Cuando Bilbao se quedó sin Plaza de España
Bilbao no tiene Plaza de España. Puede que haya otras capitales de provincia de nuestro país en las que no haya Plaza de España, o una avenida o calle titulada así, no lo sé. Pero el caso es que en Bilbao había Plaza de España y en un momento dado, hace ahora casi treinta años ya, en 1995, decidieron quitarla. He revisado las capitales de las regiones con más nacionalismo (Cataluña, País Vasco, Navarra y Galicia) y creo que todas tienen, menos Orense (que ahora oficialmente es Ourense), triste consuelo. En el caso de Navarra está la localidad de Sarriguren, en el área metropolitana de Pamplona, que tiene una avenida de España. En San Sebastián también hay plaza de España, aunque se llama Plaza de Espainia, porque en eusquera España se pone Espainia, no por ninguna regla histórica que así lo diga sino porque a los nacionalistas en su momento se les ocurrió que quitándole la “ñ” a España la deformarían todo lo posible, y eso que en eusquera se usa la “ñ” bastante y hay municipios y palabras con “ñ”. Pero la cosa era desfigurar el nombre todo lo posible (me remito al artículo de esta serie de El balle del ziruelo titulado “España/Espainia”, donde tratamos ya con más detalle este tema del nombre en eusquera de España). En Vitoria también hay Plaza de España, en el lugar más céntrico de la capital, como suele corresponder a estas denominaciones.
Además, es que fue muy sangrante el modo en que decidieron suprimir en Bilbao esa denominación a la plaza donde está la estatua del fundador de la villa, Don Diego López de Haro, y que da inicio a la Gran Vía del mismo nombre. Para empezar, no piensen que lo de denominarse “de España” tuvo su origen en el franquismo. De hecho, tal nombre se le puso en el año 1935, en plena Segunda República española. Y tampoco la decisión de quitar el nombre fue tomada nada más llegar la democracia o cuando finalizó la dictadura franquista. Esperaron hasta 1995 para hacerlo. Exactamente fue un 17 de octubre de 1995 en un pleno del Ayuntamiento de Bilbao. Plaza de España era hasta entonces como se denominaba en Bilbao a la actual Plaza Circular, nombre aséptico donde los haya. También en Bilbao hay otra plaza con nombre geométrico, que es la Plaza Elíptica, en medio de la Gran Vía, pero en este caso ha seguido conservando su nombre: Federico Moyúa. En el caso de la Plaza Circular estaba claro que había que desterrar el nombre de España. Fue triste, como todo lo que ha hecho el nacionalismo vasco en cuanto a temas de toponimia y onomástica en el País Vasco desde 1978 para acá.
Pero en este caso no fue solo el hecho en sí, previsible por otra parte, dado el ambiente dominante en el País Vasco durante aquellos años y hasta ahora, sino la forma de hacerlo. Quienes lo hicieron además siempre llevarán consigo la mochila de la responsabilidad de aquel hecho simbólico y representativo del resentimiento y de la inquina que muchos aquí empezaron a tener entonces por un país que era el suyo propio y que había sido desde siempre el suyo propio y el de su familia y antepasados. Hecho inaudito donde los haya. Aquel fue el año además en el que ETA asesinó a Gregorio Ordóñez, concejal del PP en San Sebastián. También fue el año en que ETA intentó asesinar a José María Aznar, el presidente entonces del PP, a resultas de lo cual falleció una mujer, ama de casa, tres meses después del atentado, afectada por la onda expansiva. Para cuando se decidió en el pleno del Ayuntamiento de Bilbao el 17 de octubre de 1995 quitarle el nombre a la Plaza de España de la villa, ETA llevaba ya siete asesinatos ese año. Quedaban otros ocho hasta completar los 15 que se cobraron en 1995. Entre ellos uno en Bilbao, tres en San Sebastián y nada menos que ocho en Madrid, entre ellos los seis provocados por el atentado con coche bomba contra una furgoneta de la Armada en el Puente de Vallecas.
