Dos terroristas chilenos colocaron una bomba en la Basílica del Pilar de Zaragoza en octubre de 2013
Cámaras de vigilancia contra el terrorismo anarquista
Las grabaciones de las cámaras de seguridad de vías públicas, bares, estaciones de autobuses y de metro fueron claves para identificar y reconstruir los pasos de los dos anarquistas chilenos que presuntamente colocaron el pasado 2 de octubre de 2013 una bomba en el interior de la basílica del Pilar.
Según ha informado la agencia Vasco Press, las imágenes de videovigilancia de Barcelona y Zaragoza son una de las pruebas claves en los que se sustenta la acusación contra Francisco Javier Solar y Mónica Caballero, que se encuentran en prisión desde hace casi un año. Diferentes cámaras les grabaron prácticamente desde que salieron de casa en Barcelona hasta que regresaron después de haber puesto la bomba en Zaragoza.
La explosión del artefacto, colocado en el interior de la Basílica del Pilar, tuvo lugar a las 13:45 horas del 2 de octubre de 2013 y causó daños materiales por importe de 143.317 euros, además de herir a una mujer. La acción terrorista fue asumida mediante un comunicado por el Comando Insurreccionalista Mateo Morral.
Los policías encargados de la investigación del atentado, entre otras líneas de trabajo, buscaron las grabaciones de las cámaras de seguridad del templo, de la plaza y de establecimientos cercanos para tratar de identificar a los sospechosos. Las cámaras del Bar Las Catedrales, localizado en la plaza del Pilar, proporcionaron a los investigadores la primera pista: era la imagen de un hombre y una mujer grabados a las 12:44, una hora antes del atentado. Sus movimientos, su vestimenta y los bultos que portaban los convirtieron de inmediato en sospechosos. Su ropa era muy distinta a la de la mayoría de los ciudadanos que llevaban vestimentas ligeras acordes con el calor que hacía ese día. Además, llevaban la cabeza cubierta y ocultaban el rostro. La mujer con una pamela blanca y el hombre con un sombrero impermeable. El hombre, además, acarreaba un bolso de grandes dimensiones del que no se separaba en ningún momento.
Sabiendo ya qué es lo que tenían que buscar en las cámaras, la policía trató de hacer una reconstrucción a la inversa del itinerario seguido por los sospechosos antes de su llegada a la basílica. La pista llevó a la Estación Central de Zaragoza, de ahí a la Estación del Norte de Barcelona y al Metro de la capital catalana. Se encontraron grabaciones que permitían reconstruir los movimientos de la pareja desde las 7:20 de la mañana hasta las 14:57 de la tarde del día del atentado.
De acuerdo con los datos recogidos en la investigación, y hechos públicos por Vasco Press, el itinerario seguido por los dos anarquistas fue el siguiente. A las 7:21 horas de la mañana llegaron a los andenes de la estación de La Sagrera del Metro de Barcelona, desde donde se trasladaron hasta la estación Arc de Triomf, situada a escasos metros de la Estación de autobuses del Norte de Barcelona. Entraron en esta estación a las 7:50 para tomar un autobús que salía a las 8 de la mañana con destino a Zaragoza, donde fueron grabados de nuevo a las 11:50. Las cámaras de la Estación del Norte, en Barcelona, registraron a Mónica Caballero ocultando su rostro con un pañuelo negro con el que se envolvía la cabeza.
Desde que las primeras cámaras los grabaron a las 7:21 de la mañana, el hombre aparecía transportando un bolso de asas de grandes dimensiones. Solamente en el tramo que hay entre la parada de Arc de Triumf y la Estación del Norte aparecía la mujer acarreando la bolsa. Durante ese trayecto, el varón llevaba una caja dentro de la cual el juez cree que estaba el explosivo sin activar. No se desprendió de ella ni un instante y la subió al espacio de pasajeros del autobús alegando que contenía “objetos delicados”.
Cincuenta y cuatro minutos después de llegar a la estación de Zaragoza, los dos anarquistas aparecieron en el campo de visión de las cámaras del bar Las Catedrales, en la Plaza del Pilar. Se sentaron en la terraza del bar “España, punto y coma” donde fueron atendidos por los camareros del establecimiento. En un momento dado, el hombre entró con la bolsa en los aseos donde permaneció por espacio de trece minutos durante los cuales se sospecha que activó el temporizador del artefacto. Desde ese local se dirigieron a la basílica, presumiblemente, para depositar la bomba.
La pareja trató de ocultar el rostro, la mujer con un pañuelo y también con una pamela y el hombre con un gorro de lluvia. En el metro de Barcelona, sin embargo, habían viajado a cara descubierta lo que permitió obtener de sus cámaras imágenes claras de ambos que se utilizaron en la identificación de los sospechosos.
