Investigación
En el 40 aniversario del GAR, ¿40 aniversario también de “su” primer caído?
Sobre las 10:30 horas de un día como el de hoy, 11 de noviembre, pero del año 1978, a la altura del kilómetro 58 de la carretera C-6322 (Beasain-Zumárraga), en el término municipal de Ezquioga (Guipúzcoa), una patrulla de la Guardia Civil en servicio de COS (Centro Operativo de Servicios) y compuesta por dos vehículos es objeto de un atentado terrorista mediante un artefacto explosivo tipo “hornillo”.
Los miembros de la patrulla, pertenecientes todos ellos a la 2ª Comandancia Móvil de Logroño y, a la sazón, “concentrados” en la Comandancia de Guipúzcoa, viajaban a bordo de los vehículos Land Rover matrículas PGC-0557-T (Cabo 1º Jesús Royo Ruiz y guardias José Arias Real y Ángel Fernández Martínez) y PGC-1133-T (Cabo 1º José Ramón Rodríguez de Lama y guardias Lucio Gabriel Revilla Alonso y Francisco Córdoba Ramos).
El vehículo matrícula PGC-1133-T, que circulaba en segundo lugar precedido del PGC-0557-T, fue alcanzado de lleno por la explosión, resultando muertos en el acto el cabo 1º Rodríguez de Lama y el guardia 2º Revilla Alonso, y herido grave el también guardia 2º Córdoba Ramos.
La carga explosiva, reforzada con tuercas y tornillería a modo de metralla, había sido colocada en el terraplén de la carretera y fue accionada a distancia por medio de un sistema eléctrico, siendo hallado, en la inspección ocular subsiguiente, un cable de 53 metros de longitud para activar la misma, situándose los autores del atentado ocultos entre la maleza existente en un pinar próximo desde donde disponían de una visibilidad perfecta de la calzada en una longitud aproximada de unos 200 metros.
Por efectos de la explosión, el vehículo fue proyectado a unos 30 metros de distancia, quedando totalmente destrozado y seccionado en su parte superior. El cabo 1º Rodríguez de Lama fue lanzado por efecto de la onda explosiva a unos siete metros de distancia y a 15 metros el guardia Revilla Alonso, mientras que el guardia Córdoba Ramos, que resultó herido grave, inicialmente quedó en el interior del vehículo.
Córdoba Ramos, al recuperar el conocimiento, pero aún conmocionado, tras salir del vehículo y tratar de alejarse del mismo, cayó en una finca próxima desde un desnivel de unos dos metros, siendo evacuado a la Clínica San Miguel de Beasain y, con posterioridad, al Hospital Militar de Vitoria, donde le fue diagnosticado traumatismo craneoencefálico abierto (fractura temporoparietal derecha, con escalpe y contusión en codo y muñeca derecha), de pronóstico grave.
El día siguiente, 12 de noviembre, fue celebrado el funeral por el cabo 1º Rodríguez de Lama y guardia 2º Revilla Alonso en el patio del Hospital Militar General Mola de San Sebastián, asistiendo al mismo, entre otras autoridades civiles y militares, el Excelentísimo Señor General Jefe de la 5a Zona de la Guardia Civil (Logro-ño) Antonio Hermosilla Bernardín.
El atentado fue reivindicado el día 14.11.1978 por la banda terrorista ETA mediante un comunicado dirigido a distintos medios de comunicación social de ámbito vasco, atentado que, con posterioridad, también aparecería recogido en el boletín "Zuzen" número 79 de febrero de 2004, que incluye un listado de todos los atentados de la
organización terrorista a lo largo de su historia.
En sentencia número 27/1987, la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional condenaba por este atentado a la miembro de ETA María Mercedes Galdós Arsuaga “Bitxori” a 27 años de reclusión mayor por cada uno de los asesinatos consumados y a cuatro penas de 17 años de prisión menor por los frustrados. Por otro lado, la sentencia número 26/1995, de 19 de junio, dictada por la misma Sala de la Audiencia Nacional, condenaba al también miembro de ETA Félix Ramón Gil Ostoaga “Saldi” a una pena de 29 años y a otra de 27 de reclusión mayor al ser considerado autor material del asesinato del cabo 1º Rodríguez de Lama y del guardia 2º Revilla Alonso. Asimismo, ambas sentencias obligaban al pago conjunto y solidario de los dos condenados a los herederos de ambos de sendas indemnizaciones por valor de 15 millones de pesetas en el primer caso y 10 en el segundo, incluyendo además una indemnización por valor de 1.100.000 pesetas al tercer ocupante del vehículo atacado, el guardia Córdoba Ramos, por las heridas sufridas.
