Grandes enigmas de la trama heredada de Zapatero
El incidente de la diplomacia española en Bolivia intentando acceder a la Embajada de México donde se recluía al exministro de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, en situación de procesamiento judicial en Bolivia y conocido narcocomunista, homólogo a los que forman parte del Gobierno venezolano, tiene sospechosas conexiones que habría que aclarar, y zonas muy oscuras que el Gobierno en precario debería explicar de propia iniciativa si no tiene nada que ocultar.
¿Qué hacían cuatro “geos” encapuchados y armados en la teórica misión diplomática para acceder a una embajada ajena? ¿Qué se pretendía hacer? ¿Qué información sensible tiene Juan Ramón Quintana de personajes podemitas o/y socialistas que se han movido como pez en el agua en los sistemas comunistas de los países hermanos americanos? ¿Qué tramas ocultas hay, tanto financieras como de organización de las revueltas filocomunistas y desestructuradoras, tanto en Hispanoamérica como en España? ¿Qué potencias internacionales están tras estas operaciones de derrumbe del espacio hispano? ¿Por qué? ¿Con qué intenciones? ¿Está la inteligencia rusa detrás, tal como parece que apuntan los datos? ¿Qué hace Zapatero en todo esto y qué papel ha jugado el expresidente al igual que Sánchez en todo este juego? ¿Qué información sensible se trata de neutralizar con operaciones como la de La Paz en torno al personaje siniestro del Gobierno de Evo Morales? Son demasiadas preguntas sin respuesta. Y cuando hay zonas de la realidad política con opacidad es que hay gato encerrado. Ocurrió en el atentado del 11-M en Atocha, aún sin dilucidar por mucho que nos hayan vendido una burra sin dientes, y lo mismo está ocurriendo ahora.
Lo que es evidente es que tras la izquierda siempre hay tramas ocultas y acciones ilegítimas por no decir delictivas. La izquierda no respeta la democracia. La historia ocultada de la II República, sus procesos de revolución bolchevique y sus fraudes y acciones violentas provocadoras de la Guerra Civil que con la Ley de Memoria Histórica se tapa para que no se conozca, nos da la pauta de lo que es la izquierda en España. Se trata de echar un tupido velo para que el común de los ciudadanos no lo conozca, y con el adoctrinamiento rampante en las escuelas para que las nuevas generaciones no conozcan los hechos objetivos.
¡Qué tapado tienen al bueno de Besteiro!
Besteiro, una de las figuras más destacadas del socialismo democrático, aunque era marxista se opuso a la revolución golpista de octubre del 34 e hizo todo lo posible para evitar una guerra fraticida. Fue el enemigo a abatir de Largo Caballero y Negrín. Sus palabras que resuenan en este desierto de información existente en la actualidad aún tienen absoluta vigencia:
“La verdad real: estamos derrotados por nuestras propias culpas (claro que el hacer mías estas culpas es pura retórica). Estamos derrotados nacionalmente por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique, que es la aberración política más agrande que han conocido quizás los siglos. La política internacional rusa, en manos de Stalin y tal vez como reacción contra un estado de fracaso interior, se ha convertido en un crimen monstruoso[…] El drama del ciudadano de la República es este: no quiere el fascismo; y no lo quiere, no por lo que tiene de reacción contra el bolchevismo, sino por el ambiente pasional y sectario que acompaña a esa justificada reacción. […] No es, pues, fascista el ciudadano de la República con su rica experiencia trágica. Pero tampoco es, en modo alguno, bolchevique. Quizás es más antibolchevique que antifascista, porque el bolchevismo lo ha sufrido en sus entrañas, y el fascismo no. […] Porque pensar en que media España pueda destruir a la otra media, sería una nueva locura que acabaría con toda posibilidad de afirmación de nuestra personalidad nacional, o, mejor, con una destrucción completa de la personalidad nacional”
Pues estas palabras, salvadas las distancias historiográficas, son de plena aplicación hoy. ¿Qué hay tras de un personaje como Zapatero o Sánchez? ¿Qué se está cociendo en realidad en la cocina de la izquierda? ¿A qué vienen en este momento las tendencias centrifugadoras del socialismo intentando desmantelar la España constitucional y la España unitaria? ¿Es mera subsistencia ante el panorama de derrumbe que se cierne sobre una izquierda que no se ha asomado a la modernidad y sigue anclada en la Revolución bolchevique muy a pesar de la evolución de los tiempos? ¿A qué viene lo dicho por ese personaje siniestro de Guipúzcoa de que Castilla-La Mancha es una nación? ¿A qué vienen ahora los de León tratando de atomizar la Comunidad de Castilla-León? ¿A qué vienen las alianzas de los socialistas con los proetarras que asesinaron a personalidades relevantes del Partido Socialista? ¿A qué viene Iceta poniéndose por delante en la pancarta del separatismo catalán? ¿A qué viene ahora el socialismo asturiano con un bable que nunca se ha hablado? Y así un largo etc. Nada es casual en política. Estamos en el desarrollo de un diseño. Desgraciadamente, lo veremos a no tardar.
Y vuelvo al comienzo… ¿A qué viene lo de Bolivia y las frecuentes visitas de Zapatero para alimentar a los bolivarianos de Maduro en Venezuela?
¿Qué hay tras de todo esto? Esa es la pregunta clave. Yo supongo las respuestas, pero me faltan mecanismos de investigación.
