¿Superhumanos a la vuelta de la esquina? La ciencia acelera la carrera por rediseñar al ser humano
Lo que hasta hace poco parecía propio de películas de ciencia ficción está cada vez más cerca de hacerse realidad. Científicos y tecnólogos de todo el mundo trabajan en proyectos que podrían cambiar para siempre lo que significa ser humano: desde implantes cerebrales capaces de conectar la mente con un ordenador, hasta ediciones genéticas que prometen eliminar enfermedades e incluso aumentar la inteligencia.
Varios informes a los que ha tenido acceso La Tribuna del País Vasco, explican cómo el movimiento conocido como transhumanismo defiende que la biotecnología, la inteligencia artificial y la robótica nos permitirán superar las limitaciones de nuestro cuerpo: vivir más años, ser más fuertes, más rápidos y más inteligentes. Y no se trata de simples teorías: exoesqueletos ya ayudan a personas con movilidad reducida, mientras que interfaces cerebro-máquina se prueban en pacientes con parálisis para recuperar funciones perdidas.
Nota: Los suscriptores de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar por los canales habituales el listado completo de estudios utilizados para esta investigación: [email protected] o en el teléfono 650114502
Pero el salto no está exento de polémica. El llamado posthumanismo cuestiona que los humanos deban seguir siendo el centro de todo, y plantea un futuro en el que convivamos en pie de igualdad con máquinas inteligentes y nuevas formas de vida.
Las promesas son inmensas —curar enfermedades incurables, acabar con el sufrimiento, alargar la vida—, pero también los riesgos: una sociedad dividida entre “mejorados” y “no mejorados”, o la posibilidad de que los ejércitos desarrollen “supersoldados”.
Los expertos advierten que la gran pregunta ya no es si podremos hacerlo, sino quién controlará esas tecnologías y bajo qué reglas. Lops informes concluyen con un aviso claro: “El futuro de la humanidad dependerá de si logramos que la ética avance al mismo ritmo que la ciencia y la tecnología”.
Lo que hasta hace poco parecía propio de películas de ciencia ficción está cada vez más cerca de hacerse realidad. Científicos y tecnólogos de todo el mundo trabajan en proyectos que podrían cambiar para siempre lo que significa ser humano: desde implantes cerebrales capaces de conectar la mente con un ordenador, hasta ediciones genéticas que prometen eliminar enfermedades e incluso aumentar la inteligencia.
Varios informes a los que ha tenido acceso La Tribuna del País Vasco, explican cómo el movimiento conocido como transhumanismo defiende que la biotecnología, la inteligencia artificial y la robótica nos permitirán superar las limitaciones de nuestro cuerpo: vivir más años, ser más fuertes, más rápidos y más inteligentes. Y no se trata de simples teorías: exoesqueletos ya ayudan a personas con movilidad reducida, mientras que interfaces cerebro-máquina se prueban en pacientes con parálisis para recuperar funciones perdidas.
Nota: Los suscriptores de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar por los canales habituales el listado completo de estudios utilizados para esta investigación: [email protected] o en el teléfono 650114502
Pero el salto no está exento de polémica. El llamado posthumanismo cuestiona que los humanos deban seguir siendo el centro de todo, y plantea un futuro en el que convivamos en pie de igualdad con máquinas inteligentes y nuevas formas de vida.
Las promesas son inmensas —curar enfermedades incurables, acabar con el sufrimiento, alargar la vida—, pero también los riesgos: una sociedad dividida entre “mejorados” y “no mejorados”, o la posibilidad de que los ejércitos desarrollen “supersoldados”.
Los expertos advierten que la gran pregunta ya no es si podremos hacerlo, sino quién controlará esas tecnologías y bajo qué reglas. Lops informes concluyen con un aviso claro: “El futuro de la humanidad dependerá de si logramos que la ética avance al mismo ritmo que la ciencia y la tecnología”.