Memoria histórica
El Gobierno nacionalista vasco hace desaparecer el terrorismo de ETA y lo mezcla con la Guerra Civil, la dictadura y los “contraterrorismos ilícitos”
El Consejo del Gobierno de Iñigo Urkullu ha dado luz verde a la firma de un convenio entre la Secretaría para la Paz y la Convivencia, la Universidad del País Vasco, la Sociedad Aranzadi y el Instituto Gogora para la elaboración de un “informe-base de vulneraciones de derechos fundamentales en el periodo comprendido entre 1936 y 1978”.
Para dar una pista sobre el objetivo que tiene este convenio, hay que recordar que el Instituto Gogora tiene como función fundamental “preservar y transmitir la memoria de las experiencias traumáticas marcadas por la violencia durante los últimos cien años: la Guerra civil, la dictadura franquista, el terrorismo de ETA y los contraterrorismos ilícitos”.
Con esta iniciativa, que hace desaparecer el terrorismo de ETA mezclándolo con la Guerra Civil y la dictadura, se da el primer paso para el desarrollo de una de las prioridades del Programa Base en materia de Memoria Histórica que recoge el Plan de Paz y Convivencia 2013-2016 del Gobierno del PNV, diseñado por Jonan Fernández, quien fuera antiguo concejal de Herri Batasuna-ETA y máximo responsable de Elkarri, hoy ya desaparecida.
El convenio aprobado tiene como objetivo “la recopilación de datos relativos a vulneraciones de derechos humanos durante la Guerra Civil y los años posteriores de dictadura, y la elaboración de un informe que las relacione y las presente de forma científica y sistemática, con especial atención a ejecuciones, desapariciones forzadas, detención arbitraria, trabajos forzados y exilio”.
A tal fin, se constituirá un “Comité Académico” ligado al formado por el profesor Jon Mirena Landa Gorostiza y el profesor e historiador Iosu Txueka, por parte de la UPV/EHU. Ambos íntimamente ligados al mundo nacionalista vasco. En el “Comité Académico” también participa, por parte de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Lourdes Herrasti, historiadora y arqueóloga especializada en fosas comunes.
El Consejo del Gobierno de Iñigo Urkullu ha dado luz verde a la firma de un convenio entre la Secretaría para la Paz y la Convivencia, la Universidad del País Vasco, la Sociedad Aranzadi y el Instituto Gogora para la elaboración de un “informe-base de vulneraciones de derechos fundamentales en el periodo comprendido entre 1936 y 1978”.
Para dar una pista sobre el objetivo que tiene este convenio, hay que recordar que el Instituto Gogora tiene como función fundamental “preservar y transmitir la memoria de las experiencias traumáticas marcadas por la violencia durante los últimos cien años: la Guerra civil, la dictadura franquista, el terrorismo de ETA y los contraterrorismos ilícitos”.
Con esta iniciativa, que hace desaparecer el terrorismo de ETA mezclándolo con la Guerra Civil y la dictadura, se da el primer paso para el desarrollo de una de las prioridades del Programa Base en materia de Memoria Histórica que recoge el Plan de Paz y Convivencia 2013-2016 del Gobierno del PNV, diseñado por Jonan Fernández, quien fuera antiguo concejal de Herri Batasuna-ETA y máximo responsable de Elkarri, hoy ya desaparecida.
El convenio aprobado tiene como objetivo “la recopilación de datos relativos a vulneraciones de derechos humanos durante la Guerra Civil y los años posteriores de dictadura, y la elaboración de un informe que las relacione y las presente de forma científica y sistemática, con especial atención a ejecuciones, desapariciones forzadas, detención arbitraria, trabajos forzados y exilio”.
A tal fin, se constituirá un “Comité Académico” ligado al formado por el profesor Jon Mirena Landa Gorostiza y el profesor e historiador Iosu Txueka, por parte de la UPV/EHU. Ambos íntimamente ligados al mundo nacionalista vasco. En el “Comité Académico” también participa, por parte de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Lourdes Herrasti, historiadora y arqueóloga especializada en fosas comunes.