Hundimiento de los independentistas
Quebec elige un Gobierno unionista, de derechas y antiinmigración
La provincia canadiense de Quebec ha elegido, por primera vez, a un partido nacionalista de centroderecha sin aspiraciones de independencia, que prometió recortar la inmigración, dando vuelta a la página de casi 15 años de gobiernos liberales.
La Coalición Avenir Quebec (CAQ), liderada por el empresario de 61 años Francois Legault, fue declarada vencedora, según los resultados preliminares. El partido, formado en 2011, ganaría la mayoría de los escaños en la asamblea provincial.
"Gracias, gracias, gracias. Estoy muy conmovido por su confianza en mi equipo. Y no puedo esperar para trabajar para ustedes".
Además de la victoria del CAQ, los resultados electorales han revelado dos cuestiones fundamentales: el hundimiento de las formaciones independentistas y el fracaso sin paliativos del Partido Liberal, lo que supone la pérdida de un aliado provincial para el primer ministro Justin Trudeau, luego de que Ontario votara por un gobierno antagónico en junio.
Durante la campaña, Legault prometió reducir la inmigración y deportar a los inmigrantes que no aprendieran francés en los tres años posteriores a su llegada a la provincia.
La provincia canadiense de Quebec ha elegido, por primera vez, a un partido nacionalista de centroderecha sin aspiraciones de independencia, que prometió recortar la inmigración, dando vuelta a la página de casi 15 años de gobiernos liberales.
La Coalición Avenir Quebec (CAQ), liderada por el empresario de 61 años Francois Legault, fue declarada vencedora, según los resultados preliminares. El partido, formado en 2011, ganaría la mayoría de los escaños en la asamblea provincial.
"Gracias, gracias, gracias. Estoy muy conmovido por su confianza en mi equipo. Y no puedo esperar para trabajar para ustedes".
Además de la victoria del CAQ, los resultados electorales han revelado dos cuestiones fundamentales: el hundimiento de las formaciones independentistas y el fracaso sin paliativos del Partido Liberal, lo que supone la pérdida de un aliado provincial para el primer ministro Justin Trudeau, luego de que Ontario votara por un gobierno antagónico en junio.
Durante la campaña, Legault prometió reducir la inmigración y deportar a los inmigrantes que no aprendieran francés en los tres años posteriores a su llegada a la provincia.