En este ambiente de fondo se celebró en el Ayuntamiento de Bilbao un pleno en el que, como nos informa la crónica de El Correo del día después, se presentó una moción por parte de los concejales de Herri Batasuna en la que iba incluido el cambio de denominación de la plaza, por resultar dicha denominación “hiriente” para su sensibilidad. Recordemos que se habían celebrado ese año elecciones municipales el 28 de mayo, a resultas de las cuales el PNV había conseguido 9 concejales, el PP 7, Iniciativa Ciudadana Vasca (desgajado del PNV y encabezada por el anterior alcalde José María Gorordo) 5, el PSE 4, Izquierda Unida 2 y Herri Batasuna 2. De modo que, con 2 concejales de 29, el brazo político de ETA se dispuso en aquella sesión a condicionar el callejero municipal. Nada hacía presagiar que la moción presentada por 2 concejales de 29 haría cambiar nada en ese sentido. Pero el caso fue que apoyaron la moción Iniciativa Ciudadana Vasca e Izquierda Unida, sumando entre todos ellos 9 votos. Se puso en contra solo el PP, con 7. Mientras que la abstención del PNV y del PSE, que sumaban 13 concejales entre los dos partidos, hizo que saliera adelante la moción, por lo que el nombre de Plaza de España quedó sustituido a partir de entonces por el de Plaza Circular. Adviértase que el nombre de Plaza de España, como dijimos antes, se había aprobado en 1935, es decir, en plena Segunda República, y se había mantenido durante el régimen de Franco y luego durante los veinte años que habían transcurrido desde la muerte del dictador hasta la fecha del pleno municipal de marras.
Los dos concejales de Herri Batasuna que llevaron a cabo la iniciativa eran Karlos Rodriguez e Ibon Arbulu. Karlos Rodríguez, de Valmaseda, fue responsable de economía en Herri Batasuna y se prodigó en la primera línea política durante los años 1992 a 1996. Ibon Arbulu, después de ser concejal en el Ayuntamiento de Bilbao hizo “carrera” en los diferentes organismos directores del conglomerado radical, hasta ser detenido en Francia en 2005, no por razones políticas precisamente sino por pertenencia a organización terrorista.
Así estaban las cosas en el Bilbao de entonces y en el País Vasco. Me gustaría recalcar la abstención del PNV y del PSE, que hizo que automáticamente saliera adelante la moción, y donde quedaron retratados todos sus concejales. Los del PSE entonces eran Teo Uriarte, Dimas Sañudo, José Ignacio Maeztu Íñiguez de Onzoño, que era un profesor de matemáticas de la Universidad del País Vasco, y Begoña Gil, la mujer de Patxi López. Y los de Izquierda Unida que apoyaron directamente la moción eran Antonio Bartolomé y Julia Madrazo. Esta última, que apoyó al PNV en el Ayuntamiento de Bilbao a partir de 1999, en los mandatos de Iñaki Azkuna, era la hermana del coordinador del partido, Javier Madrazo, que a su vez apoyó al nacionalismo en el Pacto de Lizarra de 1998, con el objetivo de aislar a los partidos constitucionalistas, y que luego apoyó también al gobierno vasco de Juan José Ibarretxe (fue consejero del mismo), incluidos los años en que presentó su plan secesionista, el llamado “Plan Ibarretxe”, entre 2003 y 2005.
