La encuesta que ha conmocionado a Bélgica
Más de la mitad de los belgas confiesa sentir que “vive en un caos”, en un país en el que “ya no se siente como en casa” por la inmigración
![[Img #10561]](upload/img/periodico/img_10561.png)
Durante los últimos días, una investigación sociológica dada a conocer por el periódico “Le Soir” y por RTBF (Radio Televisión Belga Francófona) ha conmocionado a los ciudadanos belgas y, sobre todo, a la clase política y periodística que, tal y como ocurre en otros lugares del mundo, parece distanciarse cada vez más de la opinión pública.
Y es que en un país sacudido por el terrorismo islamista, por los constantes disturbios protagonizados por inmigrantes y por la proliferación de “no-go zones" como Molenbeek (barrios en los que no se aplican las leyes del Estado, donde las instituciones no actúan y que quedan en manos de la “sharia” o ley islámica), los ciudadanos han decidido hablar con claridad. Tanto es así que el 77% de ellos ha explicado que sí, que efectivamente “ya no se siente en su país como en casa, tal y como ocurría antes”. De hecho, siete de cada diez ciudadanos consultados creen que los inmigrantes musulmanes desean imponer a los belgas su “forma de vivir”.
![[Img #10560]](upload/img/periodico/img_10560.png)
La investigación revela que el 67% de los ciudadanos afirma que “hay demasiados inmigrantes en Bélgica” y que otro 66% considera sentirse “cada vez más invadido”.
Por otro lado, más de la mitad de los ciudadanos belgas cree que "incluso después de varias generaciones, los descendientes de un inmigrante nunca serán belgas de verdad”. Para el 60% de los belgas encuestados, "la presencia de una comunidad musulmana en Bélgica es una amenaza para la identidad del país” y el 74% cree que el islam “no es una religión tolerante”.
La investigación explica que el 70% se muestra a favor de un “poder fuerte” que imponga el orden y la cohesión en el país. De hecho, una mayoría de los encuestados cree que el actual sistema político está en quiebra y que la democracia está funcionando mal. Más del 60% de los ciudadanos reconoce que tiene la sensación de “vivir en un caos”.
Durante los últimos días, una investigación sociológica dada a conocer por el periódico “Le Soir” y por RTBF (Radio Televisión Belga Francófona) ha conmocionado a los ciudadanos belgas y, sobre todo, a la clase política y periodística que, tal y como ocurre en otros lugares del mundo, parece distanciarse cada vez más de la opinión pública.
Y es que en un país sacudido por el terrorismo islamista, por los constantes disturbios protagonizados por inmigrantes y por la proliferación de “no-go zones" como Molenbeek (barrios en los que no se aplican las leyes del Estado, donde las instituciones no actúan y que quedan en manos de la “sharia” o ley islámica), los ciudadanos han decidido hablar con claridad. Tanto es así que el 77% de ellos ha explicado que sí, que efectivamente “ya no se siente en su país como en casa, tal y como ocurría antes”. De hecho, siete de cada diez ciudadanos consultados creen que los inmigrantes musulmanes desean imponer a los belgas su “forma de vivir”.
La investigación revela que el 67% de los ciudadanos afirma que “hay demasiados inmigrantes en Bélgica” y que otro 66% considera sentirse “cada vez más invadido”.
Por otro lado, más de la mitad de los ciudadanos belgas cree que "incluso después de varias generaciones, los descendientes de un inmigrante nunca serán belgas de verdad”. Para el 60% de los belgas encuestados, "la presencia de una comunidad musulmana en Bélgica es una amenaza para la identidad del país” y el 74% cree que el islam “no es una religión tolerante”.
La investigación explica que el 70% se muestra a favor de un “poder fuerte” que imponga el orden y la cohesión en el país. De hecho, una mayoría de los encuestados cree que el actual sistema político está en quiebra y que la democracia está funcionando mal. Más del 60% de los ciudadanos reconoce que tiene la sensación de “vivir en un caos”.