Casualmente, el cabo 1º José Ramón Rodríguez de Lama, perteneciente, como se ha dicho, a la 2ª Comandancia Móvil de Logroño, había sido preseleccionado (1) en ésta para formar parte de la UAR (Unidad Antiterrorista Rural), que por entonces estaba en proceso de creación y que posteriormente daría origen al GAR (Grupo Antiterrorista Rural), pero desgraciadamente el atentado que le costó la vida impidió que en enero de 1979 se incorporase, junto a sus compañeros, al curso de “guerrillero” en la EMMOE (Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales) de Jaca y por lo tanto, le impidió formar parte del GAR.
No obstante, y esto no es más que mi humilde opinión, coincidiendo con la celebración del 40 aniversario de la creación del GAR-UAR, no estaría de más que la Unidad Antiterrorista por excelencia de la Guardia Civil reivindicase como propia la memoria del cabo 1º José Ramón Rodríguez de Lama, muerto en atentado terrorista, y lo añadiese a su “Cuadro de Honor” y “Lista de Caídos”, pues si bien, en puridad, nunca llegó a ser miembro del GAR de “pleno derecho”, al menos si podríamos decir que lo fue “en potencia” y, al igual que sus compañeros de la “Móvil de Logroño” que realizaron el curso de “guerrilleros” en la EMMOE, para ser preseleccionado tuvo que superar “las pruebas físicas, las pruebas de decisión y el test de prudencia y adaptabilidad” (2) y, lo que tal vez fuese lo más importante, al igual que ellos, presentarse voluntario para el GAR, “para combatir el terrorismo”...
1. Miguel Astrain Pérez, capitán de la Guardia Civil y jefe de la UAR en 1979, en artículo titulado “Aquellos boinas negras” obrante en el libro “Guardia Civil. Unidad de Acción Rural UAR (GAR-CAE)”, editado por la Secretaría General Técnica del Ministerio del Interior.
2. Miguel Astrain Pérez, Op. Cit.
![[Img #14827]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/11_2018/3545_captura-de-pantalla-2018-11-11-a-las-161512.png?28)
Sobre las 10:30 horas de un día como el de hoy, 11 de noviembre, pero del año 1978, a la altura del kilómetro 58 de la carretera C-6322 (Beasain-Zumárraga), en el término municipal de Ezquioga (Guipúzcoa), una patrulla de la Guardia Civil en servicio de COS (Centro Operativo de Servicios) y compuesta por dos vehículos es objeto de un atentado terrorista mediante un artefacto explosivo tipo “hornillo”.
Los miembros de la patrulla, pertenecientes todos ellos a la 2ª Comandancia Móvil de Logroño y, a la sazón, “concentrados” en la Comandancia de Guipúzcoa, viajaban a bordo de los vehículos Land Rover matrículas PGC-0557-T (Cabo 1º Jesús Royo Ruiz y guardias José Arias Real y Ángel Fernández Martínez) y PGC-1133-T (Cabo 1º José Ramón Rodríguez de Lama y guardias Lucio Gabriel Revilla Alonso y Francisco Córdoba Ramos).
El vehículo matrícula PGC-1133-T, que circulaba en segundo lugar precedido del PGC-0557-T, fue alcanzado de lleno por la explosión, resultando muertos en el acto el cabo 1º Rodríguez de Lama y el guardia 2º Revilla Alonso, y herido grave el también guardia 2º Córdoba Ramos.
La carga explosiva, reforzada con tuercas y tornillería a modo de metralla, había sido colocada en el terraplén de la carretera y fue accionada a distancia por medio de un sistema eléctrico, siendo hallado, en la inspección ocular subsiguiente, un cable de 53 metros de longitud para activar la misma, situándose los autores del atentado ocultos entre la maleza existente en un pinar próximo desde donde disponían de una visibilidad perfecta de la calzada en una longitud aproximada de unos 200 metros.
Por efectos de la explosión, el vehículo fue proyectado a unos 30 metros de distancia, quedando totalmente destrozado y seccionado en su parte superior. El cabo 1º Rodríguez de Lama fue lanzado por efecto de la onda explosiva a unos siete metros de distancia y a 15 metros el guardia Revilla Alonso, mientras que el guardia Córdoba Ramos, que resultó herido grave, inicialmente quedó en el interior del vehículo.
