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Pedro Chacón
Sábado, 09 de Septiembre de 2023 Tiempo de lectura:

Apellidos eusquéricos en el asesinato del verano

Los apellidos eusquéricos siguen teniendo, no se sabe muy bien por qué, un aura de nobleza y bonhomía que se le niega, por principio, a otros apellidos, en particular los españoles en general o castellanos, sobre todo cuando quien los posee no quiere saber nada del nacionalismo vasco y de los principios que lo informan, y no solo eso, sino que lo rechaza como ideología porque es aviesa y discriminadora. ¿Esa condición superior del apellido eusquérico le vendrá dada porque es escaso, comparado con los españoles en general o castellanos, y la escasez vendría a ser, en este caso, sinónimo de excelencia? Vete a saber. El caso es que mi propósito de desmitificar los apellidos eusquéricos es consustancial con la desmitificación del nacionalismo vasco, eje vertebrador de esta serie de El balle del ziruelo. El nacionalismo vasco toma desde el principio a los apellidos eusquéricos como signo propio distintivo y a la vez inalcanzable para quien no los posee, singularmente para los que ellos llaman o llamaron maquetos, que son los españoles procedentes de otras partes de España que llegaron al País Vasco desde finales del siglo XIX y mediados del XX y cuya presencia masiva aquí, según la teoría que defiendo casi en solitario, es el origen de lo que hoy conocemos por nacionalismo vasco, ideología estrictamente contemporánea, sin antecedente histórico y cuyo principal y en el fondo único objetivo es el de discriminar e inferiorizar a la población vasca originaria de otras partes de España.

 

Muchos fueron los etarras que portaban apellidos eusquéricos. Y aun siendo sus asesinatos un muestrario de cobardía y de bajeza moral llevada al grado superlativo, sus apellidos no cayeron en la ignominia y la vergüenza públicas. Tendremos que dedicar algún día un apartado a esta cuestión tan escandalosa y, a la vez, paradójica.

 

El asesinato de este verano, como de todos es sabido, fue el ocurrido en Tailandia el pasado 2 de agosto de la mano de Daniel Sancho, de 29 años, hijo de Rodolfo Sancho (44 años) y nieto a su vez del famoso actor Sancho Gracia, fallecido en 2012 y que pasó a la historia de la televisión española por protagonizar la serie “Curro Jiménez”, en la que daba vida a un bandolero andaluz de dicho nombre, que vivía y llevaba a cabo sus actividades en la Serranía de Ronda en la época de la Guerra de la Independencia española, esquilmando a los invasores franceses y a sus colaboradores españoles y haciendo causa común con la resistencia patriótica de entonces.

 

Ya para empezar, el primer guión de la serie “Curro Jiménez” fue del dramaturgo uruguayo Antonio Larreta (Montevideo, 1922-2015). Larreta es un apellido eusquérico que cuenta con 264 portadores de primer apellido y 234 de segundo, mayoritariamente residentes en Guipúzcoa y Navarra, pero también en Madrid, Sevilla, Alicante, Vizcaya y Valladolid, por este orden.

 

Sancho Gracia convirtió en su nombre artístico sus dos apellidos, porque en realidad se llamaba Félix Ángel Sancho Gracia (Madrid, 1936-2012). En Wikipedia se dice que su familia tuvo que exiliarse a consecuencia de la Guerra Civil y que, desde los 11 años de nuestro personaje, estaban instalados en Uruguay. Pero, para que se vea el cuidado que hay que tener con lo que se lee en Wikipedia, si vamos a la entrada de Sancho Gracia en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, veremos que de exilio nada de nada. De hecho, quien ayudó a la familia a instalarse en Uruguay fue nada menos que el diplomático del régimen franquista Juan Pablo Lojendio Irure, de quien ya hemos hablado en esta serie en el artículo titulado “Los dos padres Lojendio”, y que se hizo famoso por enfrentarse al propio Fidel Castro, cuando ejercía como embajador de España en Cuba.

 

Sancho Gracia se casó en 1972 con la uruguaya Noela Aguirre Gomensoro, procedente de una familia importante de aquel país, hija a su vez de Martín Aguirre Rodríguez-Larreta, diplomático y Noela Gomensoro Cabezudo, que tuvieron tres hijos, Martín, Leonel y Noela. Martín Aguirre Rodríguez-Larreta fue director del diario más importante de Uruguay, El País, y además fue diplomático que desempeñó altos destinos para el gobierno de su país. Sancho Gracia y Noela Aguirre tuvieron tres hijos: Rodrigo, Rodolfo y Félix. Aguirre es uno de los grandes apellidos eusquéricos, con mucha profundidad histórica e imbricación con el resto de España y que tiene más de 20.000 portadores de primer y otros tantos de segundo apellido y que residen, por esa razón, en mayor cantidad en el resto de España que dentro del País Vasco y Navarra. Y Gomensoro es otro apellido eusquérico, pero en su caso, como es típico también en muchos apellidos eusquéricos que no se han imbricado lo suficiente con el resto de España, está en trance de desaparición, pues solo tiene 7 portadores de primer apellido, que no sabemos donde residen, porque no hay ninguna provincia española en la que lleguen a 5.

