La socialdemocracia y la extrema-izquierda alemanas hacen el ridículo en Chemnitz y reúnen a poco más de un millar de personas a favor de la multiculturalidad y la inmigración musulmana
La nueva derecha germana moviliza a miles de personas contra el multiculturalismo socialdemócrata "a la fuerza"
La socialdemocracia y la extrema-izquierda alemanas apenas han podido reunir en la localidad germana de Chemnitz a un millar de personas en una contramanifestación convocada alrededor de su lema "Corazón en vez de odio", con el que querían demostrar su apoyo a la inmigración musulmana y su disposición a trabajar "en favor de la convivencia pacífica y contra de la xenofobia".
A esta marcha se habían sumado sumado destacados políticos del Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y La Izquierda. "Hoy, Sajonia y Chemnitz tienen que enviar el mensaje de que nos opondremos a los instigadores de derecha con todos los recursos del Estado de derecho", ha dicho la alcaldesa de la ciudad, la socialdemócrata Barbara Ludwig. Bajo este espíritu más de 70 organizaciones de izquierda y extrema-izquierda, incluidos iglesias y sindicatos, llamaron a defender "una Alemania multicultural". Curiosamente, este llamamamiento a favor de la "tolerancia" lo hicieron colocando centenares de corazones de colores en la base del busto de Karl Marx, padre e inspirador de todos los movimientos totalitarios comunistas que han marcado la historia con millones de cadáveres.
La mínima afluencia a esta convocatoria, que también contaba con el apoyo y el visto bueno del partido de Angela Merkel, apenas se puede comparar con los miles de personas (casi 10.000, según los convocantes) que han reunido los movimientos de la nueva derecha alemana en el mismo día y en distintas convocatorias. Este llamamiento realizado por la formación Alternativa para Alemania (AfD) se llevó a cabo para recordar a "todos los fallecidos a causa de la multiculturalización a la fuerza de Alemania". También los colectivos Pegida y Pro Chemnitz se han unido a esta marcha, en la que la mayor parte de los presentes vestían de colores oscuros y llevando banderas alemanas y rosas blancas "como expresión de dolor".
Todo ello con el objetivo de homenajear a un joven alemán asesinado, según la Policía, por dos inmigrantes, uno iraquí y otro sirio. Como ya viene siendo habitual en las manifestaciones contra el totalitarismo socialdemócrata que se llevan a cabo en diferentes partes del mundo se han escuchado gritos contra la prensa, toda ella sumisa al Sistema, y reivindicaciones de "nosotros somos el pueblo".
Los manifestantes de la nueva derecha alemana se han visto a lo largo del trayecto atacados, insultados e interceptados por militantes socialistas y de diferentes organizaciones de extrema izquierda, hasta el punto de que la Policía ha tenido que intervenir en varias ocasiones para proteger a los ciudadanos seguidores del llamamiento realizado por Alternativa para Alemania (AfD).
Mientras esto ocurría se ha sabido que uno de los inmigrantes sospechosos del asesinato del joven alemán debió haber sido expulsado del país en mayo de 2016, pero los responsables de Extranjería dejaron expirar el plazo.
![[Img #14445]](upload/img/periodico/img_14445.jpg)
La socialdemocracia y la extrema-izquierda alemanas apenas han podido reunir en la localidad germana de Chemnitz a un millar de personas en una contramanifestación convocada alrededor de su lema "Corazón en vez de odio", con el que querían demostrar su apoyo a la inmigración musulmana y su disposición a trabajar "en favor de la convivencia pacífica y contra de la xenofobia".
A esta marcha se habían sumado sumado destacados políticos del Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y La Izquierda. "Hoy, Sajonia y Chemnitz tienen que enviar el mensaje de que nos opondremos a los instigadores de derecha con todos los recursos del Estado de derecho", ha dicho la alcaldesa de la ciudad, la socialdemócrata Barbara Ludwig. Bajo este espíritu más de 70 organizaciones de izquierda y extrema-izquierda, incluidos iglesias y sindicatos, llamaron a defender "una Alemania multicultural". Curiosamente, este llamamamiento a favor de la "tolerancia" lo hicieron colocando centenares de corazones de colores en la base del busto de Karl Marx, padre e inspirador de todos los movimientos totalitarios comunistas que han marcado la historia con millones de cadáveres.
La mínima afluencia a esta convocatoria, que también contaba con el apoyo y el visto bueno del partido de Angela Merkel, apenas se puede comparar con los miles de personas (casi 10.000, según los convocantes) que han reunido los movimientos de la nueva derecha alemana en el mismo día y en distintas convocatorias. Este llamamiento realizado por la formación Alternativa para Alemania (AfD) se llevó a cabo para recordar a "todos los fallecidos a causa de la multiculturalización a la fuerza de Alemania". También los colectivos Pegida y Pro Chemnitz se han unido a esta marcha, en la que la mayor parte de los presentes vestían de colores oscuros y llevando banderas alemanas y rosas blancas "como expresión de dolor".
Todo ello con el objetivo de homenajear a un joven alemán asesinado, según la Policía, por dos inmigrantes, uno iraquí y otro sirio. Como ya viene siendo habitual en las manifestaciones contra el totalitarismo socialdemócrata que se llevan a cabo en diferentes partes del mundo se han escuchado gritos contra la prensa, toda ella sumisa al Sistema, y reivindicaciones de "nosotros somos el pueblo".
Los manifestantes de la nueva derecha alemana se han visto a lo largo del trayecto atacados, insultados e interceptados por militantes socialistas y de diferentes organizaciones de extrema izquierda, hasta el punto de que la Policía ha tenido que intervenir en varias ocasiones para proteger a los ciudadanos seguidores del llamamiento realizado por Alternativa para Alemania (AfD).
Mientras esto ocurría se ha sabido que uno de los inmigrantes sospechosos del asesinato del joven alemán debió haber sido expulsado del país en mayo de 2016, pero los responsables de Extranjería dejaron expirar el plazo.