“Una utopía del final de los tiempos. Descifrando la narrativa del Estado Islámico”
Un análisis de la OTAN apunta a que el Estado Islámico busca la "batalla final" contra Occidente
![[Img #6477]](upload/img/periodico/img_6477.jpg)
Jean-Loup Samaan, uno de los más destacados analistas de la OTAN, acaba de publicar un revelador y sorprendente trabajo, titulado “Una utopía del fin de los tiempos. Descifrando la narrativa del Estado Islámico (EI)”, en el que, basándose en documentos, vídeos e información propia de esta organización terrorista de carácter islamista, pone de manifiesto cómo mediante una estrategia de comunicación que deja muy atrás a la empleada por grupos como Al Qaeda, el EI trata de transmitir al mundo una imagen absolutamente distorsionada de su alcance territorial.
Leer el análisis íntegro al final de esta información (en inglés)
En opinión de Jean-Loup Samaan, el autodenominado Estado Islámico (EI), que solamente controla algunas regiones de Irak y Siria, se ve a sí mismo no como una red, tal y como se concibe Al Qaeda, sino como el único grupo capaz de emprender una “guerra santa” contra “Roma”, que ellos entienden como “la cristiandad” y Occidente, en pos del “Califato” final.
El investigador de la OTAN explica que este imaginario colectivo geopolíticamente expansivo proporciona un fuerte impulso a la organización terrorista y a sus miembros, y ofrece un elemento importante de atracción para todos los jóvenes musulmanes que desean sumarse a la “yihad”.
A juicio de Samaam, cualquier contranarrativa que se quiera construir para desacreditar los principios teóricos del autodenominado Estado Islámico ha de tener en cuenta una cuestión que él define como “escatológica”, entendiendo ésta como una proximidad al “fin de los tiempos”.
“Este es un aspecto fundamental de la ideología del EI. La agenda de Al Qaeda era claramente política y sus objetivos eran los países occidentales y los aliados de éstos en los países árabes. Para conseguir estos fines, Al Qaeda cometía atentados terroristas que trataban de provocar pequeñas revoluciones locales. Pero la visión de Bin Laden nunca fue mesiánica en su escala y no estaba envuelta por ensoñaciones que implicaban batallas apocalípticas. Este es el registro en el que, por el contrario, sí se mueve el Estado Islámico. Y este mesianismo no debe ser subestimado: explica la atracción que el EI genera en los jóvenes musulmanes de los países árabes o de Europa, que buscan una aventura épica imbuida de ligeras connotaciones religiosas. Para estos ‘combatientes’, la batalla entre el EI y los países de la coalición liderada por Estados Unidos no es algo sin importancia: marca el comienzo de la lucha final entre los musulmanes y sus enemigos, ‘la armada de Roma’”.
Jean-Loup Samaan, uno de los más destacados analistas de la OTAN, acaba de publicar un revelador y sorprendente trabajo, titulado “Una utopía del fin de los tiempos. Descifrando la narrativa del Estado Islámico (EI)”, en el que, basándose en documentos, vídeos e información propia de esta organización terrorista de carácter islamista, pone de manifiesto cómo mediante una estrategia de comunicación que deja muy atrás a la empleada por grupos como Al Qaeda, el EI trata de transmitir al mundo una imagen absolutamente distorsionada de su alcance territorial.
Leer el análisis íntegro al final de esta información (en inglés)
En opinión de Jean-Loup Samaan, el autodenominado Estado Islámico (EI), que solamente controla algunas regiones de Irak y Siria, se ve a sí mismo no como una red, tal y como se concibe Al Qaeda, sino como el único grupo capaz de emprender una “guerra santa” contra “Roma”, que ellos entienden como “la cristiandad” y Occidente, en pos del “Califato” final.
El investigador de la OTAN explica que este imaginario colectivo geopolíticamente expansivo proporciona un fuerte impulso a la organización terrorista y a sus miembros, y ofrece un elemento importante de atracción para todos los jóvenes musulmanes que desean sumarse a la “yihad”.
A juicio de Samaam, cualquier contranarrativa que se quiera construir para desacreditar los principios teóricos del autodenominado Estado Islámico ha de tener en cuenta una cuestión que él define como “escatológica”, entendiendo ésta como una proximidad al “fin de los tiempos”.
“Este es un aspecto fundamental de la ideología del EI. La agenda de Al Qaeda era claramente política y sus objetivos eran los países occidentales y los aliados de éstos en los países árabes. Para conseguir estos fines, Al Qaeda cometía atentados terroristas que trataban de provocar pequeñas revoluciones locales. Pero la visión de Bin Laden nunca fue mesiánica en su escala y no estaba envuelta por ensoñaciones que implicaban batallas apocalípticas. Este es el registro en el que, por el contrario, sí se mueve el Estado Islámico. Y este mesianismo no debe ser subestimado: explica la atracción que el EI genera en los jóvenes musulmanes de los países árabes o de Europa, que buscan una aventura épica imbuida de ligeras connotaciones religiosas. Para estos ‘combatientes’, la batalla entre el EI y los países de la coalición liderada por Estados Unidos no es algo sin importancia: marca el comienzo de la lucha final entre los musulmanes y sus enemigos, ‘la armada de Roma’”.