“¿Dónde están los partidos vascos cuando quien sufre una agresión es representante o simpatizante de Vox?” Esta es la pregunta que se realiza Amaia Martínez poco después de que la presidenta del Parlamento Vasco haya reusado hacer una declaración de presidencia condenando la agresión sufrida por un antiguo cargo popular y sus amigos.

¿El motivo? El mismo que impidió que en la Cámara vasca se leyera una declaración institucional propuesta por la Asociación de lucha Contra el Cáncer en apoyo a quienes padecen esta enfermedad, a quienes luchan contra ella... la negativa de Bildu a estampar su firma en un documento en el que antes lo ha hecho Vox, al que en esta ocasión se añade la inclusión en la propuesta de declaración de la palabra condena.

A juicio de la parlamentaria vasca de Vox, la posición de Bildu no debería extrañar a nadie, sí la de la presidente del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, y la de su partido, el PNV, “valiente a la hora de vulnerar los derechos constitucionales de una formación que ni fomenta ni practica la violencia, cobarde cuando hay que enfrentarse a un partido como Bildu, que una vez más ha demostrado su incapacidad para condenar actos violentos contra sus enemigos políticos”.

Martínez ha insistido en la necesidad de plantarse ante cualquier manifestación violenta, más aún si es por causas políticas, y ha recordado que “representantes y afiliados de Vox han sido reiteradamente víctimas de agresiones por motivos de odio. Fue imposible desarrollar una campaña electoral normal, a varios afiliados les destrozaron el coche por serlo, uno de ellos vive entre amenazas... Es una realidad innegable, que el Partido Popular también conoce, así que no estaría de más que ellos, como lo hemos hecho nosotros, se planten ante cualquier agresión”.