La guerra a la natalidad se extiende a los hoteles: “No se admiten niños”
Crece la existencia de hoteles que no admiten alojarse a niños, según informa AD citando a Vanitati.
“Se trata de una tendencia que se ha iniciado sobre todo en los grandes resorts del Caribe, que al estar integrados los complejos por distintos hoteles, pueden segmentar la oferta de cada uno de ellos (uno destinarlo al público familiar, otro al de golf…), y que ahora está llegando, poco a poco, a Europa”, señala una fuente de la cadena hotelera Barceló. Este grupo hotelero ha abierto el primer establecimiento para uso exclusivo de adultos en Fuerteventura.
También los hay en Benidorm, en Mallorca y, fuera de nuestras fronteras, hasta en los destinos más remotos. La etiqueta free child se extiende desde Tailandia a Punta Cana, y de los Alpes a Cuba. Se trata de una iniciativa a la que se suman cada vez más parejas en busca de hoteles donde no se hospeden niños.
Gran Canaria, por su parte, cuenta con varios años de experiencia en este sector en auge. El Iberostar Costa Canaria fue uno de los primeros hoteles españoles en disponer de la categoría “free child”, y sus instalaciones están preparadas especialmente para disfrutar sólo, en pareja o con amigos. En familia, tan sólo si los hijos son mayores de 14 años.
Así lo anuncia en sus promociones: “En este hotel de la Playa de San Agustín es posible disfrutar de un alojamiento impecable, con servicios de coctelería, spa&wellness, gastronomía (…) En sus cuidadas instalaciones no se escuchan gritos ni lloros, y tampoco se ven baberos ni chupetes”.
Sin embargo, en el camino de rosas que parece seguir esta tendencia también hay espinas. Que un hotel se declare “free child” puede acarrearle demandas por discriminación, y por eso algunos no se aventuran a prohibir el ingreso de niños. La clave está en ‘disfrazar’ esta cláusula de manera sutil. Si piensa realizar un viaje familiar, no olvide leer la letra pequeña.
Sí, habrá que ver, porque legalmente el derecho a la no discriminación por razón de edad (y también por sexo, raza, credo o tendencia política) está garantizado como derecho fundamental por la Constitución española.
Pero al margen de esa consideración legal que deberán determinar las instancias competentes en la materia, la frivolidad de nuestros días parece no tener límites. Tal vez lo de menos sea que existan unos cuantos hoteles “child free”, lo preocupante es lo que revelan, en sintonía con el proyecto mundialista contrario a la natalidad en las sociedades occidentales.
Crece la existencia de hoteles que no admiten alojarse a niños, según informa AD citando a Vanitati.
“Se trata de una tendencia que se ha iniciado sobre todo en los grandes resorts del Caribe, que al estar integrados los complejos por distintos hoteles, pueden segmentar la oferta de cada uno de ellos (uno destinarlo al público familiar, otro al de golf…), y que ahora está llegando, poco a poco, a Europa”, señala una fuente de la cadena hotelera Barceló. Este grupo hotelero ha abierto el primer establecimiento para uso exclusivo de adultos en Fuerteventura.
También los hay en Benidorm, en Mallorca y, fuera de nuestras fronteras, hasta en los destinos más remotos. La etiqueta free child se extiende desde Tailandia a Punta Cana, y de los Alpes a Cuba. Se trata de una iniciativa a la que se suman cada vez más parejas en busca de hoteles donde no se hospeden niños.
Gran Canaria, por su parte, cuenta con varios años de experiencia en este sector en auge. El Iberostar Costa Canaria fue uno de los primeros hoteles españoles en disponer de la categoría “free child”, y sus instalaciones están preparadas especialmente para disfrutar sólo, en pareja o con amigos. En familia, tan sólo si los hijos son mayores de 14 años.
Así lo anuncia en sus promociones: “En este hotel de la Playa de San Agustín es posible disfrutar de un alojamiento impecable, con servicios de coctelería, spa&wellness, gastronomía (…) En sus cuidadas instalaciones no se escuchan gritos ni lloros, y tampoco se ven baberos ni chupetes”.
Sin embargo, en el camino de rosas que parece seguir esta tendencia también hay espinas. Que un hotel se declare “free child” puede acarrearle demandas por discriminación, y por eso algunos no se aventuran a prohibir el ingreso de niños. La clave está en ‘disfrazar’ esta cláusula de manera sutil. Si piensa realizar un viaje familiar, no olvide leer la letra pequeña.
Sí, habrá que ver, porque legalmente el derecho a la no discriminación por razón de edad (y también por sexo, raza, credo o tendencia política) está garantizado como derecho fundamental por la Constitución española.
Pero al margen de esa consideración legal que deberán determinar las instancias competentes en la materia, la frivolidad de nuestros días parece no tener límites. Tal vez lo de menos sea que existan unos cuantos hoteles “child free”, lo preocupante es lo que revelan, en sintonía con el proyecto mundialista contrario a la natalidad en las sociedades occidentales.