A las 13:10 horas, después de colocar el artefacto en el interior de la basílica, la pareja abandonó la plaza del Pilar llevando el bolso de asas, pero no la caja. Faltaban 35 minutos para que se produjera la explosión. Una llamada telefónica de 18 segundos de duración y realizada desde una cabina situada en la calle San Martín, esquina con la calle Conde de Aranda, anunció a un centro de estética que se iba a producir la explosión de la bomba unos minutos más tarde, pero en el establecimiento pensaron que se trataba de una broma y no avisaron a las autoridades.
La siguiente aparición ante las cámaras de la pareja se produjo a las 14:57 horas, de nuevo en la estación central de Zaragoza para volver a tomar el autobús de vuelta a Barcelona. En ese momento ya no llevaban el bolso de gran tamaño.
La investigación policial permitió descubrir también otras imágenes grabadas quince días antes, cuando Francisco Javier Solar acudió a la estación de autobuses de Barcelona para comprar los billetes a Zaragoza. La compra del pasaje se efectuó el 18 de septiembre de 2013. Solar acudió a la taquilla con un sombrero similar al que llevaba el 2 de octubre en Zaragoza y con unas gafas de pasta, sin graduación, que fueron encontradas por la policía al registrar su vivienda.
En la casa de la pareja se encontraron también una zapatillas deportivas con la suela de color blanco y negro propiedad de Mónica Caballero. Las grabaciones realizadas por las cámaras del metro de Barcelona el 2 de octubre permitían ver el detalle de las suelas que coincidía con las zapatillas encontradas en el piso.
En el registro de la casa la policía encontró dos billetes de los Ferrocarriles de la Generalitat para ir a la basílica de Montserrat y un tríptico del recinto religioso. A partir de esta pista, los investigadores realizaron comprobaciones en las cámaras de vídeo de los ferrocarriles y de la basílica. En las imágenes volvía a aparecer la pareja chilena en un viaje que habían hecho a Montserrat el día 12 de noviembre y que, según la acusación, formaba parte de los preparativos para atentar contra este templo.
A las 10:21 horas del 12 de noviembre, las cámaras grabaron a Solar y Caballero sacando los billetes en una máquina expendedora de la estación de la Plaza de España de Barcelona. A las 11:41 se les observa caminar por el túnel del enlace entre los Ferrocarriles y el AERI de Montserrat. Otras cámaras los grabaron en el interior del templo a las 14:41. Tres minutos más tarde se ve como salen del camerino al exterior del pleno y a las 14:48, Javier Solar penetra de nuevo en la basílica por una puerta distinta. Su compañera entra casi un minuto más tarde y ambos vuelven a salir a las 14:52.
Los investigadores sospechan que en ese viaje a Monserrat estaban reuniendo información para cometer un atentado contra el templo.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad de vías públicas, bares, estaciones de autobuses y de metro fueron claves para identificar y reconstruir los pasos de los dos anarquistas chilenos que presuntamente colocaron el pasado 2 de octubre de 2013 una bomba en el interior de la basílica del Pilar.
Según ha informado la agencia Vasco Press, las imágenes de videovigilancia de Barcelona y Zaragoza son una de las pruebas claves en los que se sustenta la acusación contra Francisco Javier Solar y Mónica Caballero, que se encuentran en prisión desde hace casi un año. Diferentes cámaras les grabaron prácticamente desde que salieron de casa en Barcelona hasta que regresaron después de haber puesto la bomba en Zaragoza.
La explosión del artefacto, colocado en el interior de la Basílica del Pilar, tuvo lugar a las 13:45 horas del 2 de octubre de 2013 y causó daños materiales por importe de 143.317 euros, además de herir a una mujer. La acción terrorista fue asumida mediante un comunicado por el Comando Insurreccionalista Mateo Morral.
Los policías encargados de la investigación del atentado, entre otras líneas de trabajo, buscaron las grabaciones de las cámaras de seguridad del templo, de la plaza y de establecimientos cercanos para tratar de identificar a los sospechosos. Las cámaras del Bar Las Catedrales, localizado en la plaza del Pilar, proporcionaron a los investigadores la primera pista: era la imagen de un hombre y una mujer grabados a las 12:44, una hora antes del atentado. Sus movimientos, su vestimenta y los bultos que portaban los convirtieron de inmediato en sospechosos. Su ropa era muy distinta a la de la mayoría de los ciudadanos que llevaban vestimentas ligeras acordes con el calor que hacía ese día. Además, llevaban la cabeza cubierta y ocultaban el rostro. La mujer con una pamela blanca y el hombre con un sombrero impermeable. El hombre, además, acarreaba un bolso de grandes dimensiones del que no se separaba en ningún momento.
Sabiendo ya qué es lo que tenían que buscar en las cámaras, la policía trató de hacer una reconstrucción a la inversa del itinerario seguido por los sospechosos antes de su llegada a la basílica. La pista llevó a la Estación Central de Zaragoza, de ahí a la Estación del Norte de Barcelona y al Metro de la capital catalana. Se encontraron grabaciones que permitían reconstruir los movimientos de la pareja desde las 7:20 de la mañana hasta las 14:57 de la tarde del día del atentado.
