Pedro Jesús Lasanta, nacido en Éibar (Guipúzcoa-España), es sacerdote y doctor en Derecho Canónico, Teología y Derecho. Autor prolífico, ha publicado numerosas obras sobre teología, filosofía y doctrina cristiana. Entre sus libros destacan Juan Pablo II, mensajero de la paz, Diccionario doctrinal de San Agustín y Diccionario teológico y doctrinal de Santo Tomás de Aquino. En los últimos años ha incidido en el estudio de temas relacionados con la modernidad, el nihilismo y las biografías de santos. Ahora acaba de publicar con Ediciones La Tribuna ¿Qué es el globalismo?, un ensayo demoledor sobre un fenómeno ideológico-político-económico-cultural que está redefiniendo el poder, las finanzas y la soberanía de las naciones.

 

En esta obra, Pedro Jesús Lasanta desentraña las fuerzas que impulsan la globalización, sus actores principales y sus consecuencias en la sociedad contemporánea. A través de una investigación rigurosa, expone la interconexión entre el capital financiero, las élites globalistas y las ideologías que buscan transformar el orden mundial. Es, en esencia, una obra imprescindible para comprender el presente y reflexionar sobre un futuro liberticida que tratan de imponernos.

 

En su libro menciona que la palabra "globalismo" se ha puesto de moda. ¿Cómo definiría usted el globalismo en términos precisos?

 

Es un término que abarca muchas perspectivas y múltiples áreas. En breves palabras podríamos decir que, si hasta hace poco tiempo, la ordenación del mundo se hacía a partir del concepto Nación-Estado (constituyéndose así múltiples centros de poder, cuantas naciones hay, aun siendo unas más poderosas que otras, más o menos dependientes entre sí...), ahora la cuestión cambia de signo.

 

Asistimos al intento de construir un Nuevo Orden Mundial en torno a un único centro de poder. Muchos piensan en la ONU.

 

¿Considera que el globalismo es un fenómeno inevitable debido al avance tecnológico y la interconectividad mundial, o cree que es un proyecto diseñado detalladamente por ciertas élites?

 

La pregunta entraña dos cuestiones: Primero si es inevitable o no. En cierto sentido podríamos decir que –como en todo lo humano- hay aspectos buenos, y otros que no son tan buenos, pudiendo ser hasta peligrosos, llegando a constituir una amenaza al ser humano, ¡a cada uno de nosotros!

 

Es bueno en cuanto que promueve y estrecha lazos de fraternidad y de cooperación entre todos los seres humanos, que constituimos una misma familia. Puede ser una buena herramienta para que la solidaridad, de la que tanto se habla, sea práctica y eficaz, de forma que las personas menos favorecidas puedan alcanzar su plena realización personal.

 

Pero, puede ser una gran amenaza, incluso muy malo si pretendiera (esto los globalistas, por la cuenta que les corre, no lo manifiestan abiertamente) imponer un poder totalitario, un poder único, anulando nuestros derechos y libertad personal.

 

Respecto a la segunda parte de la pregunta (si es un proyecto diseñado detalladamente por ciertas élites), no tengo duda: ¡Así es, claramente!... Y ya sabemos quiénes son las grandes élites: los que ostentan las grandes fortunas del planeta, los globalistas.

 

Usted menciona el papel clave de las multinacionales y los grupos financieros en la globalización. ¿Cree que existe una agenda explícita de estos actores para debilitar los Estados-nación?

 

En línea con lo comentado antes, ¡está claro!... Baste decir esto: Cuando traemos a la mente nombres de personas como George Soros, David Rockefeller y Bill Gates (sin olvidar a otros globalistas), y que todos ellos coinciden en la misma estrategia, y en iguales objetivos, ¡no ha lugar a la duda!...

 

En cuanto si existe una agenda a seguir, un programa de acción, ¡también esto es manifiestamente claro!... Baste considerar que las personas aludidas son los magnates que financian a la ONU. Una institución que fue creada, tras la Segunda Guerra Mundial, con un objetivo humanitario y altruista (promover la paz a escala mundial), pero que, actualmente, está dirigida por la Masonería. Y así en las demás instituciones internacionales, prácticamente en su totalidad. La ONU, claro está, actúa al ritmo de sus propuestas, de los objetivos que les señalan los dirigentes.

