Tratan de dinamitar las protestas de los ciudadanos con contramanifestaciones
Socialdemócratas y comunistas se alían para blindar la llegada de millones de inmigrantes musulmanes a Alemania
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Desde 2015, la política socialdemócrata de "puertas abiertas" de Angela Merkel con respecto a la inmigración, fundamentalmente musulmana, se ha saldado con la llegada a Alemania de más de 1.500.000 inmigrantes. A lo largo de este tiempo, en el país se han incrementado exponencialmente los atentados islamistas, las violaciones de mujeres, los ataques callejeros con cuchillos, la proliferación de enfermedades infecciosas y los conflictos callejeros. Hace unos días, un joven alemán era apuñalado por dos inmigrantes y las protestas estallaron en diferentes lugares del territorio germano impulsadas por partidos y organizaciones ligadas a la nueva derecha europea como Alternativa para Alemania (AfD) o el movimiento Pegida.
La respuesta del totalitarismo socialdemócrata alemán, impuesto por el abanico íntegro de los partidos politicos y medios de comunicación del Sistema, apoyándose en organizaciones de extrema-izquierda autodenominadas "antifascistas", ha sido tachar de "xenófobos" a los ciudadanos que protestan contra la llegada impuesta a su país de centenares de miles de inmigrantes musulmanes reacios a aceptar las normas, valores y leyes de Alemania, y convocar contramanifestaciones que apelan al sentimentalismo, la demagogia, la bobería y la emotividad más elemental. De hecho, en las próximas horas, y bajo el lema "Corazón en vez de persecución" ("Herz statt Hetze", en alemán), colectivos "antifascistas", comunistas e izquierdistas, liderados por el partido de Angela Merkel, saldrán a la calle para tratar de bloquear, si es necesario violentamente, las movilizaciones de centenares de miles de ciudadanos alemanes que únicamente reclaman libertad y seguridad para poder viviendo en su país en libertad y con seguridad.
Hay que recordar que la nueva derecha de Alternativa para Alemania aumenta semana a semana su fuerza en los sondeos, hasta el punto de hacer temer a la hasta ahora omnipotente Angela Merkel por su futuro al frente del Gobierno alemán.
Desde 2015, la política socialdemócrata de "puertas abiertas" de Angela Merkel con respecto a la inmigración, fundamentalmente musulmana, se ha saldado con la llegada a Alemania de más de 1.500.000 inmigrantes. A lo largo de este tiempo, en el país se han incrementado exponencialmente los atentados islamistas, las violaciones de mujeres, los ataques callejeros con cuchillos, la proliferación de enfermedades infecciosas y los conflictos callejeros. Hace unos días, un joven alemán era apuñalado por dos inmigrantes y las protestas estallaron en diferentes lugares del territorio germano impulsadas por partidos y organizaciones ligadas a la nueva derecha europea como Alternativa para Alemania (AfD) o el movimiento Pegida.
La respuesta del totalitarismo socialdemócrata alemán, impuesto por el abanico íntegro de los partidos politicos y medios de comunicación del Sistema, apoyándose en organizaciones de extrema-izquierda autodenominadas "antifascistas", ha sido tachar de "xenófobos" a los ciudadanos que protestan contra la llegada impuesta a su país de centenares de miles de inmigrantes musulmanes reacios a aceptar las normas, valores y leyes de Alemania, y convocar contramanifestaciones que apelan al sentimentalismo, la demagogia, la bobería y la emotividad más elemental. De hecho, en las próximas horas, y bajo el lema "Corazón en vez de persecución" ("Herz statt Hetze", en alemán), colectivos "antifascistas", comunistas e izquierdistas, liderados por el partido de Angela Merkel, saldrán a la calle para tratar de bloquear, si es necesario violentamente, las movilizaciones de centenares de miles de ciudadanos alemanes que únicamente reclaman libertad y seguridad para poder viviendo en su país en libertad y con seguridad.
Hay que recordar que la nueva derecha de Alternativa para Alemania aumenta semana a semana su fuerza en los sondeos, hasta el punto de hacer temer a la hasta ahora omnipotente Angela Merkel por su futuro al frente del Gobierno alemán.