17 Congreso Origen del Euskera
Explorando los enigmas de la lengua ibérica y el euskera: Descubrimientos del primer encuentro sobre los Escritos de La Mano de Irulegi
Los días 6 y 7 de octubre pasados, dentro del 17 Congreso sobre el Origen del Euskera, se celebró el primer encuentro dedicado a las diversas interpretaciones de los escritos en lengua ibérica y euskera de la Mano de Irulegi.
El congreso fue organizado por la asociación cultural Euskararen Jatorria, con el apoyo de la asociación Lengua Iberika.
Euskararen Jatorria fue fundada en el Santuario de Aránzazu el 19 de noviembre de 2005 por un grupo de vascos que conocía perfectamente el euskera antes del batua y por un madrileño. Entre los fundadores destaca Josu Naberan, quien fue sacerdote, duramente represaliado y encarcelado durante largos años en Zamora durante los años de la dictadura, y que se ha dedicado a la traducción de autores clásicos y al estudio del origen del vasco.
En el reciente congreso, se analizaron las interpretaciones —traducciones y transcripciones— del texto escrito en íbero y de su traducción directa al vasco, en una primera aproximación al estudio del significado. Se aportaron, por 17 autores, aproximaciones al significado, que se seguirán discutiendo en sucesivos congresos. Aún hay diversidad de opiniones: desde la tesera de hospitalidad en el contexto del “Hospitium” u hospitalidad ibérica, hasta deseos de fortuna o protección de males. Asimismo, se habló de la existencia de una primera Mano de Irulegi o trapezoide grabado en íbero, encontrada por particulares, entregada al Museo de Zaragoza y de la que no se sabe nada, a pesar de haber indagado Euskararen Jatorria. Lo que ahora se está estudiando sería la segunda Mano (o inscripción íbera) de Irulegi.
También se discutió la aparición de la famosa T en la inscripción ibérica de Irulegi, que ha podido formar parte de la palabra vasco-ibérica OTA, y que no es tan extraña, ya que se ha hallado en otros textos ibéricos del sur de Francia o bien pudiera ser etrusca, dado que el caudillo ibérico de origen etrusco/sabino Sertorio había fundado en Huesca una Universidad para hijos de los jefes íberos de sus tropas.
Lo que no hay duda, a pesar de las disgresiones de otros académicos acerca de si es vascónico, etc., es que la Mano de Irulegi supone una vuelta al vascoiberismo, del que se ha renegado de una manera poco explicada en los últimos 70 años. Si se estudia el íbero en diferentes sustratos de espacio y de tiempo, podemos llegar a encontrar una multiplicidad de idiomas escritos, todos en caracteres íberos con muy pequeñas diferencias: vascónico, vasco o euskera, lusitano, tartesio, celtíbero... En realidad, solo hay una grafía: la íbero-tartesia y, de momento, un solo idioma vivo al que se puede asignar fehacientemente esta grafía: el euskera o vasco, sin malabarismos o saltos intelectuales inverosímiles, como que los "celtíberos" hablaban celta pero escribían en íbero.
El vascoiberismo ha sido tenido por cierto desde Estrabón (siglo I a. C.), por San Isidoro, Alfonso X, los Reyes Católicos, Carlos V, Felipe II y una serie de autores vascos como Garibay, Poza, Echabe, Larramendi y, finalmente, Mogel, Hervás y Astarloa, que introdujeron a Wilhelm von Humboldt en la cultura vasca e ibérica y difundieron el vascoiberismo a nivel mundial, equiparando el íbero al vasco como la primera lengua de Iberia.
Finalmente, se visitó el yacimiento donde se encontró la Mano en el Monte Irulegi.
Euskararen Jatorria y Lengua Iberica celebran congresos anuales conjuntos en el País Vasco-Euskal Herria y en Zaragoza-Saldue.
Los días 6 y 7 de octubre pasados, dentro del 17 Congreso sobre el Origen del Euskera, se celebró el primer encuentro dedicado a las diversas interpretaciones de los escritos en lengua ibérica y euskera de la Mano de Irulegi.
El congreso fue organizado por la asociación cultural Euskararen Jatorria, con el apoyo de la asociación Lengua Iberika.
Euskararen Jatorria fue fundada en el Santuario de Aránzazu el 19 de noviembre de 2005 por un grupo de vascos que conocía perfectamente el euskera antes del batua y por un madrileño. Entre los fundadores destaca Josu Naberan, quien fue sacerdote, duramente represaliado y encarcelado durante largos años en Zamora durante los años de la dictadura, y que se ha dedicado a la traducción de autores clásicos y al estudio del origen del vasco.
En el reciente congreso, se analizaron las interpretaciones —traducciones y transcripciones— del texto escrito en íbero y de su traducción directa al vasco, en una primera aproximación al estudio del significado. Se aportaron, por 17 autores, aproximaciones al significado, que se seguirán discutiendo en sucesivos congresos. Aún hay diversidad de opiniones: desde la tesera de hospitalidad en el contexto del “Hospitium” u hospitalidad ibérica, hasta deseos de fortuna o protección de males. Asimismo, se habló de la existencia de una primera Mano de Irulegi o trapezoide grabado en íbero, encontrada por particulares, entregada al Museo de Zaragoza y de la que no se sabe nada, a pesar de haber indagado Euskararen Jatorria. Lo que ahora se está estudiando sería la segunda Mano (o inscripción íbera) de Irulegi.
También se discutió la aparición de la famosa T en la inscripción ibérica de Irulegi, que ha podido formar parte de la palabra vasco-ibérica OTA, y que no es tan extraña, ya que se ha hallado en otros textos ibéricos del sur de Francia o bien pudiera ser etrusca, dado que el caudillo ibérico de origen etrusco/sabino Sertorio había fundado en Huesca una Universidad para hijos de los jefes íberos de sus tropas.
Lo que no hay duda, a pesar de las disgresiones de otros académicos acerca de si es vascónico, etc., es que la Mano de Irulegi supone una vuelta al vascoiberismo, del que se ha renegado de una manera poco explicada en los últimos 70 años. Si se estudia el íbero en diferentes sustratos de espacio y de tiempo, podemos llegar a encontrar una multiplicidad de idiomas escritos, todos en caracteres íberos con muy pequeñas diferencias: vascónico, vasco o euskera, lusitano, tartesio, celtíbero... En realidad, solo hay una grafía: la íbero-tartesia y, de momento, un solo idioma vivo al que se puede asignar fehacientemente esta grafía: el euskera o vasco, sin malabarismos o saltos intelectuales inverosímiles, como que los "celtíberos" hablaban celta pero escribían en íbero.
El vascoiberismo ha sido tenido por cierto desde Estrabón (siglo I a. C.), por San Isidoro, Alfonso X, los Reyes Católicos, Carlos V, Felipe II y una serie de autores vascos como Garibay, Poza, Echabe, Larramendi y, finalmente, Mogel, Hervás y Astarloa, que introdujeron a Wilhelm von Humboldt en la cultura vasca e ibérica y difundieron el vascoiberismo a nivel mundial, equiparando el íbero al vasco como la primera lengua de Iberia.
Finalmente, se visitó el yacimiento donde se encontró la Mano en el Monte Irulegi.
Euskararen Jatorria y Lengua Iberica celebran congresos anuales conjuntos en el País Vasco-Euskal Herria y en Zaragoza-Saldue.