 

Por tanto, con Sancho Gracia y su mujer Noela Aguirre, estamos ante una típica familia mixta vasco-española, por el origen de sus respectivos apellidos. Y es por ello que su hijo Rodolfo –padre de Daniel, el acusado ahora de un atroz asesinato– se llama Rodolfo Sancho Aguirre Gracia Gomensoro. El padrino de bautizo de Rodolfo Sancho fue Adolfo Suárez, muy amigo de Sancho Gracia y que, como es sabido, fue presidente del gobierno de España, el primero del periodo democrático abierto por la constitución de 1978, y presidente del partido UCD, de centro-derecha.

 

Y así llegamos a Daniel Sancho, que nació en 1994, de las relaciones de Rodolfo Sancho, que tenía entonces 19 años, con la actriz Silvia Bronchalo Santos. Después Rodolfo Sancho se unió a la actriz Xenia Tostado y ambos tienen una hija, Jimena, nacida en 2015.

 

El asesinato del que le acusan a Daniel Sancho en Tailandia ha sido sobre la persona de Edwin Arrieta Arteaga, que no habría tenido ningún problema, con esos apellidos, en ingresar en el partido de Sabino Arana desde el momento mismo de su fundación. Arrieta es un apellido con más de 5.000 portadores de primer apellido y otros tantos de segundo, de los cuales dos tercios viven en País Vasco y Navarra y un tercio en el resto de España, en números redondos. Arteaga tiene unos 9.000 portadores de primer apellido y otros tantos de segundo, pero en este caso la mayoría de sus portadores viven en el resto de España, mientras que solo unos 1.200 de primer apellido y otros tantos de segundo viven en País Vasco y Navarra. Esto es debido, como sabemos, a la profundidad histórica y a la intensa imbricación del apellido en la historia de España. Tanto Arrieta como Arteaga se escriben igual en grafía eusquérica o castellana, no tienen elementos de variación por esa circunstancia, tal y como ocurre también con otros muchos apellidos eusquéricos, como ya sabemos por esta serie.

 

El municipio de origen de Edwin Arrieta Arteaga es Lorica, de poco más de 100.000 habitantes, situado en el Caribe colombiano, en el departamento de Córdoba, cuya capital es Montería. De hecho, el alcalde de Montería, Carlos Ordosgoitia, salió a los medios para lamentar el asesinato de su conciudadano. Ordosgoitia es un apellido eusquérico con muy pocos portadores en España. El INE solo nos da 7 de primero y 5 de segundo en toda España, sin darnos provincia concreta, al no superar ninguna los 4 portadores. Ordosgoitia no viene en el Nomenclátor de apellidos vascos de Euskaltzaindia, muestra una vez más de la imperfección de este recurso. Tampoco ninguna de sus variantes o alteraciones, como Ordosgoiti u Ordozgoiti. De las cuales la que tiene más portadores es esta última, con 117 de primer apellido y 98 de segundo, presentes la mayoría en provincias vascas y también en Madrid.

 

Uno de los principales amigos de Edwin Arrieta, o al menos de los que más han salido en medios reaccionando ante la noticia del asesinato, es Carlos Zuleta, cirujano plástico de Cartagena de Indias, también en el Caribe colombiano, departamento de Bolívar. Ambos eran amigos y colegas de profesión. Zuleta es también apellido eusquérico, con pocos portadores, unos 500, tanto de primer apellido como de segundo, y mucho más presente en el resto de España que en País Vasco y Navarra. Donde más en Madrid.

 

Otra de las amigas de Edwin Arrieta que ha salido en redes recordando al doctor asesinado es Viviana Ordosgoitia. No sabemos si tendrá relación con el alcalde de Montería, la capital del departamento de Córdoba donde se sitúa Lorica, la ciudad natal del asesinado Edwin. El caso es que se apellidan igual.

 

Es curioso que el Caribe colombiano sea la región donde se desarrolla la novelística de Gabriel García Márquez, el premio nobel autor de Cien años de soledad y La hojarasca, entre otras novelas, y a las que en su día dedicamos un estudio por sus concomitancias insospechadas con la obra de Sabino Arana Goiri, el fundador del nacionalismo vasco y que basó todo su supremacismo en poseer apellidos eusquéricos. El trabajo se tituló La hojarasca vasca y está disponible en internet. El departamento donde se sitúa la ficticia Macondo, donde transcurren dichas obras de García Márquez, trasunto de la real Aracataca, es el de Magdalena, situado al este del de Córdoba, donde ya hemos dicho que se sitúa Lorica, la ciudad natal del cirujano Arrieta, y ambos bordeados por el mar Caribe. Habría que indagar si hay muchos apellidos eusquéricos en aquella zona o si solo es casualidad que estos dos cirujanos plásticos los posean. De momento no tengo los medios suficientes para hacer esta investigación de modo solvente.

 

Para terminar, señalar un dato de la biografía de Edwin Arrieta que nos introduce en un terreno casi paranormal. Parece ser que Edwin Arrieta Arteaga protagonizó una serie documental titulada “Instinto asesino”, en la que interpretaba al coronel colombiano Joaquín Aldana, acusado de asesinar y descuartizar a su mujer Erika en 2009 y por lo que fue condenado a 33 años de cárcel. Fue como un anticipo curioso e imprevisto de lo que luego le ocurriría a él mismo a manos de Daniel Sancho. Aldana también es un apellido eusquérico presente en 45 provincias españolas y con 2.500 portadores de primer apellido y otros tantos de segundo (en números redondos), mucho más presente en el resto de España, en una proporción de 10 a 1 respecto de lo que está en las provincias vasco-navarras donde se originó en su día.

 

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