Córdoba Ramos, al recuperar el conocimiento, pero aún conmocionado, tras salir del vehículo y tratar de alejarse del mismo, cayó en una finca próxima desde un desnivel de unos dos metros, siendo evacuado a la Clínica San Miguel de Beasain y, con posterioridad, al Hospital Militar de Vitoria, donde le fue diagnosticado traumatismo craneoencefálico abierto (fractura temporoparietal derecha, con escalpe y contusión en codo y muñeca derecha), de pronóstico grave.
El día siguiente, 12 de noviembre, fue celebrado el funeral por el cabo 1º Rodríguez de Lama y guardia 2º Revilla Alonso en el patio del Hospital Militar General Mola de San Sebastián, asistiendo al mismo, entre otras autoridades civiles y militares, el Excelentísimo Señor General Jefe de la 5a Zona de la Guardia Civil (Logro-ño) Antonio Hermosilla Bernardín.
El atentado fue reivindicado el día 14.11.1978 por la banda terrorista ETA mediante un comunicado dirigido a distintos medios de comunicación social de ámbito vasco, atentado que, con posterioridad, también aparecería recogido en el boletín "Zuzen" número 79 de febrero de 2004, que incluye un listado de todos los atentados de la
organización terrorista a lo largo de su historia.
En sentencia número 27/1987, la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional condenaba por este atentado a la miembro de ETA María Mercedes Galdós Arsuaga “Bitxori” a 27 años de reclusión mayor por cada uno de los asesinatos consumados y a cuatro penas de 17 años de prisión menor por los frustrados. Por otro lado, la sentencia número 26/1995, de 19 de junio, dictada por la misma Sala de la Audiencia Nacional, condenaba al también miembro de ETA Félix Ramón Gil Ostoaga “Saldi” a una pena de 29 años y a otra de 27 de reclusión mayor al ser considerado autor material del asesinato del cabo 1º Rodríguez de Lama y del guardia 2º Revilla Alonso. Asimismo, ambas sentencias obligaban al pago conjunto y solidario de los dos condenados a los herederos de ambos de sendas indemnizaciones por valor de 15 millones de pesetas en el primer caso y 10 en el segundo, incluyendo además una indemnización por valor de 1.100.000 pesetas al tercer ocupante del vehículo atacado, el guardia Córdoba Ramos, por las heridas sufridas.
Casualmente, el cabo 1º José Ramón Rodríguez de Lama, perteneciente, como se ha dicho, a la 2ª Comandancia Móvil de Logroño, había sido preseleccionado (1) en ésta para formar parte de la UAR (Unidad Antiterrorista Rural), que por entonces estaba en proceso de creación y que posteriormente daría origen al GAR (Grupo Antiterrorista Rural), pero desgraciadamente el atentado que le costó la vida impidió que en enero de 1979 se incorporase, junto a sus compañeros, al curso de “guerrillero” en la EMMOE (Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales) de Jaca y por lo tanto, le impidió formar parte del GAR.
No obstante, y esto no es más que mi humilde opinión, coincidiendo con la celebración del 40 aniversario de la creación del GAR-UAR, no estaría de más que la Unidad Antiterrorista por excelencia de la Guardia Civil reivindicase como propia la memoria del cabo 1º José Ramón Rodríguez de Lama, muerto en atentado terrorista, y lo añadiese a su “Cuadro de Honor” y “Lista de Caídos”, pues si bien, en puridad, nunca llegó a ser miembro del GAR de “pleno derecho”, al menos si podríamos decir que lo fue “en potencia” y, al igual que sus compañeros de la “Móvil de Logroño” que realizaron el curso de “guerrilleros” en la EMMOE, para ser preseleccionado tuvo que superar “las pruebas físicas, las pruebas de decisión y el test de prudencia y adaptabilidad” (2) y, lo que tal vez fuese lo más importante, al igual que ellos, presentarse voluntario para el GAR, “para combatir el terrorismo”...
1. Miguel Astrain Pérez, capitán de la Guardia Civil y jefe de la UAR en 1979, en artículo titulado “Aquellos boinas negras” obrante en el libro “Guardia Civil. Unidad de Acción Rural UAR (GAR-CAE)”, editado por la Secretaría General Técnica del Ministerio del Interior.
2. Miguel Astrain Pérez, Op. Cit.