El Gobierno sociocomunista de Pedro Sánchez ha amenazado con "responder con contundencia" ante el pin parental que permite a los padres evitar que sus hijos sean aleccionados en los colegios públicos con proclamas y actividades relacionadas con la identidad de género y el adoctrinamiento LGTBI.

La proclama intimidatoria lanzada públicamente por el Ejecutivo de extrema-izquierda de PSOE y Podemos debe ser considerada muy seriamente por todos los actores implicados en esta cuestión, ya que la ministra de Educación, Isabel Celaá, ha utilizado el mismo argumento que en otros momentos de la historia lanzaron, entre otros, nazis, estalinistas, maoístas y bolivarianos:  "No podemos pensar de ninguna manera que los hijos pertenecen a los padres. Hablamos de interés del menor, de los derechos constitucionales de los menores".

María Jesús Montero, portavoz del Ejecutivo sanchista, ha anunciado también que se ha decidido enviar un "requerimiento" al Gobierno autonómico de Murcia para que retire el pin parental incluido en las instrucciones de este curso (publicadas en agosto) y que establece que los padres den su autorización previa y expresa ante actividades impartidas por personas ajenas al centro. En caso de que este Gobierno regional no acceda a las pretensiones socialcomunistas, el caso acabará en los tribunales.