Y tal vez se preguntarán ustedes cómo es eso de sacar ahora este tema de la Plaza de España de Bilbao que pasó hace casi treinta años ya. Bueno, pues muy sencillo, es que estoy de vacaciones en el País Vasco francés (ya voté por correo, conste) y veo que el centro comercial donde voy a comprar, en San Juan de Luz, está sito en la Place d’Espagne, que es también un punto de parada de la línea local de autobús, que ha adoptado el mismo nombre: “Place d’Espagne”. Y de ahí he comprobado, por curiosidad, que hay más localidades en esto que los nacionalistas vascos llaman Iparralde (País Vasco francés) –y que en Francia es solo una porción del departamento de los Pirineos Atlánticos que engloba también la región histórica del Béarn, y que tiene de nacionalista vasco lo que yo–, donde también hay más localidades con apelaciones a España en su callejero. Concretamente estas, por orden alfabético:
Anglet: Avenue d’Espagne
Bayona: por partida doble: Rue d’Espagne y Place de la Porte d’Espagne
Biarritz: Rue d’Espagne
Bidart: Avenue d’Espagne
Cambo-les-Bains: Avenue d’Espagne (esta es la localidad vasco-francesa donde ETA en 2018 emitió su último comunicado antes de disolverse)
Hendaya: Avenue d’Espagne
Saint Jean de Luz: la ya comentada Place d’Espagne
Saint Jean Pied-de-Port: Rue d’Espagne
Urruña: Vielle Route d’Espagne
Si contamos que en la Comunidad Autónoma Vasca solo he encontrado dos plazas de España, una en San Sebastián y otra en Vitoria, echen cuentas de por cuantas aventaja el País Vasco francés al español en este aspecto simbólico tan sustancial: hay cuatro veces más denominaciones referidas a España en las calles del País Vasco francés que en las del País Vasco español. Y eso que el País Vasco francés solo tiene 260.000 habitantes en 3.000 km2, frente a los más de dos millones, en más del doble de superficie, del País Vasco español.
En Navarra, aparte de la Avenida de España que ya hemos comentado que existe en Sarriguren, cerca de Pamplona, resulta que en la comarca de la Ribera, cuya referencia geográfica más importante es Tudela, hay varias poblaciones con Plaza de España. Son éstas: Corella, Castejón y Cortes. Y en Cintruénigo, también en la misma comarca, hay una Avenida de España.
Bilbao no tiene Plaza de España. Puede que haya otras capitales de provincia de nuestro país en las que no haya Plaza de España, o una avenida o calle titulada así, no lo sé. Pero el caso es que en Bilbao había Plaza de España y en un momento dado, hace ahora casi treinta años ya, en 1995, decidieron quitarla. He revisado las capitales de las regiones con más nacionalismo (Cataluña, País Vasco, Navarra y Galicia) y creo que todas tienen, menos Orense (que ahora oficialmente es Ourense), triste consuelo. En el caso de Navarra está la localidad de Sarriguren, en el área metropolitana de Pamplona, que tiene una avenida de España. En San Sebastián también hay plaza de España, aunque se llama Plaza de Espainia, porque en eusquera España se pone Espainia, no por ninguna regla histórica que así lo diga sino porque a los nacionalistas en su momento se les ocurrió que quitándole la “ñ” a España la deformarían todo lo posible, y eso que en eusquera se usa la “ñ” bastante y hay municipios y palabras con “ñ”. Pero la cosa era desfigurar el nombre todo lo posible (me remito al artículo de esta serie de El balle del ziruelo titulado “España/Espainia”, donde tratamos ya con más detalle este tema del nombre en eusquera de España). En Vitoria también hay Plaza de España, en el lugar más céntrico de la capital, como suele corresponder a estas denominaciones.
