Protesta contra el TTIP
La izquierda europea más rancia se manifiesta en Berlín contra un tratado que no existe
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Convocadas por los mismos partidos de extrema izquierda, organizaciones sindicales y plataformas ecologistas que a lo largo de los últimos años se han opuesto, sucesivamente, al Tratado de Maastrich que abría las puertas al nacimiento de la UE, a la aparición del euro y a la liberalización del comercio mundial que ha permitido la globalización de la economía y de la cultura occidental a lo largo y ancho del mundo, 150.000 personas se han manifestado en Berlín contra el Tratado de Libre Comercio que actualmente negocian la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP), y que, en el mejor de los casos, no se pondrá en marcha hasta dentro de varios años.
Los partidos y movimientos de la izquierda radical alemana y europea organizadores de la protesta, agazapados bajo el lema "Por un comercio mundial justo", apostaron por unir sus fuerzas para “evitar que los derechos de los trabajadores se conviertan en un juguete a merced de la globalización desenfrenada”. Los manifestantes temen que el TTIP, del que apenas se conoce todavía ningún aspecto, debilite las normas europeas y deteriore estándares ecológicos y sociales que existen en la UE.
Convocadas por los mismos partidos de extrema izquierda, organizaciones sindicales y plataformas ecologistas que a lo largo de los últimos años se han opuesto, sucesivamente, al Tratado de Maastrich que abría las puertas al nacimiento de la UE, a la aparición del euro y a la liberalización del comercio mundial que ha permitido la globalización de la economía y de la cultura occidental a lo largo y ancho del mundo, 150.000 personas se han manifestado en Berlín contra el Tratado de Libre Comercio que actualmente negocian la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP), y que, en el mejor de los casos, no se pondrá en marcha hasta dentro de varios años.
Los partidos y movimientos de la izquierda radical alemana y europea organizadores de la protesta, agazapados bajo el lema "Por un comercio mundial justo", apostaron por unir sus fuerzas para “evitar que los derechos de los trabajadores se conviertan en un juguete a merced de la globalización desenfrenada”. Los manifestantes temen que el TTIP, del que apenas se conoce todavía ningún aspecto, debilite las normas europeas y deteriore estándares ecológicos y sociales que existen en la UE.