Denuncian inseguridad
Los policías vascos no caben en sus nuevos coches patrulla
Dos de los principales sindicatos de la policía autonómica vasca, ErNE y Sipe, han solicitado la retirada de los 140 nuevos coches patrulla de la Ertzaintza que se han recibido recientemente en las comisarias porque, según denuncian estas organizacioners, los agentes que superan los 1,80 metros de estatura no entran en ellos.
Las centrales sindicales consideran que la falta de espacio en el habitáculo del conductor y del copiloto de los ‘Seat León’ recién adquiridos y en los que se ha instalado la mampara para los detenidos “puede suponer un grave riesgo para la seguridad de los ertzainas y también de los ciudadanos”, por lo que responsabilizan a la consejería de Seguridad de cualquier incidencia que se pueda registrar.
De hecho, el sindicato mayoritario en la Policía autonómica, ErNE, ha aconsejado a los patrulleros que soliciten mediante un escrito a sus jefes de unidad que no se les asignen los ‘Seat León’ con mampara durante el servicio. Los dirigentes de esta organización se lamentan de que los vehículos se probaran en su día sin tener en cuenta que los agentes de uniforme llevan un cinturón, una pistola, una defensa y otras herramientas.
ErNE recuerda que el pliego de condiciones para la compra de los coches exigía que “la mampara debía permitir el movimiento completo del banco” (asiento) y tiene intención de solicitar al servicio de prevención un informe sobre riesgos laborales y se plantea denunciar la situación ante la Inspección de Trabajo e incluso en el juzgado “por poner en peligro a los trabajadores”.
Hay que recordar que esta primavera pasada, la policia municipal de Bilbao atravesó una situación similar cuando incorporó a su dotación móvil 32 unidades del Mercedes-Benz Clase B Sports Tourer.
Esta marca ganó la adjudicación, valorada en 1,7 millones de euros, por delante de otros contendientes como Citroén o Renault, aunque el monovolumen no convenció a los miembros de la policía bilbaína por el poco espacio que ofrecía el habitáculo para el conductor y el copiloto, tras incorporar las modificaciones pertinentes a fin de convertirlo en coche patrulla. En concreto, las unidades que presentaba este problema también eran las que incorporoban la mampara para trasladar a los detenidos.

Dos de los principales sindicatos de la policía autonómica vasca, ErNE y Sipe, han solicitado la retirada de los 140 nuevos coches patrulla de la Ertzaintza que se han recibido recientemente en las comisarias porque, según denuncian estas organizacioners, los agentes que superan los 1,80 metros de estatura no entran en ellos.
Las centrales sindicales consideran que la falta de espacio en el habitáculo del conductor y del copiloto de los ‘Seat León’ recién adquiridos y en los que se ha instalado la mampara para los detenidos “puede suponer un grave riesgo para la seguridad de los ertzainas y también de los ciudadanos”, por lo que responsabilizan a la consejería de Seguridad de cualquier incidencia que se pueda registrar.
De hecho, el sindicato mayoritario en la Policía autonómica, ErNE, ha aconsejado a los patrulleros que soliciten mediante un escrito a sus jefes de unidad que no se les asignen los ‘Seat León’ con mampara durante el servicio. Los dirigentes de esta organización se lamentan de que los vehículos se probaran en su día sin tener en cuenta que los agentes de uniforme llevan un cinturón, una pistola, una defensa y otras herramientas.
ErNE recuerda que el pliego de condiciones para la compra de los coches exigía que “la mampara debía permitir el movimiento completo del banco” (asiento) y tiene intención de solicitar al servicio de prevención un informe sobre riesgos laborales y se plantea denunciar la situación ante la Inspección de Trabajo e incluso en el juzgado “por poner en peligro a los trabajadores”.
Hay que recordar que esta primavera pasada, la policia municipal de Bilbao atravesó una situación similar cuando incorporó a su dotación móvil 32 unidades del Mercedes-Benz Clase B Sports Tourer.
Esta marca ganó la adjudicación, valorada en 1,7 millones de euros, por delante de otros contendientes como Citroén o Renault, aunque el monovolumen no convenció a los miembros de la policía bilbaína por el poco espacio que ofrecía el habitáculo para el conductor y el copiloto, tras incorporar las modificaciones pertinentes a fin de convertirlo en coche patrulla. En concreto, las unidades que presentaba este problema también eran las que incorporoban la mampara para trasladar a los detenidos.