Además, es que fue muy sangrante el modo en que decidieron suprimir en Bilbao esa denominación a la plaza donde está la estatua del fundador de la villa, Don Diego López de Haro, y que da inicio a la Gran Vía del mismo nombre. Para empezar, no piensen que lo de denominarse “de España” tuvo su origen en el franquismo. De hecho, tal nombre se le puso en el año 1935, en plena Segunda República española. Y tampoco la decisión de quitar el nombre fue tomada nada más llegar la democracia o cuando finalizó la dictadura franquista. Esperaron hasta 1995 para hacerlo. Exactamente fue un 17 de octubre de 1995 en un pleno del Ayuntamiento de Bilbao. Plaza de España era hasta entonces como se denominaba en Bilbao a la actual Plaza Circular, nombre aséptico donde los haya. También en Bilbao hay otra plaza con nombre geométrico, que es la Plaza Elíptica, en medio de la Gran Vía, pero en este caso ha seguido conservando su nombre: Federico Moyúa. En el caso de la Plaza Circular estaba claro que había que desterrar el nombre de España. Fue triste, como todo lo que ha hecho el nacionalismo vasco en cuanto a temas de toponimia y onomástica en el País Vasco desde 1978 para acá.
Pero en este caso no fue solo el hecho en sí, previsible por otra parte, dado el ambiente dominante en el País Vasco durante aquellos años y hasta ahora, sino la forma de hacerlo. Quienes lo hicieron además siempre llevarán consigo la mochila de la responsabilidad de aquel hecho simbólico y representativo del resentimiento y de la inquina que muchos aquí empezaron a tener entonces por un país que era el suyo propio y que había sido desde siempre el suyo propio y el de su familia y antepasados. Hecho inaudito donde los haya. Aquel fue el año además en el que ETA asesinó a Gregorio Ordóñez, concejal del PP en San Sebastián. También fue el año en que ETA intentó asesinar a José María Aznar, el presidente entonces del PP, a resultas de lo cual falleció una mujer, ama de casa, tres meses después del atentado, afectada por la onda expansiva. Para cuando se decidió en el pleno del Ayuntamiento de Bilbao el 17 de octubre de 1995 quitarle el nombre a la Plaza de España de la villa, ETA llevaba ya siete asesinatos ese año. Quedaban otros ocho hasta completar los 15 que se cobraron en 1995. Entre ellos uno en Bilbao, tres en San Sebastián y nada menos que ocho en Madrid, entre ellos los seis provocados por el atentado con coche bomba contra una furgoneta de la Armada en el Puente de Vallecas.
En este ambiente de fondo se celebró en el Ayuntamiento de Bilbao un pleno en el que, como nos informa la crónica de El Correo del día después, se presentó una moción por parte de los concejales de Herri Batasuna en la que iba incluido el cambio de denominación de la plaza, por resultar dicha denominación “hiriente” para su sensibilidad. Recordemos que se habían celebrado ese año elecciones municipales el 28 de mayo, a resultas de las cuales el PNV había conseguido 9 concejales, el PP 7, Iniciativa Ciudadana Vasca (desgajado del PNV y encabezada por el anterior alcalde José María Gorordo) 5, el PSE 4, Izquierda Unida 2 y Herri Batasuna 2. De modo que, con 2 concejales de 29, el brazo político de ETA se dispuso en aquella sesión a condicionar el callejero municipal. Nada hacía presagiar que la moción presentada por 2 concejales de 29 haría cambiar nada en ese sentido. Pero el caso fue que apoyaron la moción Iniciativa Ciudadana Vasca e Izquierda Unida, sumando entre todos ellos 9 votos. Se puso en contra solo el PP, con 7. Mientras que la abstención del PNV y del PSE, que sumaban 13 concejales entre los dos partidos, hizo que saliera adelante la moción, por lo que el nombre de Plaza de España quedó sustituido a partir de entonces por el de Plaza Circular. Adviértase que el nombre de Plaza de España, como dijimos antes, se había aprobado en 1935, es decir, en plena Segunda República, y se había mantenido durante el régimen de Franco y luego durante los veinte años que habían transcurrido desde la muerte del dictador hasta la fecha del pleno municipal de marras.