De acuerdo con los datos recogidos en la investigación, y hechos públicos por Vasco Press, el itinerario seguido por los dos anarquistas fue el siguiente. A las 7:21 horas de la mañana llegaron a los andenes de la estación de La Sagrera del Metro de Barcelona, desde donde se trasladaron hasta la estación Arc de Triomf, situada a escasos metros de la Estación de autobuses del Norte de Barcelona. Entraron en esta estación a las 7:50 para tomar un autobús que salía a las 8 de la mañana con destino a Zaragoza, donde fueron grabados de nuevo a las 11:50. Las cámaras de la Estación del Norte, en Barcelona, registraron a Mónica Caballero ocultando su rostro con un pañuelo negro con el que se envolvía la cabeza.
Desde que las primeras cámaras los grabaron a las 7:21 de la mañana, el hombre aparecía transportando un bolso de asas de grandes dimensiones. Solamente en el tramo que hay entre la parada de Arc de Triumf y la Estación del Norte aparecía la mujer acarreando la bolsa. Durante ese trayecto, el varón llevaba una caja dentro de la cual el juez cree que estaba el explosivo sin activar. No se desprendió de ella ni un instante y la subió al espacio de pasajeros del autobús alegando que contenía “objetos delicados”.
Cincuenta y cuatro minutos después de llegar a la estación de Zaragoza, los dos anarquistas aparecieron en el campo de visión de las cámaras del bar Las Catedrales, en la Plaza del Pilar. Se sentaron en la terraza del bar “España, punto y coma” donde fueron atendidos por los camareros del establecimiento. En un momento dado, el hombre entró con la bolsa en los aseos donde permaneció por espacio de trece minutos durante los cuales se sospecha que activó el temporizador del artefacto. Desde ese local se dirigieron a la basílica, presumiblemente, para depositar la bomba.
La pareja trató de ocultar el rostro, la mujer con un pañuelo y también con una pamela y el hombre con un gorro de lluvia. En el metro de Barcelona, sin embargo, habían viajado a cara descubierta lo que permitió obtener de sus cámaras imágenes claras de ambos que se utilizaron en la identificación de los sospechosos.
A las 13:10 horas, después de colocar el artefacto en el interior de la basílica, la pareja abandonó la plaza del Pilar llevando el bolso de asas, pero no la caja. Faltaban 35 minutos para que se produjera la explosión. Una llamada telefónica de 18 segundos de duración y realizada desde una cabina situada en la calle San Martín, esquina con la calle Conde de Aranda, anunció a un centro de estética que se iba a producir la explosión de la bomba unos minutos más tarde, pero en el establecimiento pensaron que se trataba de una broma y no avisaron a las autoridades.
La siguiente aparición ante las cámaras de la pareja se produjo a las 14:57 horas, de nuevo en la estación central de Zaragoza para volver a tomar el autobús de vuelta a Barcelona. En ese momento ya no llevaban el bolso de gran tamaño.
La investigación policial permitió descubrir también otras imágenes grabadas quince días antes, cuando Francisco Javier Solar acudió a la estación de autobuses de Barcelona para comprar los billetes a Zaragoza. La compra del pasaje se efectuó el 18 de septiembre de 2013. Solar acudió a la taquilla con un sombrero similar al que llevaba el 2 de octubre en Zaragoza y con unas gafas de pasta, sin graduación, que fueron encontradas por la policía al registrar su vivienda.
En la casa de la pareja se encontraron también una zapatillas deportivas con la suela de color blanco y negro propiedad de Mónica Caballero. Las grabaciones realizadas por las cámaras del metro de Barcelona el 2 de octubre permitían ver el detalle de las suelas que coincidía con las zapatillas encontradas en el piso.
En el registro de la casa la policía encontró dos billetes de los Ferrocarriles de la Generalitat para ir a la basílica de Montserrat y un tríptico del recinto religioso. A partir de esta pista, los investigadores realizaron comprobaciones en las cámaras de vídeo de los ferrocarriles y de la basílica. En las imágenes volvía a aparecer la pareja chilena en un viaje que habían hecho a Montserrat el día 12 de noviembre y que, según la acusación, formaba parte de los preparativos para atentar contra este templo.
A las 10:21 horas del 12 de noviembre, las cámaras grabaron a Solar y Caballero sacando los billetes en una máquina expendedora de la estación de la Plaza de España de Barcelona. A las 11:41 se les observa caminar por el túnel del enlace entre los Ferrocarriles y el AERI de Montserrat. Otras cámaras los grabaron en el interior del templo a las 14:41. Tres minutos más tarde se ve como salen del camerino al exterior del pleno y a las 14:48, Javier Solar penetra de nuevo en la basílica por una puerta distinta. Su compañera entra casi un minuto más tarde y ambos vuelven a salir a las 14:52.
Los investigadores sospechan que en ese viaje a Monserrat estaban reuniendo información para cometer un atentado contra el templo.