Artículo Editorial
Twitter cercena la libertad de expresión, calla ante la cristianofobia y permite la apología del terrorismo islamista
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@verdadesofenden, uno de los columnistas más apreciados por los lectores de La Tribuna del País Vasco y estrella de la red social Twitter, donde reunía casi a 30.000 seguidores, ha visto como la compañía californiana suspendía de la noche a la mañana su cuenta.
Al parecer, los responsables de Twitter, que habitualmente permiten todo tipo de mensajes de autores anónimos y que repetidamente se han negado a cerrar perfiles que insultan a las víctimas del terrorismo, que jalean a la extrema izquierda y que hacen apología de todo tipo de barbaridades antisistema, se han sentido ofendidos, y nunca mejor dicho, por la denuncia permanente y contundente que @verdadesofenden realiza del Islam como ideología política totalitaria y fanática que alienta y cobija bajo su manto al terrorismo yihadista. Curiosamente, Twitter, en manos económicas arabo-musulmanas, cercena la libertad de expresión al mismo tiempo que alienta la cristianofobia (ya que no impide que miles de sus cuentas la propaguen) y hace apología del terrorismo islamista (ya que tampoco impide que este tipo de propaganda se lleve a cabo en su web).
La verdad, decir las cosas como son, solamente ofende al pensamiento occidental cobarde y políticamente correcto; la verdad solamente ofende a los abanderados de esa estupidez que dice que “todas las ideas son iguales”; la verdad, solamente ofende a los inútiles que afirman que “el islam no tiene nada que ver con el terrorismo” al mismo tiempo que los terroristas se pasean por Londres apuñalando a ciudadanos occidentales al grito de “esto lo hacemos por el islam”; la verdad solamente ofende, en fin, a esa perversa y férrea alianza que la izquierda política y el islam, bendecidos por la idiocia de las élites económicas y culturales de Occidente, han establecido para acabar con nuestra civilización que, levantada con orgullos sobre la tradición judeo-cristiana y el pensamiento greco-romano, ha llevado al mundo a sus más elevadas cotas de desarrollo, bienestar y progreso.
@verdadesofenden, como puede leerse en sus artículos, tiene la virtud de decir públicamente verdades que ofenden a los cobardes, a los puritanos, a los totalitarios y a los integristas. Y eso, al parecer, no gusta a los grandes medios tradicionales, totalmente entregados a la difusión de #fakenews proislamistas, ni a las corporaciones tecnológicas que, como ya han señalado en diversas ocasiones colectivos de víctimas del terrorismo de diversos lugares del mundo, no hacen ni mucho menos todo lo que deben para combatir el horror yihadista. ¿O será, por el contrario, que los dueños arabo-musulmanes de Twitter, como Omidn Kordestani, de origen iraní y consejero-delegado de la compañía, o el príncipe saudí Al Waleed bin Talal, que es el segundo accionista de la empresa través de su sociedad Kingdom Holding Company (KHC), se sienten ofendidos por algo tan común (en Occidente) como la más elemental libertad de expresión?
#VueltaDeVerdadesofenden
Esto SI permite Twitter
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Esto NO permite Twitter
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@verdadesofenden, uno de los columnistas más apreciados por los lectores de La Tribuna del País Vasco y estrella de la red social Twitter, donde reunía casi a 30.000 seguidores, ha visto como la compañía californiana suspendía de la noche a la mañana su cuenta.
Al parecer, los responsables de Twitter, que habitualmente permiten todo tipo de mensajes de autores anónimos y que repetidamente se han negado a cerrar perfiles que insultan a las víctimas del terrorismo, que jalean a la extrema izquierda y que hacen apología de todo tipo de barbaridades antisistema, se han sentido ofendidos, y nunca mejor dicho, por la denuncia permanente y contundente que @verdadesofenden realiza del Islam como ideología política totalitaria y fanática que alienta y cobija bajo su manto al terrorismo yihadista. Curiosamente, Twitter, en manos económicas arabo-musulmanas, cercena la libertad de expresión al mismo tiempo que alienta la cristianofobia (ya que no impide que miles de sus cuentas la propaguen) y hace apología del terrorismo islamista (ya que tampoco impide que este tipo de propaganda se lleve a cabo en su web).
La verdad, decir las cosas como son, solamente ofende al pensamiento occidental cobarde y políticamente correcto; la verdad solamente ofende a los abanderados de esa estupidez que dice que “todas las ideas son iguales”; la verdad, solamente ofende a los inútiles que afirman que “el islam no tiene nada que ver con el terrorismo” al mismo tiempo que los terroristas se pasean por Londres apuñalando a ciudadanos occidentales al grito de “esto lo hacemos por el islam”; la verdad solamente ofende, en fin, a esa perversa y férrea alianza que la izquierda política y el islam, bendecidos por la idiocia de las élites económicas y culturales de Occidente, han establecido para acabar con nuestra civilización que, levantada con orgullos sobre la tradición judeo-cristiana y el pensamiento greco-romano, ha llevado al mundo a sus más elevadas cotas de desarrollo, bienestar y progreso.
@verdadesofenden, como puede leerse en sus artículos, tiene la virtud de decir públicamente verdades que ofenden a los cobardes, a los puritanos, a los totalitarios y a los integristas. Y eso, al parecer, no gusta a los grandes medios tradicionales, totalmente entregados a la difusión de #fakenews proislamistas, ni a las corporaciones tecnológicas que, como ya han señalado en diversas ocasiones colectivos de víctimas del terrorismo de diversos lugares del mundo, no hacen ni mucho menos todo lo que deben para combatir el horror yihadista. ¿O será, por el contrario, que los dueños arabo-musulmanes de Twitter, como Omidn Kordestani, de origen iraní y consejero-delegado de la compañía, o el príncipe saudí Al Waleed bin Talal, que es el segundo accionista de la empresa través de su sociedad Kingdom Holding Company (KHC), se sienten ofendidos por algo tan común (en Occidente) como la más elemental libertad de expresión?
#VueltaDeVerdadesofenden
Esto SI permite Twitter
Esto NO permite Twitter