Osakidetza recomienda ahora tomar paracetamol contra Ómicron
El lehendakari Iñigo Urkullu estrecha su cerco totalitario sobre el País Vasco con la excusa de combatir una pandemia de resfriado
El lehendakari Iñigo Urkullu vuelve a estrechar su cerco totalitario sobre el País Vasco con decenas de restricciones liberticidas que, sin ser avaladas por los jueces, coartan los derechos fundamentales de más de dos millones de ciudadanos. Y, todo ello, por una oleada de resfriados, pues no otra cosa es la variante Ómicron, según el doctor Marty Makary, prestigioso profesor de la Universidad de Medicina Johns Hopkins. Durante los últimos días, este médico se ha convertido en el gran portavoz de miles de galenos en todo el mundo que están convencidos de que, como señala Makary, “hay una pandemia de locura” sobre la variante del coronavirus Ómicron, a la que califica como ‘omi-cold’ ('omi-resfriado', en español) porque es una cepa suave, más parecida a una gripe común que al Covid-19.
En opinión de Makary, esta variante genera una enfermedad que es muy leve o asintomática en la mayor parte de los casos y, a su juicio, que el miedo de que la ola de contagios de Ómicron genere muertes es “una narrativa creada por los medios”. “Ahora mismo, lo que estamos viendo es esta nueva y masiva ola de miedo que alimenta nuestra segunda pandemia después del Covid-19, una pandemia de locura, que es Ómicron. La llamo 'omi-cold' ('omi-resfriado'). Si miramos los datos epidemiológicos, el epicentro está ahora lejos de Ómicron. Los hospitales tienen algunas hospitalizaciones, no muchas. Duran una media de dos días y medio en lugar de ocho días como en 2020”, dijo el profesor.
El médico de cabecera de Fox News explica también que un reciente estudio de la Universidad de Hong Kong ha revelado que, si bien es más fácil de contagiarse, “Ómicron no invade el tejido pulmonar en lo profundo de las vías respiratorias”, por lo que no genera problemas respiratorios, que es lo que causa la muerte en Covid. “Esta variante permanece en la superficie de la nariz y los bronquios. Por eso estamos viendo a una enfermedad común similar al resfriado”, afirmó.
Además, Makary asegura que la prueba PCR, con la que se busca detectar el coronavirus, se está haciendo con unos umbrales muy bajos y muchos casos positivos son “falsos positivos”, ya que son otros virus distintos al SARS-CoV-2. “Tenemos que reducir las pruebas en situaciones de bajo riesgo. Si se hacen pruebas a toda la población en Estados Unidos, siempre se encontrará una partícula de un virus en la nariz de una importante cantidad de estadounidenses”.
“Ahora bien, se pueden seguir haciendo pruebas universales, como en muchas universidades, y seguir tomando muestras de la gente y, si son positivas, meterlas en la cárcel durante diez o catorce días. Pero si haces eso con el meningococo, por ejemplo, que es una bacteria que causa la meningitis, la encontrarás viviendo en las narices del 10% de la población estadounidense. Así que es buscar un problema donde no lo hay”, añadió.
Makary también se mostró convencido que, si se quiere, se puede “redefinir cualquier virus respiratorio como una potencial peste bubónica que va a destruir los Estados Unidos”, y que hay otros virus respiratorios con mayor tasa de mortalidad hace décadas en el país.
En este sentido, y volviendo al País Vasco, Osakidetza parece compartir la opinión de Makary sobre la levedad de Ómicron y ha anunciado ya que dejará de rastrear a los nuevos casos positivos de Covid que no pertenezcan a grupos vulnerables. Según el Servicio Vasco de Salud, las personas que ahora se contagien de coronavirus y presenten síntomas leves y no pertenezcan a grupos vulnerables, como ancianos, personas con enfermedades respiratorias, inmunodeprimidos o embarazadas, no serán sometidos a una labor de rastreo. Deberán aislarse y tomar fármacos para paliar los síntomas, como paracetamol (medicamento habitualmente recomendado para el tratamiento de catarros, resfriados y gripes, especialmente cuando cursan con fiebre). "La gran mayoría de positivos presentan cuadros leves, son situaciones que requieren algún antitérmico como paracetamol. Osakidetza no hará seguimiento proactivo a estas personas. Es una medida para dejar los canales abiertos con mayor agilidad. La vigilancia y rastreo se centrarán en las personas vulnerables si los síntomas empeoran o hay dificultad respiratoria, es entonces cuando deberán ponerse en contacto con el centro de salud".
