Con un coste de 30.000 euros
Un importante banquero gay de Nueva York financia la campaña propagandística “Hay niñas con pene y niños con vulva” que tiene lugar en el País Vasco
Chrysallis, la Asociación de Familias de Menores Transexuales del País Vasco y Navarra, ha puesto en marcha una campaña, que puede verse en decenas de marquesinas de autobuses de Bilbao, Vitoria, San Sebastián y Pamplona, que bajo el lema “Hay niñas con pene y niños con vulva” muestra un cartel en el que cuatro chavales, una niña, un niño, una menor con pene y un menor con vagina, corren desnudos cogidos de la mano.
Lo más llamativo de todo es el origen de los recursos económicos, 30.000 euros, que se han invertido en la puesta en marcha de esta iniciativa propagandística. Según informa el diario “El Correo”, el dinero proviene de “un hombre gay de muy alto poder económico, un mecenas de Nueva York que sólo puso una condición para aportar los 30.000 euros que ha destinado: que su nombre se mantuviera en el anonimato. (…) La persona que ha puesto sobre la mesa el fondo necesario para este proyecto –el primero de sus características que se realiza en el País Vasco y Navarra– es el número 2 de uno de los bancos más importantes del mundo, un neoyorquino de ascendencia vasconavarra, que quiso colaborar con Chrysallis tras conocer su actividad a través de los medios de comunicación”.
Chrysallis, la Asociación de Familias de Menores Transexuales del País Vasco y Navarra, ha puesto en marcha una campaña, que puede verse en decenas de marquesinas de autobuses de Bilbao, Vitoria, San Sebastián y Pamplona, que bajo el lema “Hay niñas con pene y niños con vulva” muestra un cartel en el que cuatro chavales, una niña, un niño, una menor con pene y un menor con vagina, corren desnudos cogidos de la mano.
Lo más llamativo de todo es el origen de los recursos económicos, 30.000 euros, que se han invertido en la puesta en marcha de esta iniciativa propagandística. Según informa el diario “El Correo”, el dinero proviene de “un hombre gay de muy alto poder económico, un mecenas de Nueva York que sólo puso una condición para aportar los 30.000 euros que ha destinado: que su nombre se mantuviera en el anonimato. (…) La persona que ha puesto sobre la mesa el fondo necesario para este proyecto –el primero de sus características que se realiza en el País Vasco y Navarra– es el número 2 de uno de los bancos más importantes del mundo, un neoyorquino de ascendencia vasconavarra, que quiso colaborar con Chrysallis tras conocer su actividad a través de los medios de comunicación”.