Los dos concejales de Herri Batasuna que llevaron a cabo la iniciativa eran Karlos Rodriguez e Ibon Arbulu. Karlos Rodríguez, de Valmaseda, fue responsable de economía en Herri Batasuna y se prodigó en la primera línea política durante los años 1992 a 1996. Ibon Arbulu, después de ser concejal en el Ayuntamiento de Bilbao hizo “carrera” en los diferentes organismos directores del conglomerado radical, hasta ser detenido en Francia en 2005, no por razones políticas precisamente sino por pertenencia a organización terrorista.
Así estaban las cosas en el Bilbao de entonces y en el País Vasco. Me gustaría recalcar la abstención del PNV y del PSE, que hizo que automáticamente saliera adelante la moción, y donde quedaron retratados todos sus concejales. Los del PSE entonces eran Teo Uriarte, Dimas Sañudo, José Ignacio Maeztu Íñiguez de Onzoño, que era un profesor de matemáticas de la Universidad del País Vasco, y Begoña Gil, la mujer de Patxi López. Y los de Izquierda Unida que apoyaron directamente la moción eran Antonio Bartolomé y Julia Madrazo. Esta última, que apoyó al PNV en el Ayuntamiento de Bilbao a partir de 1999, en los mandatos de Iñaki Azkuna, era la hermana del coordinador del partido, Javier Madrazo, que a su vez apoyó al nacionalismo en el Pacto de Lizarra de 1998, con el objetivo de aislar a los partidos constitucionalistas, y que luego apoyó también al gobierno vasco de Juan José Ibarretxe (fue consejero del mismo), incluidos los años en que presentó su plan secesionista, el llamado “Plan Ibarretxe”, entre 2003 y 2005.
Y tal vez se preguntarán ustedes cómo es eso de sacar ahora este tema de la Plaza de España de Bilbao que pasó hace casi treinta años ya. Bueno, pues muy sencillo, es que estoy de vacaciones en el País Vasco francés (ya voté por correo, conste) y veo que el centro comercial donde voy a comprar, en San Juan de Luz, está sito en la Place d’Espagne, que es también un punto de parada de la línea local de autobús, que ha adoptado el mismo nombre: “Place d’Espagne”. Y de ahí he comprobado, por curiosidad, que hay más localidades en esto que los nacionalistas vascos llaman Iparralde (País Vasco francés) –y que en Francia es solo una porción del departamento de los Pirineos Atlánticos que engloba también la región histórica del Béarn, y que tiene de nacionalista vasco lo que yo–, donde también hay más localidades con apelaciones a España en su callejero. Concretamente estas, por orden alfabético:
Anglet: Avenue d’Espagne
Bayona: por partida doble: Rue d’Espagne y Place de la Porte d’Espagne
Biarritz: Rue d’Espagne
Bidart: Avenue d’Espagne
Cambo-les-Bains: Avenue d’Espagne (esta es la localidad vasco-francesa donde ETA en 2018 emitió su último comunicado antes de disolverse)
Hendaya: Avenue d’Espagne
Saint Jean de Luz: la ya comentada Place d’Espagne
Saint Jean Pied-de-Port: Rue d’Espagne
Urruña: Vielle Route d’Espagne
Si contamos que en la Comunidad Autónoma Vasca solo he encontrado dos plazas de España, una en San Sebastián y otra en Vitoria, echen cuentas de por cuantas aventaja el País Vasco francés al español en este aspecto simbólico tan sustancial: hay cuatro veces más denominaciones referidas a España en las calles del País Vasco francés que en las del País Vasco español. Y eso que el País Vasco francés solo tiene 260.000 habitantes en 3.000 km2, frente a los más de dos millones, en más del doble de superficie, del País Vasco español.
En Navarra, aparte de la Avenida de España que ya hemos comentado que existe en Sarriguren, cerca de Pamplona, resulta que en la comarca de la Ribera, cuya referencia geográfica más importante es Tudela, hay varias poblaciones con Plaza de España. Son éstas: Corella, Castejón y Cortes. Y en Cintruénigo, también en la misma comarca, hay una Avenida de España.