El pasado 15 de octubre comenzó un juicio con la Universidad de Harvard en el banquillo de los acusados. El demandante, la asociación Students for Fair Admissions, es un grupo de 20.000 estudiantes y padres que culpan a la universidad por su política de discriminación positiva ('affirmative action', en iglés).

La denuncia contra Harvard parte del hecho de que esta Universidad limitó el número de solicitantes estadounidenses de origen asiático que serían aceptados, a pesar de que los resultados escolares de éstos se encuentran muy por encima de los de otros grupos étnicos.

Este juicio podría tener consecuencias cruciales, ya que si los reclamantes tienen éxito podrían abrir el camino a romper las políticas de discriminación positivas marcadas por las universidades estadounidenses.