Lunes, 10 de Noviembre de 2025

Actualizada Domingo, 09 de Noviembre de 2025 a las 19:44:12 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Antonio Arnaiz Villena
Miércoles, 26 de Junio de 2024 Tiempo de lectura:

La lucha contra el euskera y cómo neutralizarla

Tanto nosotros como historiadores del principio de nuestra era y de la España Imperial y vascos de renombre (https://latribunadelpaisvasco.com/art/19078/la-vuelta-del-vascoiberismo-por-la-mano-de-irulegi) y el mismo Wilhelm von Humboldt en el siglo XIX establecieron que el euskera era el lenguaje primitivo de Iberia (https://www.academia.edu/30948648/Iberia_Population_genetics_anthropology_and_linguistics, https://www.academia.edu/116684921/THE_USKO_MEDITERRANEAN_LANGUAGES).

 

Esta escritura ibero-tartésica también se encuentra en las rocas de las Islas Canarias y probablemente del Sáhara argelino (https://www.academia.edu/49043689/Iberian_inscriptions_in_Sahara_Desert_rocks_Ti_m_Missaou_Ahaggar_Mts_area_Algeria_first_evidence_of_incise_Iberian_rock_scripts_in_continental_North_Africa).

 

Hacia comienzos del siglo XXI se descubrieron unos grafitos en las ruinas romanas de Iruña-Veleia (Langraiz, Nanclares de Oca, Álava) que al principio quedaron como las únicas antiguas incisas grabadas hace unos 2000 años en cerámica en euskera que se han encontrado (Fig 1). En poco tiempo los académicos vascos que las defendían, se retractaron, excepto el difunto Henrique Knörr, y se las calificó de falsificaciones.  Se acusó a los arqueólogos responsables del yacimiento de falsificación sin dataciones controladas y con un informe de que su trabajo había sido impecable del propio Edward Harris, el padre de la arqueología de campo moderna de reconocimiento mundial, que fue invitado especial para el caso por la asociación  Euskararen Jatorria. Se hizo un juicio en el que se acusó de alteración en época reciente a los arqueólogos, sin pruebas objetivas. 

 

Una pieza puede verse en la figura 1 de este artículo y tienen una traducción sencilla y directa al euskera, las dos I I se asimilan a E en la época romana en que se supone se escribieron. Los arqueólogos quedaron olvidados, como hubieran permanecido los hallazgos a no ser por la visita guiada que se hace los primeros domingos de cada mes organizada por las Irura-Veleia Martxan y Euskararen Jatorria (se puede solicitar inscripción por Whatsapp al 696296767). En ella, el público en general conoce los antiguos hallazgos de grafitos eusquéricos y la triste historia de ocultación sin estudio en profundidad que han sufrido. La gente se defiende de esta manera del silencio, la censura y el dogmatismo de los académicos vascos y del Estado español, a los que también se les debe señalar.

 

Pero, he aquí que en 2022 se da a conocer “La Mano de Irulegui”, con una escritura de caracteres ibéricos y cuya transcripción directa al euskera tiene un claro significado en su primera línea y otro más debatido en las líneas siguientes, aunque indudablemente la transcripción es directa del íbero a euskera (fig 2, fig 3).

 

El hallazgo reafirma el vasco-iberismo, siempre reconocido en Iberia y desde el comienzo de nuestra era y en el mundo desde comienzos del siglo XIX por la defensa de Willhem von Humboldt (https://latribunadelpaisvasco.com/art/19078/la-vuelta-del-vascoiberismo-por-la-mano-de-irulegi, https://www.larazon.es/cultura/vuelta-vascoiberismo-mano-irulegui_2023020663e0674cfa7e600001d0aa9d.html).