 

Lo cual, en cuanto a programa de actuación, ha tomado forma y contenidos propios en la llamada “Agenda 2030”, que nos llevaría a la instauración del Nuevo Orden Mundial, bajo la dirección de la ONU. Es decir, de la Masonería que rige el mundo globalmente.

 

En su libro afirma que “los bancos se enriquecen más cada año” con la globalización. ¿Podría explicar cómo las crisis financieras han beneficiado a ciertos sectores del poder financiero global?

 

Hay un dicho popular que dice: “El dinero llama al dinero”... ¡Es el gran dios de este mundo!, a menudo hábilmente manejado por el mal.

 

Los bancos son muy poderosos. Tanto que a veces dominan a los gobiernos de las naciones (junto con las multinacionales y las directrices que marcan las instituciones internacionales).

 

Por eso, raramente quiebran o se arruinan, aunque no falten casos... ¡Y en tiempos de crisis, incluso ganan más!... ¿Por qué?... Evidentemente por el poder del dinero, y la información que disponen. Con una buena información y mucho dinero por delante, a nivel humano, ¡se puede lograr cualquier objetivo!... Téngase presente que los grandes globalistas, disponiendo de ingentes sumas de dinero compran todo: personas (es triste decirlo así, pero son muchos los que están dispuestos a cualquier cosa con tal de enriquecerse, de ser poderosos...), instituciones, propiedades privadas...

 

Buen botón de muestra es que los globalistas, antes mencionados, son los que financian la información mundial, que nos llega a través de la prensa, radio, televisión, cine... De ahí, ¡que la información que recibimos a través de esos diversos medios, básicamente es la misma!...

 

Es triste reconocerlo, pero los que disponen de tanto dinero, ¡son todopoderosos!, porque “poderoso caballero es don dinero”... Pero –ya sabemos- no tan poderosos como les gustaría, pues un día morirán. Luego...

 

En lo que se refiere a su enriquecimiento antes las grandes crisis, un botón de muestra es lo que sucedió con la así denominada pandemia del Covid-19. Las grandes fortunas, notablemente, acrecentaron sus patrimonios. Especialmente Bill Gates con sus farmacéuticas, entre otras creadoras de las vacunas...  

 

En su opinión, ¿el capitalismo financiero ha desplazado completamente al capitalismo productivo? ¿Existe una alternativa viable a este modelo?

 

En principio, por todo lo dicho –hemos de “ser realistas”, reconocer la realidad tal cual es, y no como nos gustaría que fuera-, ¡no!,... ¡no hay solución “de tejas abajo”!... Pues quien manda es el dinero.

 

En este sentido, está claro que ninguno de nosotros (de los que puedan leer estas palabras) vamos a cambiar la marcha del mundo, los derroteros por  donde ambula... ¡No, no podemos!... Los globalistas sí que pueden, pero –lamentablemente- no es eso lo que quieren, sino todo lo contrario. Además, están irrevocablemente proyectados a alcanzar su objetivo, pues obedeciendo a su jefe, ¡es un plan que quisieran hacer realidad antes de 2030!

 

No obstante, a largo plazo, sí que cabe una posible solución a lo apuntado. Pero, me temo, ¡estamos muy lejos de hacerla efectiva!...

 

Personalmente, como creyente en Jesucristo y con la dicha de ser sacerdote, no entreveo más que una posible solución, que señalo con realismo: Si acogemos las enseñanzas de Jesucristo, los valores que promueve el humanismo cristiano y la Doctrina Social de la Iglesia, además de reorientar nuestros rumbos personales (en la medida en que sean errados), en esa medida, ¡estaríamos en condiciones reales de revertir la marcha de la humanidad!... A mi entender, ¡no hay otra!...

 

¿Qué papel juegan las organizaciones internacionales como la ONU en la consolidación del globalismo? ¿Considera que sus objetivos coinciden con los intereses de las élites globalistas?

 

La ONU comenzó su singladura con nobles ideales. En 1948 emanó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero estamos donde estamos. Y en este sentido, con sus políticas actuales, podemos denunciar que ¡ha traicionado gravemente el espíritu con que fue constituida! A mi entender, hoy día, ¡es un foco de perversión!