El incidente de la diplomacia española en Bolivia intentando acceder a la Embajada de México donde se recluía al exministro de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, en situación de procesamiento judicial en Bolivia y conocido narcocomunista, homólogo a los que forman parte del Gobierno venezolano, tiene sospechosas conexiones que habría que aclarar, y zonas muy oscuras que el Gobierno en precario debería explicar de propia iniciativa si no tiene nada que ocultar.
¿Qué hacían cuatro “geos” encapuchados y armados en la teórica misión diplomática para acceder a una embajada ajena? ¿Qué se pretendía hacer? ¿Qué información sensible tiene Juan Ramón Quintana de personajes podemitas o/y socialistas que se han movido como pez en el agua en los sistemas comunistas de los países hermanos americanos? ¿Qué tramas ocultas hay, tanto financieras como de organización de las revueltas filocomunistas y desestructuradoras, tanto en Hispanoamérica como en España? ¿Qué potencias internacionales están tras estas operaciones de derrumbe del espacio hispano? ¿Por qué? ¿Con qué intenciones? ¿Está la inteligencia rusa detrás, tal como parece que apuntan los datos? ¿Qué hace Zapatero en todo esto y qué papel ha jugado el expresidente al igual que Sánchez en todo este juego? ¿Qué información sensible se trata de neutralizar con operaciones como la de La Paz en torno al personaje siniestro del Gobierno de Evo Morales? Son demasiadas preguntas sin respuesta. Y cuando hay zonas de la realidad política con opacidad es que hay gato encerrado. Ocurrió en el atentado del 11-M en Atocha, aún sin dilucidar por mucho que nos hayan vendido una burra sin dientes, y lo mismo está ocurriendo ahora.
Lo que es evidente es que tras la izquierda siempre hay tramas ocultas y acciones ilegítimas por no decir delictivas. La izquierda no respeta la democracia. La historia ocultada de la II República, sus procesos de revolución bolchevique y sus fraudes y acciones violentas provocadoras de la Guerra Civil que con la Ley de Memoria Histórica se tapa para que no se conozca, nos da la pauta de lo que es la izquierda en España. Se trata de echar un tupido velo para que el común de los ciudadanos no lo conozca, y con el adoctrinamiento rampante en las escuelas para que las nuevas generaciones no conozcan los hechos objetivos.
¡Qué tapado tienen al bueno de Besteiro!
Besteiro, una de las figuras más destacadas del socialismo democrático, aunque era marxista se opuso a la revolución golpista de octubre del 34 e hizo todo lo posible para evitar una guerra fraticida. Fue el enemigo a abatir de Largo Caballero y Negrín. Sus palabras que resuenan en este desierto de información existente en la actualidad aún tienen absoluta vigencia:
“La verdad real: estamos derrotados por nuestras propias culpas (claro que el hacer mías estas culpas es pura retórica). Estamos derrotados nacionalmente por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique, que es la aberración política más agrande que han conocido quizás los siglos. La política internacional rusa, en manos de Stalin y tal vez como reacción contra un estado de fracaso interior, se ha convertido en un crimen monstruoso[…] El drama del ciudadano de la República es este: no quiere el fascismo; y no lo quiere, no por lo que tiene de reacción contra el bolchevismo, sino por el ambiente pasional y sectario que acompaña a esa justificada reacción. […] No es, pues, fascista el ciudadano de la República con su rica experiencia trágica. Pero tampoco es, en modo alguno, bolchevique. Quizás es más antibolchevique que antifascista, porque el bolchevismo lo ha sufrido en sus entrañas, y el fascismo no. […] Porque pensar en que media España pueda destruir a la otra media, sería una nueva locura que acabaría con toda posibilidad de afirmación de nuestra personalidad nacional, o, mejor, con una destrucción completa de la personalidad nacional”
Pues estas palabras, salvadas las distancias historiográficas, son de plena aplicación hoy. ¿Qué hay tras de un personaje como Zapatero o Sánchez? ¿Qué se está cociendo en realidad en la cocina de la izquierda? ¿A qué vienen en este momento las tendencias centrifugadoras del socialismo intentando desmantelar la España constitucional y la España unitaria? ¿Es mera subsistencia ante el panorama de derrumbe que se cierne sobre una izquierda que no se ha asomado a la modernidad y sigue anclada en la Revolución bolchevique muy a pesar de la evolución de los tiempos? ¿A qué viene lo dicho por ese personaje siniestro de Guipúzcoa de que Castilla-La Mancha es una nación? ¿A qué vienen ahora los de León tratando de atomizar la Comunidad de Castilla-León? ¿A qué vienen las alianzas de los socialistas con los proetarras que asesinaron a personalidades relevantes del Partido Socialista? ¿A qué viene Iceta poniéndose por delante en la pancarta del separatismo catalán? ¿A qué viene ahora el socialismo asturiano con un bable que nunca se ha hablado? Y así un largo etc. Nada es casual en política. Estamos en el desarrollo de un diseño. Desgraciadamente, lo veremos a no tardar.
Y vuelvo al comienzo… ¿A qué viene lo de Bolivia y las frecuentes visitas de Zapatero para alimentar a los bolivarianos de Maduro en Venezuela?
¿Qué hay tras de todo esto? Esa es la pregunta clave. Yo supongo las respuestas, pero me faltan mecanismos de investigación.