En una entrevista con POLITICO, el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, ha lanzado duras críticas contra las potencias europeas, acusándolas de debilidad y de poner en peligro su propia supervivencia nacional debido a las políticas migratorias y a la “corrección política”.

Trump descalifica a los dirigentes europeos como “débiles” e incapaces de gobernar ante la magnitud de los problemas actuales —especialmente la inmigración—, e indicó que muchas de las capitales más conocidas, como Londres o París, “ya no se reconocen”. Según el mandatario mporteamericano, la inmigración descontrolada y la falta de control de fronteras están transformando Europa: advirtió que algunos países “podrían dejar de ser viables como nación” si no rectifican sus políticas.

Trump elogió en cambio a líderes patriotas que han tomado medidas estrictas en materia de inmigración —como Viktor Orbán en Hungría— y también a Recep Tayyip Erdoğan, de Turquía, calificándolo como “un tipo duro” y un “amigo”.

El presidente también vinculó la situación europea con el conflicto en Ucrania y las tensiones geopolíticas, sugiriendo que Europa ha perdido fortaleza interna justo cuando se enfrenta a presiones externas, y subrayando que Estados Unidos ya no puede encarar esos desafíos por ella.

Con estas declaraciones, Trump refuerza la línea de su actual estrategia exterior: menos confianza en alianzas tradicionales, defensa del control migratorio, respaldo a gobiernos que priorizan soberanía nacional, y una creciente presencia estadounidense condicionada a que Europa cumpla ciertos estándares de seguridad y defensa.