 

Los mismos académicos que reconocieron como euskera los grafitos de Iruña-Veleia y poco después los condenaron como falsificados, fueron los que en este caso apoyaron sin fisuras el vasco-iberismo de la primera línea de “La Mano de Irulegi”: un escrito ibérico que al transcribirlo era euskera utilizando las equivalencias de silabas y letras de Gomez-Moreno. Esta es una fina lámina de bronce (fig 2) para colgar en una puerta que probablemente invitaba a la gente a entrar en la casa en el ámbito de las institución del “hospitium” romano u “hospedaje beneficioso” y se atribuye por el autor de la propuesta de traducción (Arnaiz) a tiempos de las guerras hispánicas, lideradas  por el etrusco-sabino Sertorio contra Roma, a comienzos de nuestra era.

 

Pero hete aquí que la misma fuerza del destino que Iruña-Veleia, los mismos académicos comienzan a dudar que el idioma transcrito y traducido de “La Mano de Irulegi” sea euskera e inventan un idioma nuevo: el vascónico.

 

Para estos autores no existe el euskera prehistórico en la comunidad autónoma vasca actual (Euskadi), ni los nombres bíblicos con traducción directa en euskera (fig 4), ni el parecido con el guanche de las Islas Canarias defendido por Federico Krutwig y el conquistador Bethencourt, ni tampoco las inscripciones íbero-euskericas en las rocas de estas Islas Canarias y del Sáhara. Asimismo ignoran la base eusquérica de toda Europa del catedrático Theo Venneman. Da igual, todas estas “anomalías” se pasan por alto y se declara un nuevo idioma contra “La Mano de Irulegui” euskérica: el vascónico, que se ha definido como una lengua que se hablaba antiguamente en Navarra y quizá Aquitania y que daría origen al euskera que hoy se habla en la Comunidad Autonoma vasca. Esta teoría es una endeble base intelectual para desechar el euskera y ha sido rechazada por Mitxelena, Tovar y Caro Baroja, ya que va radicalmente en contra de la existencia de dialectos del euskera pre-batuas que se extendieron en un vector norte-sur y no este-oeste y que necesitan muchos siglos para su formación. Bosch Gimpera contradice a los pocos que hablaron de falta de antigüedad del euskera en Euskadi, poniendo en evidencia lo poco que conocían el norte de Iberia Estrabon, Ptolomeo y Plinio y además que se copiaban el uno al otro en sus mapas, por ejemplo.

 

Pero como la tendencia del ataque al euskera (o desprecio) se ha efectuado por las mismas personas que aceptaron, pero al poco tiempo atacaron las inscripciones en euskera de Iruña-Veleia hace casi 20 años, se reunió la asociación Euskararen Jatorria  en la ciudad de Segura (Gipuzcoa) el 11 de mayo de 2024 y se llegó a la conclusión de que el pueblo, los estudiosos, los estudiantes deben exigir explicaciones claras de porque han cambiado de opinión abruptamente los mismos académicos vascos como lo hicieron en el caso de Iruña Veleia. En realidad, tendrían que ser las autoridades que en teoría defienden el euskera y su valor de patrimonio mundial las que deberían actuar con dureza, ante estas contradicciones de académicos que tienen una base intelectual muy endeble. El euskera es fundamental para entender la génesis de las lenguas romances y no romances de Europa.

 

En el tiempo que vivimos, todo vale: vivimos en una especie de “memocracia”,  de gente anestesiada y durmiendo sobre teléfonos móviles. Hay un problema muy serio. Para mí, existe gente preocupada en la salvaguarda del euskera y debe exigir nombres propios y responsables concretos que deben dar explicaciones claras y concisas de por qué se empecinan en que no hubo euskera antiguo en la zona del estado español donde ahora se habla (Euskadi), mientras se encuentran vestigios muy antiguos de esta lengua, prehistóricos, en otras zonas del mundo. Es responsabilidad, pues, de la gente común, estudiosos y estudiantes, esta tarea si las autoridades que deben defender el euskera no lo hacen.

 

(*) Antonio Arnaiz Villena es catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

 

[Img #26187]

 

[Img #26188]

 

[Img #26186]

 

[Img #26189]

 

 

 

 

 

 

 

 

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.