi diez puntos por encima de la media nacional (12,6%).
En la capital de este estado se originó, en 2014, el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), con fuerte vínculos con AfD, a pesar de no tener una estructura común.
La muerte en extrañas circunstancias de un carpintero alemán de 35 años ha desencadenado una ola de protestas en Alemania contra la presencia de inmigrantes ilegales extranjeros. Ocurrió en la ciudad de Chemnitz, de unos 250.000 habitantes, en el estado de Sajonia, a unos 30 kilómetros de la frontera con la República Checa. La policía describió el crimen como un “altercado entre personas de diferentes nacionalidades”. En la disputa se vieron involucradas varias personas, de diversas procedencias, entre ellos un sirio y un iraquí, de 23 y 22 años, respectivamente, detenidos como presuntos autores materiales de la muerte a cuchilladas del hombre y a los que se imputa homicidio.
Lejos de condenar la muerte violenta de un alemán, Angela Merkel ha calificado este martes de “intolerable incitación xenófoba”, alimentada por la crispación ante ese crimen y ha denunciado lo que considera “una campaña de desinformación ultraderechista en las redes sociales”. Sin lugar a dudas, si se hubiese consternado tanto tras los atentados islamistas que han sacudido su país en los últimos años, tal vez la situación que hoy vive Alemania sería distinta.
La situación creada refleja una “nueva dimensión de la disposición a la violencia”, acrecentada por la “difusión de mentiras” , explicó el ministro del Interior del ‘Land’ (estado federado) de Sajonia, Roland Wöller, a raíz de lo ocurrido en Chemnitz este domingo, cuando unos 800 alemanes de origen se lanzaron a la calle a protestar contra el luctuoso suceso.
Tanto la portavoz como el titular de Interior del ‘Land’ apelaron a la colaboración ciudadana para localizar a los responsables de estas protestas, al tiempo que pedían “moderación” y “prudencia” ante las nuevas convocatorias realizadas en relación a lo ocurrido.
La Policía local reforzó sus dispositivos ante dos concentraciones de signo distinto junto a la estatua de Karl Marx (símbolo de Chemnitz, que en tiempos de la Alemania comunista se llamó Karl-Marx Stadt), una a favor de los refugiados y otra de signo identitario, convocadas a través de las redes.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, condenó por su parte cualquier tipo de “acoso” contra extranjeros y declaró que “en Alemania no hay espacio para tomarse la justicia por su mano, para grupos que quieren propagar el odio en las calles, para la intolerancia y para el extremismo”.
“Lo que sabemos es que en Chemnitz una persona fue asesinada y eso es terrible”, señaló el portavoz, al tiempo que subrayó que corresponde a la policía esclarecer lo ocurrido, como corresponde a un Estado de derecho cuando tiene lugar un delito.
El diputado de Alternativa para Alemania (AfD) Markus Frohnmaier había llamado abiertamente a los ciudadanos el domingo a través de su cuenta de Twitter a protestar por lo sucedido.
Chemnitz, como el resto de Sajonia y el conjunto del este de Alemania, es zona de fuerte implantación para esa formación, que en las elecciones generales del año pasado se alzó en esa parte del país con un 22%, casi diez puntos por encima de la media nacional (12,6%).
En la capital de este estado se originó, en 2014, el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), con fuerte vínculos con AfD, a pesar de no tener una estructura común.