El lehendakari Iñigo Urkullu vuelve a estrechar su cerco totalitario sobre el País Vasco con decenas de restricciones liberticidas que, sin ser avaladas por los jueces, coartan los derechos fundamentales de más de dos millones de ciudadanos. Y, todo ello, por una oleada de resfriados, pues no otra cosa es la variante Ómicron, según el doctor Marty Makary, prestigioso profesor de la Universidad de Medicina Johns Hopkins. Durante los últimos días, este médico se ha convertido en el gran portavoz de miles de galenos en todo el mundo que están convencidos de que, como señala Makary, “hay una pandemia de locura” sobre la variante del coronavirus Ómicron, a la que califica como ‘omi-cold’ ('omi-resfriado', en español) porque es una cepa suave, más parecida a una gripe común que al Covid-19.
En opinión de Makary, esta variante genera una enfermedad que es muy leve o asintomática en la mayor parte de los casos y, a su juicio, que el miedo de que la ola de contagios de Ómicron genere muertes es “una narrativa creada por los medios”. “Ahora mismo, lo que estamos viendo es esta nueva y masiva ola de miedo que alimenta nuestra segunda pandemia después del Covid-19, una pandemia de locura, que es Ómicron. La llamo 'omi-cold' ('omi-resfriado'). Si miramos los datos epidemiológicos, el epicentro está ahora lejos de Ómicron. Los hospitales tienen algunas hospitalizaciones, no muchas. Duran una media de dos días y medio en lugar de ocho días como en 2020”, dijo el profesor.
El médico de cabecera de Fox News explica también que un reciente estudio de la Universidad de Hong Kong ha revelado que, si bien es más fácil de contagiarse, “Ómicron no invade el tejido pulmonar en lo profundo de las vías respiratorias”, por lo que no genera problemas respiratorios, que es lo que causa la muerte en Covid. “Esta variante permanece en la superficie de la nariz y los bronquios. Por eso estamos viendo a una enfermedad común similar al resfriado”, afirmó.
Además, Makary asegura que la prueba PCR, con la que se busca detectar el coronavirus, se está haciendo con unos umbrales muy bajos y muchos casos positivos son “falsos positivos”, ya que son otros virus distintos al SARS-CoV-2. “Tenemos que reducir las pruebas en situaciones de bajo riesgo. Si se hacen pruebas a toda la población en Estados Unidos, siempre se encontrará una partícula de un virus en la nariz de una importante cantidad de estadounidenses”.
“Ahora bien, se pueden seguir haciendo pruebas universales, como en muchas universidades, y seguir tomando muestras de la gente y, si son positivas, meterlas en la cárcel durante diez o catorce días. Pero si haces eso con el meningococo, por ejemplo, que es una bacteria que causa la meningitis, la encontrarás viviendo en las narices del 10% de la población estadounidense. Así que es buscar un problema donde no lo hay”, añadió.
Makary también se mostró convencido que, si se quiere, se puede “redefinir cualquier virus respiratorio como una potencial peste bubónica que va a destruir los Estados Unidos”, y que hay otros virus respiratorios con mayor tasa de mortalidad hace décadas en el país.
En este sentido, y volviendo al País Vasco, Osakidetza parece compartir la opinión de Makary sobre la levedad de Ómicron y ha anunciado ya que dejará de rastrear a los nuevos casos positivos de Covid que no pertenezcan a grupos vulnerables. Según el Servicio Vasco de Salud, las personas que ahora se contagien de coronavirus y presenten síntomas leves y no pertenezcan a grupos vulnerables, como ancianos, personas con enfermedades respiratorias, inmunodeprimidos o embarazadas, no serán sometidos a una labor de rastreo. Deberán aislarse y tomar fármacos para paliar los síntomas, como paracetamol (medicamento habitualmente recomendado para el tratamiento de catarros, resfriados y gripes, especialmente cuando cursan con fiebre). "La gran mayoría de positivos presentan cuadros leves, son situaciones que requieren algún antitérmico como paracetamol. Osakidetza no hará seguimiento proactivo a estas personas. Es una medida para dejar los canales abiertos con mayor agilidad. La vigilancia y rastreo se centrarán en las personas vulnerables si los síntomas empeoran o hay dificultad respiratoria, es entonces cuando deberán ponerse en contacto con el centro de salud".