El fanatismo de los nuevos comunistas tecnológicos tiene, en estos momentos, un objetivo claro: conseguir que el izquierdista Joe Biden, su candidato electoral a la presidencia de Estados Unidos, alcance finalmente el poder por encima de todo lo que sea necesario. Incluso, por encima de la democracia, de la libertad y de la razón. Por esto motivo, Youtube (Google) ha anunciado a través de su blog oficial que va a comenzar a eliminar de su plataforma cualquier contenido que ponga en cuestión las votaciones en las recientes elecciones presidenciales de EE.UU., que planteé dudas sobre la legitimidad de las mismas o que, incluso, informe sobre las múltiples denuncias que se mantienen abiertas al respecto. Incluida la más reciente, y la más importante, que es la demanda que ocho estados (¡ocho!), entre ellos algunos de los principales del país, han planteado a la Corte Suprema de Estados Unidos denunciando un gigantesco fraude electoral urdido por otros cuatro estados en manos del Partido Demócrata. Habrá que ver lo que dice Youtube cuando la Corte Suprema facilite el nombramiento de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos.

En su mensaje censor, Youtube se autoproclama juez de lo que es cierto y de lo que no, se autodesigna como árbitro de lo que debe decirse y de lo que no y se revela ante los ojos del mundo como lo que auténticamente es: una máquina liberticida perfectamente engrasada al servicio de los poderes totalitarios de izquierda a los que sirve.

Para completar su apuesta por el silenciamiento de las voces críticas a la impostura dictatorial globalista, Youtube se permite decir a los ciudadanos qué deben leer, escuchar y ver y qué no. No caminamos hacia un mundo distópico. Ya estamos en él.