 

También he de manifestar –además de la injusticia que constituye que cinco naciones decidan el rumbo de sus decisiones, por encima de todas las demás naciones (Miembros del Consejo de Seguridad: China, Francia, Federación de Rusia, Reino Unido y Estados Unidos, con el llamado derecho al veto). ¡De ahí su gran fracaso!...

 

En cuanto al globalismo, tema que centra nuestra atención, ¡la ONU es su gran servidora y promotora!, entre otras cosas porque, además de responder a los objetivos de tantos funcionarios que trabajan en ella, ¡ha de dar cumplida respuesta a los magnates que la sostienen económicamente!

 

En su libro menciona que los líderes políticos de muchos países obedecen a directrices globalistas. ¿Cree que aún existe margen para liderazgos políticos nacionales independientes?

 

En mi modesta opinión, los dirigentes políticos de las naciones de la Tierra (especialmente de nuestro entorno cultural: Europa, EE. UU. y Canadá) están bajo la pauta globalista. En USA, con Donald Trump, han cambiado radicalmente las cosas.

 

En Europa contamos con algunos gobiernos que no siguen las pautas globalistas ni masónicas. Las otras naciones ¡los ponen a caldo!, para desacreditarlos y desvirtuarlos...

 

En cuando a nuestra querida España, sobre el actual gobierno, hemos de reconocer que está al servicio del globalismo, y de la Agenda 2030. Seguramente, ¡más que ningún otro país del Planeta!, como tanto nos gusta a los hispanos, quizá por dejarnos llevar de cierto prurito de singularizarnos...

 

Usted habla del feminismo y la reducción de la población mundial como herramientas del globalismo. ¿Cuál cree que es el verdadero propósito detrás de estas estrategias?

 

La cosa está superclara. El feminismo radical es un invento para destruir al Occidente cristiano, y debilitar a las naciones fuertes en valores e ideales. Y la reducción de la población mundial uno de sus grandes objetivos. Tanto que si a día de hoy somos 7.000 millones de seres humanos en la Tierra, querrían reducir la población a unos 500 millones: es decir, ellos y sus amigos, ¡poco más! Desde esta perspectiva se comprenden sus iniciativas antinatalistas (aborto, matrimonio homosexual, esterilización, contraconcepción...)

 

El feminismo (todo lo que se haga por dignificar a la mujer y promover sus derechos legítimos, ¡me parece estupendo!) también responde a la estrategia de los partidos políticos de inspiración marxista, de corte revolucionario y anticristiano. Aunque alguno de esos partidos haya renunciado a su inspiración ideológica marxista, ¡no nos hemos de confiar!, pues no en vano se dice que “aunque la mona se vista de seda,...”

 

¡Es cierto que el PSOE de hoy no es el mismo que el de los años de la II República, tan bolchevique y revolucionario!... Pero sus políticas son tan destructivas como antaño, especialmente por su índole anticristiana, ¡que es lo que, en el fondo de todo, se esconde!...

 

Por eso, los socialistas (principalmente bajo la órbita masónica) que no consiguieron fraguar la revolución del proletariado en muchas naciones de Europa, ahora lo quieren llevar a efecto por medio de la revolución feminista. ¡Afirmación bien contrastada!

 

En su opinión, ¿qué relación hay entre la Masonería y el globalismo? ¿Es una conspiración centralizada o una convergencia de intereses?

 

La convergencia es total. El globalismo es una invención de la Masonería y los grandes globalistas son masones.

 

Es algo en lo que, hipotéticamente, no cabe una coincidencia casual, o porque sí... El globalismo, como la ideología de género y el wokismo (además de la ideología del transhumanismo y del multiculturalismo, incluso del cambio climático, con que nos amenazan y bombardean sin cesar), salieron de los salones masónicos, de sus tenidas que ellos llaman...

 

Y todo en orden a plasmar el mismo objetivo: instaurar el Nuevo Orden Mundial (que se caracteriza por tres ejes vertebrales: No a Jesucristo y a su Iglesia, no a la moral revelada por Dios –ellos promueven una ética laica, de consenso y deísta-, configurando una religión universal (el Gran Arquitecto del Mundo) y un único centro de poder, ¡masónico!... Además es algo en lo que están fuertemente empeñados. De ahí que se hayan fijado como fecha talismán el año 2030.

