Socialistas, populares y liberales rechazan apoyar a la joven francesa amenazada de muerte miles de veces por criticar al Islam
Socialistas, populares y liberales del Parlamento europeo han juntado nuevamente sus votos para, en esta ocasión, rechazar cualquier apoyo de la adolescente francesa Mila, recientemente vejada, amenazada y perseguida en su país por criticar al islam. El totalitarismo socialdemócrata europeo ha evitado, por 270 votos contra 77, incluir en el debate parlamentario el derecho a la libertad de expresión frente a la creciente imposición del islamismo radical en numerosos países de Europa.
Para Jorge Buxadé, jefe de la delegación de Vox en el Parlamento europeo, “para el consenso progre la libertad de expresión sólo es válida cuando les favorece; pero no consideran adecuado defender a los que legítimamente critican el islamismo radical, el yihadismo o el wahabismo”.
"Odio la religión, (...) sólo hay odio en el Corán, el Islam es una mierda, y eso es lo que pienso. No soy racista, para nada". Tras dar a conocer esta opinión en un vídeo a través de la red social Instagram, Mila, una adolescente francesa de 16 años de edad, se ha convertido en una de las mujeres más odiadas de Francia, recibiendo una media de 200 amenazas de muerte e insultos por minuto a través de las redes sociales.
Los ataques indiscriminados a la joven, que se reconoce como lesbiana y que solía publicar sus vídeos con una bandera multicolor de fondo, bajo el lema #JeSuisMila (Yo soy Mila) ha generado en Francia un fuerte debate sobre los límites de la libertad de expresión y la blasfemia (un delito inexistente en las leyes galas).
Por el momento, la Fiscalía ha decidido abrir dos investigaciones: una para identificar a los perpetradores de las "amenazas de muerte" y otro por "provocación al odio racial", a través de la cual se investigará a la adolescente por sus afirmaciones en Instagram. Según la Justicia francesa, en esta causa se deberá investigar si las frases de Mila "se encuadran o no bajo la figura de la libertad de expresión".
El Parlamento europeo, por su parte, cree que amenazar a una ciudadana de la UE si ésta ha criticado previamente al Islam no es algo digno de investigar por los diputados.
Socialistas, populares y liberales del Parlamento europeo han juntado nuevamente sus votos para, en esta ocasión, rechazar cualquier apoyo de la adolescente francesa Mila, recientemente vejada, amenazada y perseguida en su país por criticar al islam. El totalitarismo socialdemócrata europeo ha evitado, por 270 votos contra 77, incluir en el debate parlamentario el derecho a la libertad de expresión frente a la creciente imposición del islamismo radical en numerosos países de Europa.
Para Jorge Buxadé, jefe de la delegación de Vox en el Parlamento europeo, “para el consenso progre la libertad de expresión sólo es válida cuando les favorece; pero no consideran adecuado defender a los que legítimamente critican el islamismo radical, el yihadismo o el wahabismo”.
"Odio la religión, (...) sólo hay odio en el Corán, el Islam es una mierda, y eso es lo que pienso. No soy racista, para nada". Tras dar a conocer esta opinión en un vídeo a través de la red social Instagram, Mila, una adolescente francesa de 16 años de edad, se ha convertido en una de las mujeres más odiadas de Francia, recibiendo una media de 200 amenazas de muerte e insultos por minuto a través de las redes sociales.
Los ataques indiscriminados a la joven, que se reconoce como lesbiana y que solía publicar sus vídeos con una bandera multicolor de fondo, bajo el lema #JeSuisMila (Yo soy Mila) ha generado en Francia un fuerte debate sobre los límites de la libertad de expresión y la blasfemia (un delito inexistente en las leyes galas).
Por el momento, la Fiscalía ha decidido abrir dos investigaciones: una para identificar a los perpetradores de las "amenazas de muerte" y otro por "provocación al odio racial", a través de la cual se investigará a la adolescente por sus afirmaciones en Instagram. Según la Justicia francesa, en esta causa se deberá investigar si las frases de Mila "se encuadran o no bajo la figura de la libertad de expresión".
El Parlamento europeo, por su parte, cree que amenazar a una ciudadana de la UE si ésta ha criticado previamente al Islam no es algo digno de investigar por los diputados.