 

¿Cree que la Iglesia Católica ha sido cooptada por el globalismo? ¿Cómo sacerdote, cómo evalúa el papel de los últimos Papas en este contexto?

 

Desde mi humilde posición sacerdotal (nunca he tenido o desempeñado cargos de relevancia), me resulta difícil hacer una valoración.

 

No obstante, desde que existe la Masonería, y a lo largo de la historia, siempre en la jerarquía eclesiástica ha  habido obispos y cardenales que se han unido a ella. Sus intenciones y actuaciones son muy difíciles de valorar. ¡Mejor, dejárselo a Dios!...

 

Últimamente he leído un libro escrito por un sacerdote (Malachi Martin: El último Papa), que murió en extrañas circunstancias, por no decir más, que suscita inquietudes. También el libro Asesinato en el Grado 33 (de otro sacerdote Charles Theodore Murr).

 

No obstante, conociendo la situación actual, en medio del oleaje en que se debate la Barca de Pedro, y teniendo presente el desafío globalista-masónico, ¡intuyo que vamos a ser, quizá muy pronto, testigos de acontecimientos estremecedores!...

 

Precisamente en un momento en que nos advierten, por activa y pasiva, del peligro de una nueva guerra a gran escala, ¡la Tercera Guerra Mundial!, como tiene prevista y programada la Masonería para hacerse con el control mundial. Pero, ¡ahí están los mensajes de la Virgen María en Fátima, antes ya en La Salette, en Garabandal y en Medjugorje!...

 

Tengamos presente también la advertencia de san Juan Pablo II en Alemania, hablando a empresarios, cuando les dijo que es comprensible que el mundo no quiera saber de ciertas amenazas que le vienen encima (con tanto dolor y sufrimiento...) Y a militares franceses, que se mostraban tan orgullosos de los servicios prestados por Francia a la Esposa de Cristo (conocida como la hija primogénita de la Iglesia), él les dijo que pasando un tiempo, ¡la solución al mal vendría de España!

 

Y el mismo Benedicto XVI afirmó rotundamente que el mensaje de salvación de Dios para con la humanidad, transmitido por María en Fátima, todavía estaba abierto, significando así que faltan cosas por cumplir... Por tanto, ¡ojo avizor!...

 

En su libro menciona a Silicon Valley y la Inteligencia Artificial como partes del globalismo. ¿Cree que la IA y las Big Tech están siendo utilizadas para consolidar un control global?

 

¡No me cabe la menor duda!... El príncipe del Mal tiene una extraña facultad: muchas de las cosas buenas que descubre el hombre, él sabe darles la vuelta para hacer de las mismas instrumento de mal y de muerte. Pensemos, por ejemplo, en la energía atómica. Y en la medicina: ¡tantos millones de seres humanos masacrados en el vientre de sus madres!... ¡Una humanidad así no puede perdurar por mucho tiempo.

 

Ya lo advirtió santa Teresa de Calcuta, cuando recibió el Premio Nobel de la Paz. Ante gobernantes y sabios de todas las naciones, ante los más poderosos de la tierra, seguramente muchos de ellos involucrados en esas prácticas, les dijo con toda sencillez: “El aborto es la mayor amenaza a la paz en el mundo”.

 

Pero de esto no quieren saber Pedro Sánchez ni Alberto Núñez Feijóo, ni tantos ministros y dirigentes políticos. A veces se hacen eco de los crímenes de la Guerra Civil, pero no se dan cuenta que, hace tiempo, ¡ellos los están triplicando!... Para alcanzar la paz, ¡la solución es sencilla!... Pero ¡no están dispuestos a “bajarse del burro” de su soberbia y engreimiento, de sus intereses, de sus objetivos!... ¡Y así nos va! ¡La guerra ya está llamando a nuestras puertas!... Lo constatamos a diario, cuando nos advierten de las prevenciones y cautelas a seguir...

 

Sucede lo mismo con lo que usted apunta: Silicon Valley, la Inteligencia Artificial y las Big Tech... ¡Y con tantas otras cosas que puedan emerger en el futuro! De nosotros, los humanos, se espera un uso responsable de todo ello, de forma que empleemos esos instrumentos para promover el bien, el desarrollo, la dignidad de las personas...

 

¿Cómo valora el impacto del control informativo y la manipulación de la opinión pública en la era digital? ¿Se puede hablar de un nuevo totalitarismo tecnológico?

 

Ya he aludido a ello antes. Los globalistas controlan los mass media. De ahí que estos medios (todos ellos y sin excepción, aunque pertenezcan en propiedad a diversas instituciones y grupos financieros) nos transmiten los mismos sublimes mensajes. ¡Qué extraña coincidencia!...

 

¡Estamos ante el cuarto poder, que controla a las naciones y a los seres humanos! Porque –se suele decir- una mentira, repetida muchas veces, ¡acaba siendo verdad!... De ahí la unanimidad de la opinión pública, que se registra en las diversas naciones.

 

¡Y eso que dicen que somos libres, que estamos en democracia!... ¡Sí, para esclavizarnos y manipularnos a su antojo. ¡Nuestras democracias están totalmente falsificadas!, corriendo serio peligro de constituirse en verdaderas dictaduras o totalitarismos. ¡Eso es lo que pretenden los globalistas y cuantos se mueven en los ámbitos masónicos!...

 

¿Qué papel pueden jugar los ciudadanos y las naciones en la resistencia al globalismo? ¿Existen modelos económicos o políticos que sirvan como alternativa viable?

 

Los ciudadanos podremos ser libres ante el globalismo, en la medida en que seamos hombres y mujeres de criterio. Para ello es imprescindible tener una ética o un código moral, además de profundas convicciones personales, que nos guíen e impulsen en nuestra vida. Lógicamente, hemos de ser personas con espíritu crítico, no sometidos a los criterios de la mayoría o de lo que dicten los medios de comunicación social o los gobernantes de turno (la mayor parte de ellos, en todo el Occidente, bajo el influjo globalista y masónico).

 

Las naciones podrán superar el globalismo en la medida en que se desmarquen de las pautas de las instituciones bajo dominio globalista o masónico. En concreto, podrán superar el engaño si se mantienen fieles a las enseñanzas de Jesucristo y de su Iglesia, de lo enseñando en continuidad a lo largo de los siglos, pues en nuestro tiempo se requiere un discernimiento sobre los pastores. No basta con atender a sus palabras: ¡en las acciones se plasma la realidad de la persona!, ¡en los hechos!... ¡Europa debe volver a sus raíces cristianas!... ¡De lo contrario no tendrá futuro!... Palabras que pronuncio con honda convicción, cuando son tantos los que verían con buenísimos ojos su total islamización.

 

En cuanto si hay modelos alternativos al globalismo, en principio hemos de reconocer que es la tendencia dominante. Pero, tanto en nuestra vida personal como a nivel social, ¡debemos ser creativos!... Con nuestras convicciones y actuaciones coherentes, podemos revertir la tendencia actual. Y si no lo lográramos –pues, en este momento, la fuerza opositora es muy grande-, ¡al menos tendremos la satisfacción personal de ser fieles a nosotros mismos!, y de haber apostado en la vida por lo que es bueno y justo, ennoblecedor del ser humano.

 

¿Cómo prevé la evolución del globalismo en los próximos años? ¿Hay signos de fractura en su consolidación o sigue avanzando sin resistencia efectiva?

 

Su evolución es imprevisible. Si tenemos en cuenta que los detentores del gran capital en el mundo son globalistas y masones y, que por eso mismo, además de tener todo el dinero a su servicio (¿quién se lo habrá confiado a ellos?), tienen todo el poder,... en principio ¡poco podemos hacer!...

 

Pero si, como dije antes, apostamos con nuestras convicciones rectas y nobles, inspiradas en los veneros de la Verdad y de la Justicia, ¡podremos vencer!... ¡Y nuestra victoria será la de nuestros opositores!...

 

Simplemente se da la circunstancia que ellos están en la parte equivocada. ¡No sabemos de sus intenciones profundas, aunque –desgraciadamente- sabemos más de lo que nos gustaría saber!, dado que las acciones y compromisos de los seres humanos testimonian su verdad interior!